Iker Camaño (Santurce, 1979) hace un repaso a su dilatada carrera, su paso por Phonak, Euskaltel, Saunier Duval y finalmente el Endura Racing, donde desde su experiencia enseña a los corredores más jóvenes, aparte de aprovechar cada oportunidad que tiene. Agradecido al ciclismo, está sabiendo sacar el jugo a su etapa en el equipo británico, que le dio la oportunidad en 2010, cuando estuvo más de medio año sin equipo.

Tu primer equipo profesional fue el Phonak, ¿Cómo se produce el paso de Cafés Baqué al Phonak?

Ya de antemano sabía que el paso a Euskaltel era prácticamente imposible, porque había habido más corredores en mi situación y por la problemática y la rivalidad que había entre los equipos. Tuve la fortuna de tener unas cuantas ofertas y al final acabé decidiéndome por el Phonak, por eso, era un equipo en el extranjero, me atraía el proyecto y había estado hablando con Pino y había sido muy sincero conmigo. Me pasó igual que el paso de juvenil a amateur, también tuve unas cuantas ofertas, había hablado con todos, pero el que más claro me lo expuso todo fue Sabino y el final decidí correr con él en Cafés Baqué. Y el paso a profesionales fue un poco parecido, Pino habló conmigo, me convenció. Y la verdad si me vuelven a dejar ahora en los 20 años daría el mismo paso.

Allí coincidiste en Phonak dos años con Juan Carlos Domínguez, que ahora está organizando la Vuelta a Castilla y León. ¿Qué tal esos dos años?

Yo tenía 20-21 años, era la primera vez que salía de casa, había corrido carreras por toda España pero no por el extranjero. La primera vez, otro idioma, otra cultura… Pero el grupo humano que me encontré allí tenemos muy buenos recuerdos. Ahora nos estamos todos en diferentes equipos, nos seguimos viendo y contamos siempre anécdotas de cuando estuvimos allí. Fue una experiencia muy bonita, el equipo también fue creciendo poco a poco y hoy se puede ver a lo que ha llegado, con el BMC.

Después el paso a Euskaltel, un sueño, ¿no?

Si, sobre todo el sueño y lo que quería era vivir un Tour de Francia desde dentro del equipo, fueron los años de la “marea naranja” y llegar a los Pirineos con la camiseta del equipo de casa y ver a tu gente allí son los recuerdos más emocionantes que yo me llevaré de este mundo.

IKER CAMAÑO TOUR DE FRANCIA EUSKALTEL EUSKADI

¿Cual es tu experiencia con el Tour?

He estado en 4 Tours. No me pilló el del sexto puesto de Iban Mayo, yo hice el siguiente.

Que quedaste primer vasco, ¿no? ¿Cómo te sentiste?

Tampoco era un objetivo que tenía. Tuvimos la mala suerte de que Iban se cayó en la etapa del pavés, Zubeldia también tuvo problemas que le obligaron a abandonar y de mitad de Tour para adelante tuvimos mas libertad todos en el equipo y poco a poco fui escalando posiciones en la general y al final pude lograr el primero de Euskadi.

Luego pasaste con Mauro Gianneti y Matxin al Saunier Duval, ¿se notó el cambio?

Estuve en Euskaltel 3 años, que fueron muy bonitos. La gente de allí estamos muy arraigados a aquello, en cuanto a compañerismo hay mucho más compañerismo allí, al ser todos del mismo sitio que en otro equipo. Me dolió tener que marcharme pero tampoco me gustó como se llevaron las formas en mi renovación y pese a tener la oferta de continuidad decidí cambiar de aires. Tenía algunos equipos interesados en mí, ellos también lo sabían pero tampoco hicieron nada por mantenerme y el cambio fue duro pero a la vez en Saunier he vivido años la verdad que muy buenos.

¿Cambió tu planteamiento en carrera? ¿Eran funciones diferentes las que te pedían de Euskaltel a Saunier?

No, básicamente eran igual, porque en Saunier aquel año había gente muy buena Simoni, Mayo ,Piepoli, empezaba Ricco… A todas las carreras que íbamos teníamos opciones de ganar. Aparte con el buen ambiente que teníamos hacía que consiguiéramos resultados. Gano Cobo la Vuelta al País Vasco, ganamos un montón de carreras que yo creo que nadie se esperaba. Y sobre todo creo que era por eso, teníamos dentro del equipo un ambiente familiar, tanto corredor como auxiliares. Para eso Matxin yo creo que es el numero uno y en ese sentido sabe manejarlo muy bien.

Tiene tacto psicológico, ¿sabe empalizar muy bien con el corredor?

No psicológico. El siempre dice “parece que hago un casting para traer a la gente al equipo, porque cada uno que viene es para darle de comer aparte” (risas) La verdad es que coincidimos gente muy diversa pero que sabe como hacer que haga piña y en la carretera sean uno. Yo creo que lo que tenía el Saunier bueno era eso. Si en el equipo un corredor estaba en disposición de ganar todo el equipo se volcaba con él.

