La designación de las invitaciones para una Gran Vuelta siempre causan revuelo. Por los que entran, por los que se quedan fuera. El descontento suele ser la tónica general. Para el organizador no es tarea fácil. Méritos y proyecto deportivo son el principal baremo para seleccionar los equipos. Pero hay más. El impacto de la invitación de una escuadra que tiene para la carrera gana enteros en los tiempos del ciclismo globalizado. Yo te doy, tú me das. La norma no escrita. El propio Michele Acquarone iba más allá: “nuestra evaluación favorecerá a aquellos que nos aseguren actividades multimedia globales”.

Catorce equipos fueron aprobados por RCS Sport una vez contestado un dossier que la organización envió. Cinco italianos (Acqua&Sapone, Colnago CSF-Inox, Androni Gioccatoli, Farnese Vini-Selle, Utensilnord Named) y una legión extranjera compuesta por Europcar, Saur Sojasun, Champion System, Colombia-Coldeportes, Landbouwkrediet, Project 1t4i –ahora Argos-Shimano-, RusVelo, Team Type 1 y Team NetApp eran los candidatos para cuatro plazas.

La resolución parecía lógica. Un proyecto de talento nacional como Colnago-CSF Inox, la Androni Giocattoli de José Rujano y la Farnese Vini – Selle Italia, equipo que cumplió la pasada temporada reforzado con Filippo Pozzato y con Andrea Guardini en la partida. Tres plazas fáciles de dictaminar. La cuarta causó el revuelo. Acqua&Sapone se quedaba fuera en beneficio del Team NetApp alemán. Stefano Garzelli se despediría del ciclismo sin poder disputar su último Giro de Italia a favor de un equipo que verdaderamente era una incógnita.

Dos secundarios como Balloni y Rabottini, la gloria de la Farnese en el Giro / Foto Bettini (c)

Dos semanas después de haber comenzado el Giro en Dinamarca, las invitaciones están más que justificadas. Tanto Androni Giocattoli como Colnago-CSF Inox y la Farnese Vini-Selle Italia han logrado la victoria de etapa. En el caso de los primeros por partida doble. Miguel Ángel Rubiano, Roberto Ferrari, Domenico Pozzovivo y Matteo Rabottini han logrado demostrar que la organización no estaba equivocada. Pero no sólo la victoria da este reconocimiento. Pese a que los dos primeros tengan difícil ocupar algunas de las plazas de privilegio de la clasificación general, el protagonismo durante estas quince etapas disputadas complementa los triunfos parciales.

A pesar de no conocer todavía la victoria, el Team NetApp está desarrollando una aceptable Corsa Rosa. Sin poder contar con uno de sus mejores hombres, Leopold König, los alemanes están luchando por esa victoria. Jan Barta en el final de Cervinia o Bartosz Huzarski en Asís sucumbieron, respectivamente, ante Andrey Amador y Joaquín Rodríguez viéndose relegados a la segunda posición. Su actuación no se queda ahí. Daniel Schorn y Matthias Brändle han dado otros puestos destacados al equipo mientras que Cesare Benedetti y Reto Hollenstein infiltrándose en escapadas le han dado presencia.

Con la semana decisiva todavía por disputarse los cuatro tienen todavía suficiente tiempo para seguir reivindicándose. Unos más otros menos. Las oportunidades llegarán para ellos. Sea como sea lo que nadie puede negar es que han cumplido con la carrera y la organización.