Llegó por la puerta de atrás, sin hacer ruido. Su fichaje no causó impacto ni la repercusión de otros traspasos de corredores. Después de la infortuna baja de Mauricio Soler, Nairo Quintana llegaba a Movistar Team para cumplir el cupo de ciclistas colombianos en el equipo de Eusebio Unzué. A sus 21 años daba el salto a Europa después de tres años como profesional en equipos colombianos. Boyacá es para Vivirla y Café de Colombia-Colombia es Pasión vieron sus primeros pasos como ciclista.
Pasos cortos pero sólidos con un éxito que encumbró su estancia en su Colombia natal, el triunfo en el Tour del Porvenir. La estación de esquí de Risoul presenció el dominio de un escalador. El escarabajo asestó el golpe a la carrera en la cima del centro alpino. Primero en una etapa en línea, después en una cronoescalada. Ambas victoria para un Nairo Quintana que no encontró rival entre las jóvenes promesas mundiales. Andrew Talansky, Tom Jelte Slagter, Mikel Landa, Wilco Kelderman o Romain Bardet sucumbieron ante su poder en la montaña. Un resultado a nivel mundial que confirmaba su trayectoria en el calendario nacional.
Pasó a Movistar Team siguiendo la estela de sus compatriotas Mauricio Soler y Rigoberto Urán que recogieron el testigo de los Samuel Cabrera, Omar Hernández, William Palacio y Abelardo Rondón quienes militaron en el Reynolds en la década de los 80. La humildad es la clave de sus triunfos. Humildad desde su comienzo hasta en las mejores victorias. Triunfos que han llegado sin quizás esperarles tanto en número como en calidad.

Gesto de agradecimiento a Movistar en el triunfo en a Arras-en-Lavedan en la Route du Sud / Foto (c) Maxime Lafage
En Murcia, a las primeras de cambio, demostró que su fichaje no fue casualidad. Sierra Espuña contempló su primer triunfo con la escuadra telefónica en el segundo mes de competición. En la CRI del día siguiente en la capital logró mantener el liderato por delante de la sensación del comienzo de temporada, Jonathan Tiernan-Locke. Tras pasar por Catalunya sólo un colosal Sergey Firsanov se interpuso en la victoria en la Vuelta a Madrid. El ruso, imparable en la Morcuera, relegó a Quintana a la segunda posición final.
Después de dos semanas de parada previo paso por el Tour de Picardie llegó un mes de Junio triunfal. Un ataque sin un severo cambio de ritmo, pausado y de largo recorrido le llevó al triunfo en Morzine tras coronar en cabeza el Joux Plane. Dauphiné, ante parte de los favoritos a la victoria en el próximo Tour de Francia elevó y engrandeció su nombre en Europa. Su buen momento no acabó allí. Route du Sud, Pirineos franceses. Etapa reina con un interesante menú: Tourmalet, Soulor, Spandelles y la ascensión final a Arras-en-Lavedan. La palabra exhibición se queda corta. Absoluto dominio. Batió al resto de adversarios con una total superioridad. Hubert Dupont, segundo, llegaba a 53”, Anthony Charteau, tercero, a 3´55”, Mikhail Antonov, décimo, a 12´17”. Victoria de etapa que encandilaba una clasificación general que le hacía sumar su quinta victoria de la temporada, dos de ellas generales.
Ahora llega el parón tras la primera mitad de la temporada concluida. Regresa tras mucho tiempo a su Colombia natal donde preparará la Vuelta a España, su debut en una grande. Allí, a 2.700 metros de altitud, se pondrá a punto ante una vuelta de tres semanas donde puede brillar con luz propia. Multitud de finales en alto con etapas que no suman una gran carga de kilometraje pueden hacer de Nairo Quintana una de las sensaciones de la ronda española. Para ello habrá que ver el grado de libertad que puede sumar en un equipo donde la presencia de Alejandro Valverde y Juanjo Cobo puede supeditar al resto del plantel del equipo telefónico.