Tras estos buenos años te viste sin equipo, 6 meses sin poder competir. ¿Qué ocurrió y cómo se viven esos meses de incertidumbre?

Pasó un poco lo mismo que en Euskaltel, lo que pasa es que tampoco tenía ninguna oferta segura para cambiar. La oferta de renovación no me gustó y decidí que, no es que no me mereciese la pena, pero que no me parecía justo el contrato que me estaban ofreciendo. Ellos mismos me lo reconocieron también pero tampoco había más. Era consciente de que la oferta que estaba rechazando había muchos corredores que la aceptarían. Al final me dijeron que si fichaban a otro a lo largo del año me iban a fichar a mí. Cosa que no pasó, pero porque no ficharon a nadie, no les puedo echar en cara que me dijesen eso y luego me dejaran en la calle. No ficharon a nadie por lo tanto no me quejo de eso. Luego tuve la fortuna de empezar a correr con Endura, sobre todo gracias a Bingen Fernández, que a inicio de año me comentó la posibilidad del equipo pero ya era un poco tarde y tampoco tenían hueco. Yo lo que quería era no pasarme el año en blanco y al final me pasé medio año, porque cuando más negro lo veía encendí un día el teléfono y tenía un e-mail de Brian Smith, comentándome que necesitaban gente con experiencia para correr la Vuelta a Gran Bretaña, que si me interesaba. Y por supuesto que dije que sí.

¿Qué se te pasa por la cabeza en esos momentos sin equipo? ¿Es duro cambio de aires cuando dejas de competir?

Al principio no es duro, empecé a entrenar como cualquier otro año, con los mismos compañeros de grupeta y hasta enero tampoco se hace muy duro. Y luego vas viendo que uno se va a un sitio, el otro a otro sitio… Estás tu sólo en casa… Eso si que se hace más duro, entrenar tu sólo cuando ves que los demás van yendo y viniendo a correr. Yo seguí entrenando pero al final la vida si que te la cambia, seguía entrenando pero tenía claro que fuera del ciclismo hay otra vida y que la quería vivir también. Me gusta el ciclismo muchísimo, si no no estaría aquí, pero soy consciente de que un día esto se va a acabar y que luego hay otra vida.

¿Estás preparado?

Yo creo que sí. He pasado una prueba en cierto modo con lo que me ha pasado. Y la verdad es que si que dudas un poco en decir: “¿Hacia dónde enfoco mi vida?”. Pero también tienes un tiempo para elegir, montar un negocio… Aunque yo no lo sé porque lo que quería era seguir andando en bici, sobre todo psicológicamente me veía bien, físicamente también. Yo decía: “me tiene que salir algo, tarde o temprano tiene que salir porque yo lo que quiero es seguir aquí”. Lo que más me dolía era eso, tener que dejar de andar en bici, no porque yo quisiera, sino por imposición, por no tener la posibilidad de seguir corriendo. No sé si decir que estoy viviendo una segunda juventud, pero si que valoro todo lo que tengo por el palo que me llevé hace un par de años. Te hace valorar todo con mucha más intensidad que antes. Ibas a correr, venías, estabas bien… Pero ahora ya sé lo que hay fuera de esto.

IKER CAMAÑO ENDURA RACING

¿Te costó adaptarte los primeros meses en el Endura?

No, la verdad es que la aclimatación fue fácil. Yo no conocía a nadie, solo había hablado con un corredor, [Alexandre] Blain, que lo conocía de la época de Cofidis pero a nadie más. La adaptación fue muy rápida, estuve entrenando en casa antes de una concentración que tuvimos. En la concentración ya empecé a andar bien y me llevaron a correr incluso antes de lo que tenía previsto. Debuté en París-Corrèze, que aunque todavía no estaba muy bien, lo que quería era correr, me daba igual “ir dando pena” que al “cien por cien”. Quería volver a estar en el pelotón. Lo que me encontré allí era muy familiar. Un equipo en el que no nos sobra de nada, pero tampoco nos falta. Tenemos lo justo pero tampoco exigir mucho más.

¿Te sientes respetado?

Si algo tengo yo es que me gusta mucho fijarme en el trabajo de los mecánicos, masajistas, auxiliares… Incluso del director. Y lo que más me reconforta de esto es cuando paso meta todos los auxiliares tiene palabras de ánimo. Tener “buen rollo” con todos. Y en ese aspecto si que tengo buena relación con todos los auxiliares de los equipos en los que he estado. Eso es algo que me gusta. Me da igual que sea de Ávila que de Portugal, por ejemplo ahora he coincidido con Texeira, que empezó conmigo en Phonak y hacía 10 años que no estaba con él. Pero había veces que le veía en el avituallamiento y cruzabas cuatro palabras. Y es algo que me gusta fijarme y mantener esa amistad, igual yo me abro a eso y luego en carrera es más fácil decir las cosas. Y los mismo con los corredores, cada uno somos de una madre, aunque el trato con auxiliares que con corredores sea diferente.
Para ganar sólo vale uno, si tienes en el equipo alguien que vale para ganar hay que aprovecharlo y ayudarle. Es lo que siempre les digo a los jóvenes del equipo: “Para ganar sólo vale uno, lo que tienes que hacer es buscar tu sitio en el menor tiempo posible y aprovecharlo al cien por cien” Que vale para subir agua, pues tiene que ser el mejor subiendo agua, que va a durar muchos años en el ciclismo. Ese consejo me lo dieron a mí y creo que es el mejor consejo que se puede dar. Ser el mejor en lo que puedas ser. Aunque luego haya otros cincuenta corredores que hacen lo mismo que tú, incluso mejor. Pero en el equipo en el que estés, ser el mejor en tu función.

