Si buscamos un lugar lo más parecido a España tanto a nivel de vida así como costumbre e historia ese es Italia. Allí, en el país de la bota, un español se siente como en casa. Los dos años que pasó en el Carmiooro le ayudó a conocer la pasión que rodea y se vive en torno al ciclismo. El entendimiento del ciclismo azzurro le ha dado con el tiempo otro punto objetivismo para afrontar una competición. La astucia y el temple posan por sus venas. Con el paso del tiempo un sprinter nato se ha convertido en un sprinter selectivo.

“He guardado lo poco que se podía porque sabía que llegarían días como el de hoy –por ayer- y a la primera hemos podido rematar”. Fran Ventoso (Reinosa, 1982) conseguía en Frosinone su segunda victoria en el Giro de Italia. La región de la Lazio se ha convertido en un talismán para el cántabro. “Gané a sólo 20 kilómetros de aquí; parece que esta zona me trae suerte”. Fiuggi Terme fue la plaza donde conquistó su primera victoria. Dos triunfos diferentes. Dos derroches de fuerza con distinto comienzo. En 2011 superó espléndidamente a Alessandro Petacchi, este año se aprovechó de una caída.

Desde sus comienzos en profesionales Italia ha sido junto a España el casi epicentro de sus mejores resultados. Una carrera profesional que precisamente no ha sido un camino de rosas. Del estreno en el Saunier-Duval a su salida por la puerta de atrás, el paso por el Andalucía-Caja Sur hasta el fichaje por el Carmiooro donde regresó a la élite. Antes llegó una mancha negra. El control anómalo por furosemida –un enmascarador- que conllevó una sanción de nueve meses que no llegó a cumplir. Con victorias en Qatar, Euskal Bizikleta, Castilla y León se fue fraguando como velocista. En su segundo año ya ganó en una grande. En Almendralejo, final de la tercera etapa, se impuso en su única victoria hasta la fecha en la Vuelta a España. Victoria de mérito unida a una serie de resultados destacados –cuarto en la Gante-Wevelgem 2007- durante su etapa en la escuadra cántabra que no condicionaron su continuidad.

La llegada al equipo de Cabello fue un paso atrás. La pérdida de categoría en el calendario le condujo a pruebas de mejor relevancia. La península ibérica albergó todos los días de competición. Dos triunfos –etapa en Castilla y León y Rioja- fueron su bagaje. Su paso al Carmiooro cambió su trayectoria. Desde abajo, paso a paso. Ventoso labró dos temporadas triunfo a triunfo, desde pruebas modestas a pruebas de mayor entidad. Desde el Circuito l´Empordá al Tour de Hainan pasando por Paris – Corrèze, GP Beghelli o Paris – Bruxelles incluyendo victoria de etapa en Madrid, Andalucía, Ster Elektrotoer o Tour du Gévaudan Languedoc-Roussillon. Victorias y grandes puestos. Desde el segundo puesto en los nacionales de Albacete al calendario de semiclásicas italianas, la esencia del ciclismo transalpino. Trofeo Laigueglia, GP dell´Insubria, Coppa Agostoni o el Giro del Veneto fueron testigos de grandes actuaciones.

Después de dos buenas temporadas que acabaron con el premio de representar a España en los Mundiales de Geelong, Eusebio Unzué llamó a filas al cántabro. De la modestia al World Tour. En un abrir y cerrar de ojos Fran Ventoso regresaba a lo más alto. No desaprovechó la oportunidad. Al quinto día de competición dio la primera alegría del Movistar Team. Estrenó el palmarés del equipo telefónico en Willunga, final de la quinta etapa del Tour Down Under. No fue la única. Después de cerrar una buena actuación en la Challenge de Mallorca, Andalucía fue la siguiente parada. En la primera etapa segundo tras Jonathan Hivert, en la segunda no perdonó. Dos victorias en un mes. Dos más llegaron en Castilla y León. Primera y segunda etapa antes de llegar al Giro. Allí, como hemos visto, redondeó su excelsa temporada. El segundo puesto en Teramo tras Mark Cavendish le privó alcanzar otra vez la gloria.

Gloria que alcanzó de nuevo ayer. La victoria en Frosinone es el punto que le faltaba en esta primera mitad de temporada. Muchos resultados, pocos triunfos. Sólo el conseguido en Pré-en-Pail en el Circuito de La Sarthe lucía en el palmarés. Italia de nuevo le ha dado la gloria. No falló en su objetivo, en el día que tenía marcado. Pocos días aptos restan para sus intereses. El final en Montecatani Terme puede ser uno de ellos dependiendo el ritmo de ascensión a Vico. Cervere será el restante. Pase lo que pase su meta está lograda. La selectividad, y la fortuna, han tenido recompensa. Italia,una vez más, ha sido como estar en casa.