Dicen que hay oportunidades que solo se presentan una vez en la vida. Eso es lo que le va a pasar a Frank Schleck (Luxemburgo, 1980) en este Tour de Francia que comenzará el próximo sábado. La dramática noticia de la baja de Andy Schleck por fractura de pelvis trastocó todos los planes de un equipo bastante fracturado y con el ambiente enrarecido por las numerosas polémicas que hay en el seno del equipo. Bruyneel poniendo en duda la profesionalidad de Frank Schleck por su abandono en el Giro, Kloden y Horner lanzándose indirectas en Twitter mutuamente y un largo etcétera de problemas son los que rodean ahora mismo a un equipo que había nacido para arrasar. La situación requiere un bálsamo que suavice la situación dentro del equipo y Frank es el más idóneo para conseguirlo.

El luxemburgués ya ha afirmado que no se ve como un favorito para el Tour de Francia, lo cual puede tener su lógica si analizamos la temporada que lleva hasta ahora. Frank será el corredor que se presente con más días de competición en la salida del Tour de Francia en Lieja, con nada menos que 56 días contando los campeonatos nacionales. Muchos kilómetros en las piernas para un corredor que ha firmado una temporada bastante discreta hasta la fecha, siendo salvada ésta por su gran actuación en el Tour de Suiza, donde sorprendió a propios y a extraños con un valiente ataque en la última etapa a falta de cuarenta kilómetros para la línea de meta.

En cualquier caso, hay que dejar bien claro que Frank siempre ha ido e irá al Tour a trabajar para Andy; nunca se va a ver en una coyuntura como esta, con la libertad de poder pelear por el primer escalón del podium sin tener que trabajar para su hermano. Es una ocasión única y como tal la debe aprovechar. Por el otro lado, cuenta con el gran hándicap comentado al principio del artículo, la mala relación que existe entre sus compañeros y que puede jugar en su contra si nadie mira por el bien del equipo y todos hacen la guerra por su cuenta. Esta situación es realmente factible viendo cómo está de caldeado el ambiente, especialmente por el lado de Horner y Kloden, uno muy crítico con su director y el otro muy crítico con sus compañeros.

Por todo lo anteriormente comentado parece difícil determinar cual será el papel de Frank Schleck en este Tour. Por la coyuntura en la que se encuentra, sin contar con el lastre de su hermano Andy (entendiéndose como lastre que la carrera de Frank está determinada por lo que haga Andy) y por cualidades como ciclista, Frank Schleck sería uno de los grandes favoritos sin discusión pese a los kilómetros de contrarreloj que hay. Por el otro lado, por declaraciones como las que ha hecho recientemente como no quiero ser el líder para el Tour. No quiero esa etiqueta, ni esa presión, porque decepcionaré a quien me vea como tal y me criticará y por lo que se puede esperar de su estado de forma tras todo lo que ha gastado durante el año, no lo será. ¿Qué versión de Frank veremos a partir del próximo sábado? Ya lo veremos.