El equipo BMC Racing Team nació de la mano del suizo Andy Rihs, dueño de la marca de bicicletas BMC, y de Jim Ochowicz, fundador del legendario equipo americano 7-Eleven, con un capital importante y con la clara premisa de establecerse cuanto antes en la élite del pelotón actual. Disputó su primer año en la categoría Continental, por lo que deberían ganarse sus presencia en las carreras más importantes, pero no parecía que fuesen a tener muchos problemas para ello contando en sus filas con el actual campeón del mundo y dos veces segundo en el Tour de Francia Cadel Evans.

Cuando se empezaron a perfilar los fichajes más importantes para esta temporada, parecía claro que el equipo buscaba ser uno de los equipos más fuertes en la campaña del norte con las incorporaciones de Ballan, Hincapie, Burghardt y Kroon; y por otro lado el ya nombrado Cadel Evans debería buscarse sus opciones en las grandes vueltas sin contar con unos gregarios que fuesen a priori a aguantar con el australiano en los grandes puertos de montaña (una constante en la carrera del aussie). El resto del equipo lo conformaban en su mayoría corredores suizos y estadounidenses de bajo nivel en principio.

La temporada para el equipo comenzaba en Australia con al disputa del Tour Down Under, donde iban a ser liderados por Evans, que a pesar de estar fuera de forma en este momento de la temporada se implicó bastante en carrera, acabando sexto en la general y escapándose con Valverde, Luisle y la revelación de la temporada Peter Sagan en la etapa con final en Willunga. Posteriormente pasaron sin pena ni gloria por diversas carreras, y la primera decepción de la temporada llegó poco después, al no ser invitados a una de las grandes clásicas del pavés, la Omloop Het Volk.

En Marzo llegaron buenos resultados de las manos de, cómo no, Cadel Evans: un tercer puesto en la Tirreno-Adriático y un sexto en el Critérium Internacional. El resto del equipo sin embargo parecía seguir de vacaciones, y en el primer monumento de la temporada, la Milán San Remo, el mejor resultado fue obra de Marcus Burghardt, vigésimo segundo llegando en el mismo tiempo del vencedor. La siguiente gran cita con el pavés fue la E3 Harelbeke, y esta vez el equipo si estaba invitado, pero el resultado fue decepcionante. La cosa mejoró en la Gent-Wevelgem, donde el veterano Hincapie se quedó fuera del podio por muy poco. Y con esto llegamos a Abril, el mes por excelencia de las clásicas. En Flandes, Hincapie volvió a conseguir un buen resultado para su equipo, quedando sexto, pero sin ningún BMC teniendo en algún momento la sensación de poder haber optado a la victoria. El resultado en Roubaix volvió a ser malo, siendo George nuevamente el mejor de su equipo, a un mundo de los mejores. Se había acabado la temporada pedruscómana sin ningún podio para el equipo, siendo especialmente sangrante el caso de Ballan, ganador hace 3 años de de Ronde Van Vlaanderen y que se había arrastrado en todas las carreras.

Sólo quedaban las Ardenas para evitar que el BMC se fuese de vacío de las clásicas, y el campeón del mundo Cadel Evans respondió de maravilla, ganando la Flecha Valona y quedando cuarto en Lieja. El próximo gran objetivo del equipo sería el Giro, con Evans de líder. El Giro nos deparó uno de los mejores momentos de la temporada, con Evans ganando en Montalcino con el maillot arcoiris embarrado, pero el australiano se tuvo que conformar con esa etapa y el maillot de la regularidad, amén de vestir la maglia rossa durante una etapa, ya que una fuga bidón camino de L’Aquila y una terrible petada en el Mortirolo le privaron de poder hacer podio en la ronda italiana.

Cadel Evans Montalcino Giro

En Julio la única nota positiva fueron las dos grandes victorias de Burghardt en el Tour de Suiza, y el cuarto puesto de Steve Morabito en la general. Con esto se llegaba al siguiente gran objetivo del equipo, el Tour de Francia. Evans volvía a partir como el líder del equipo, y las cosas empezaron bien, pudiéndose vestir de amarillo después de la etapa con final en Morzine-Avoriaz. Pero al día siguiente, en la Madeleinne, sufrió un desfallecimiento fruto de una fisura en el codo y de los grandes esfuerzos realizados en el Giro. En meta nos dejó uno de los momentos emotivos de la temporada, llorando en brazos de uno de sus compañeros por haber vuelto a fallar en la gran ronda gala.

Cadel Evans Tour

El resto del equipo pasó grismente a lo largo del Tour, y después de él las cosas no fueron a mejor: los únicos resultados destacables fueron un par de buenos puestos de Kristoff, Ballan y Santambrogio en las semiclásicas de Agosto y Septiembre. El equipo no fue invitado a la vuelta, por lo que la última gran carrera fue el Giro de Lombardía, culminado con un buen octavo puesto de Santambrogio. Entre medias se disputó el mundial, en el que el vigente campeón, Evans, lo dio todo para poder revalidar su título antes sus paisanos, pero finalmente el pelotón acabó cazando a todos los fugados, siendo la victoria para el noruego Hushovd.

Con esto acaba la temporada, no pudiendo ser calificada de otra cosa que de decepcionante: cuatro victorias, dos de ellas de Evans y dos de Burghardt. El equipo falló especialmente en las clásicas, y para tal fin se han fichado a varios corredores para ayudar al equipo en ellas (Van Avermaet, Quinziato y el prometedor Phinney, además de a Tschopp o Moinard), aunque el pez gordo del mercado se ha escapado, ya que parece casi seguro que Cancellara se irá al nuevo equipo de los Schleck. Evans ha realizado una gran temporada, y se han visto buenos destellos de Santambrogio, Morabito, Kristoff o Bookwalter, pero el resto del equipo ha fallado, sobre todo el ex campeón del mundo Alessandro Ballan. Mucho tiene que mejorar el equipo el año que viene si verdaderamente quiere establecerse entre los mejores equipos del pelotón.

Nikolas Bordallo