Muchos son los corredores que están debutando en el Giro de Italia. Incluso también los hay para los que esta Corsa Rosa es su primera Gran Vuelta. Desde Arnaud Démare (1991), el más joven, hasta Gregor Gazvoda (1981), el más veterano, son diez los años de ciclismo que hay. Algo en común lo que tienen estos dos corredores, al menos, con carreras en su inicio tan dispar. El checo, cuyos puntos en el Perutnina Ptuj le valieron para fichar por el Ag2r-La Mondiale, ha ido poco a poco, desde la categoría Continental, creciendo hasta llegar al World Tour, pero sin ningún resultado destacado. El francés, sin embargo, ya contaba con los ojos de los principales equipos franceses desde hacía tiempo sobre sus espaldas. Lo de ganar el Mundial de Copenhague U23 fue casi accesorio.
Más próximo al checo que al francés está Bartosz Huzarski (1980, Świdnica, Polonia), que casi debuta a los 31 en una ronda de tres semanas. Y decimos casi porque, aunque ni se le viera ni destacara, ya lo hizo en 2009, en el ISD-Neri, terminando en una 100ª posición final. Ahora, en su segunda Gran Vuelta, más maduro y hecho como ciclista, ha conseguido preparar con mimo, y calendario, la gran cita del Team NetApp en este 2012; Vuelta a Andalucía (32º), Vuelta a Murcia (9º), Settimana Coppi e Bartali (2º tras su compañero Jan Barta) y Giro del Trentino (7º) han sido sus carreras por etapas. Y consigue llegar a la ronda italiana en su mejor momento, con casi 32 años, algo muy poco común en los corredores del Este.
No ha sido su carrera como ciclista profesional algo fácil, que aunque sostenida y siempre ascendente (solo hay que echar un ojo a su perfil en CQ Ranking), no encontró un hueco definitivo hasta 2009 al cuando firmara por ISD-Neri. Debutó y desarrolló sus primeros años en Polonia, encontrando acomodo en el Mroz – Supradyn Witaminy en el cual debutara en 2002, y yendo después de denominación en denominación gracias a Action (Action – Nvidia – Mroz [2003], Action [2004] e Intel-Action [2005-2007]), hasta ver cómo éste último germen se veía obligado a recalificarse como amateur. Los resultados de Huzarski, regulares pero insuficientes, no le valieron para encontrar acomodo en otro equipo, y se paseó por el amateurismo venciendo en la Szlakiem Grodów Piastowskich, por ejemplo.
Su buen hacer durante años en las carreras del Este de Europa, le hizo ganarse una plaza en el ISD-Neri de Luca Scinto en 2009. Una plantilla que llevaba en la nacionalidad de la mayoría de sus ciclistas, la imagen de ambos patrocinadores (23 de los 28 eran o italianos o ucranianos). Pero para Huzarki no significaba nada: era la mejor opción nunca recibida hasta el momento para demostrar que podía estar corriendo con un mejor calendario. Y no lo aprovechó del todo en 2009, pero sí en 2010; vencedor de una etapa en la Coppi e Bartali (17º final), y de otra en la Settimana Lombarda (11º en la general). Su 5º puesto en el Brixia Tour le valió para cerrar su hasta ahora mejor año como profesional, y firmar con el Team NetApp para 2011.
Y como entonces, cuando con Luca Scinto le costara arrancar, también le ha costado con los alemanes. Tras un 2011 muy regular, pero sin puestos muy destacados (6º en la Presidential Tour of Turkey y 7º en el Tour de Polonia), el otro día en Assisi estuvo muy cerca de dar justificación completa a la invitación de un Team NetApp cuestionado, incluso desde antes de empezar la carrera. Como si la confianza y la preparación de una carrera no formasen parte del juicio del mundillo ciclista.
Bartosz Huzarski está en su mejor momento. Un caso atípico en cualquier corredor del Este, cuya conciencia de entrenamiento stajanovista, por lo general, les exprime impidiéndoles llegar a la treintena con fuerzas para mejorar año tras año, como si el ciclismo tampoco fuera un deporte para fondistas. Pero el polaco lo está consiguiendo, ha hecho de su problema (la falta de calendario durante años) una fuerza, y está consiguiendo que pasada la treintena pueda seguir desarrollándose cada temporada –un poquito- más. Igual, como a tantos otros, como a Cadel Evans o Chris Horner, sus mejores años están por llegar.