Tras la disputa del prólogo en Herning, es el momento de que los grandes velocistas del pelotón se batan el cobre para poder apuntar sus nombres en el palmarés de la Corsa Rosa. En total, unas siete etapas son propicias para decidirse al sprint. Probablemente en alguna, como la de Porto Sant’Elpidio, el grupo de corredores que dispute el triunfo no sea tan numeroso. Así pues, como siempre por otra parte, van a ser varios los sprinters que se queden sin conseguir la ansiada victoria. Desde Cobbles&Hills queremos analizar también las opciones de esos ciclistas que pueden pasar a la Historia como “el hombre que ganó en…”.

Mark Cavendish (Team Sky) es el vigente campeón del mundo, y eso es motivo más que de sobra para considerarlo el gran favorito cada vez que hay una llegada masiva. Por todos es sabido que Merluzas suele tardar un poco en coger el golpe de pedal en las Grandes Vueltas, pero en cuanto lo hace es casi imposible superarle. Además, cuenta con algunos de los mejores pistards británicos para ayudarle en las llegadas (Ben Swift, Ian Stannard y Geraint Thomas) y como siempre, con su amigo Bernhard Eisel. El rival a batir. El gran favorito. Los otros dos grandes aspirantes son Tyler Farrar (Garmin-Barracuda) y Thor Hushovd (BMC Racing Team). Abandonó el Giro 2011 tras la etapa-homenaje a su amigo Wouter Weylandt. Este año el norteamericano afincado en Bélgica buscará repetir lo acontecido en 2010, donde dos victorias parciales fueron el positivo balance final para él. Por su parte, Thor Hushovd no llega en un buen año. Un quinto puesto en una etapa de París-Niza es, hasta la fecha, el mejor resultado para el noruego. Sin embargo, un hombre como él puede en cualquier momento destapar el tarro de las esencias. No hay que descartarle.

En un segundo escalón estarían esos hombres con buena punta de velocidad que, en función de cómo sea la llegada, pueden pasar de hacer un Top5 a llevarse la victoria. Un claro ejemplo de ello es Fran Ventoso (Movistar), que ya consiguió un sensacional triunfo el año pasado en la llegada a Fiuggi Terme. También Matthew Goss (GreenEDGE) y Romain Feillu (Vacansoleil-DCM) encajan en este perfil. Hombres rápidos, muy rápidos, sprinters de hecho. Pero no sprinters al uso. Hombres de una enorme potencia que ganan enteros cuando la llegada pica hacia arriba, a medida que otros los pierden. También en un segundo escalón, aunque por otras razones, está Theo Bos (Rabobank). Las dos victorias de etapa en el pasado Tour de Turquía aseguran que llega en un buen momento de forma. Pero sigue estando por debajo de otros. Necesitará un punto de suerte para poder levantar los brazos. Este nivel lo cierra Andrea Guardini (Farnese Vini-Selle Italia). No gana desde el Tour de Langkawi, donde consiguió las seis victorias con las que cuenta este año hasta el momento. Si su calidad fuese acompañada de algo más de regularidad, estaría en el primer nivel de favoritos, y no aquí. Tiene clase para exportar.

El tercer y último peldaño es el más amplio de todos. Son muchos los hombres que se meterán en las llegadas masivas con el objetivo de dar presencia a su escuadra. Para ganar tendrían que alinearse los astros. Pero en este deporte, y más en los sprints (sobre todo si son un poco alocados) eso ocurre con relativa frecuencia. De todos ellos, podríamos destacar a Manuel Belletti (Ag2r La Mondiale), Roberto Ferrari (Androni Giocattoli), Sacha Modolo (Colnago – CSF Inox), Arnaud Demare y William Bonnet (FDJ – BigMat), Alexander Kristoff (Katusha), Andreas Dietziker (Team NetApp), Francesco Chicchi (Omega Pharma – Quizk Step), o nuestro HÍDOLO Juan José Haedo (Team Saxo Bank).

En definitiva: demasiados nombres, pocas etapas. Muchos de ellos, la mayoría, terminarán la Corsa Rosa con las manos vacías. Cuando la meta se siente cerca los ojos dejan de ver. Te mueves por instinto. Los puños se aferran a la parte baja del manillar como si fuese más un salvavidas que la propia tempestad. Domingo. 6 de mayo. El primer gran momento del Giro. El día en el que todos se sienten el mejor. Aún no han sido derrotados. No hay nada que coarte ese orgullo tan propio de los sprinters. La primera cita. Carguen. Apunten. Fuego.