¿Cómo te ven tus compañeros? Porque ahora has madurado, tienes un nombre, un caché, una experiencia… ¿Cómo te ven los más jóvenes?

Bueno, ahora los jóvenes vienen diferentes. Me acuerdo cuando pasé al Phonak daba todo mucho respeto, me pasó lo mismo en Baqué. Cuando pasé a Baqué estaban Igor Minez, Iker Zabaleta, corredores que te dabas cuenta que los veías en los periódicos. Y pasas a compartir equipos con ellos. Y cuando pasé a profesionales me pasó lo mismo, llegué a Suiza y con el primero con el que me pusieron en la habitación fue con [Oscar] Camenzind, campeón del mundo, que pasaba de verle en la tele a estar en la habitación con él. Te impone. Ahora ya los chavales vienen con todo “medio sabido” y es algo de alabar, pero bueno, aparte de que sean más valientes también tienen que aprender la profesión, porque luego la carretera pone a cada uno en su sitio. En el equipo me tienen para eso, intentar dirigir al equipo en carrera, con la experiencia que tengo y las grandes vueltas que he hecho. Y viéndolo desde fuera si que ves que les falta esa picardía de saber meterse, pasar un momento malo y llegar luego a meta en el primer grupo… Ellos igual pecan un poco de querer ir delante todo el rato y no se dan cuenta que igual vas a rueda metido y vas más fácil.

¿Te buscan mucho? Te dicen: “Iker, ¿qué hago?”

Tampoco eso, porque ya llevan unos cuantos año andando en bicicleta y cuando se equivocan ya lo saben. Lo que si trato de hacer es cuando llegamos al hotel hablar con ellos. “Creo que te has confundido aquí”, para que la siguiente vez lo sepan. Analizamos un poco la carrera, lo mismo que me gusta que me digan a mí, que yo tampoco tengo todo sabido, hago fallos igual que todos. Pero los que yo veo, lo mismo que me gusta intentar ayudar a un compañero a mejorar, también me gusta que me lo digan.

Este es el tercer año en el equipo. ¿Cuáles son los principales objetivos tuyos y del equipo?

En cuanto a principio de año no nos podemos quejar, nadie se esperaba una año como el que estamos haciendo. Hemos ganado carreras importantes, en todas las carreras que estamos se nos está viendo y sobre todo nos ha dado muchísima confianza empezar así. Aunque no hayas hecho esa carrera, pero ver que tus compañeros están delante en las carreras te crea una tranquilidad y una confianza enorme. Se va a las carreras de una manera diferente, sabiendo que siempre hay alguno que puede estar en disposición de ganar. Y eso es lo que pretende el equipo, nuestra idea era esa, empezar bien para ver si entre todos podemos conseguir ese salto de categoría que queremos. Llegar a ser el año que viene Continental Profesional y disputar carreras más importantes.

¿Con esas importantes victorias es suficiente o hace falta un empujón de algún patrocinador más?

Las victorias son importantes, pero para lo único que valen es para animar a algún patrocinador a que se implique con nosotros, ya que Endura en solitario ya nos ha dicho que sería un esfuerzo muy grande. Están muy contentos con las ventas que están teniendo desde que ha salido el equipo, pero para ellos solos sería un desembolso muy grande.

El año pasado conseguiste muchísima regularidad, estando en la mayoría de las carreras entre los 20 primeros, con varias victorias como la etapa en Noruega que atacaste en el último kilómetro “a lo Cancellara”. ¿Qué valoración haces de la temporada pasada?

Estoy muy satisfecho, sobre todo porque tenía dudas. Empezamos muy pronto la temporada, en Argentina y estuvimos prácticamente sin descansar hasta octubre. Me vino muy bien acumular muchos días de competición a principio de año y luego lográ mantener una regularidad a lo largo de todo el año bastante buena. Incluso el objetivo de equipo que era Gran Bretaña lo teníamos “entre ceja y ceja”, hice sexto en la general y contento por haber estado durante tanto tiempo en una condición aceptable.

Iker Camaño Endura Racing

Otra de las carreras que ganaste, el Cinturón a Mallorca, se ha suspendido este año, ¿cómo ves las situación del ciclismo español?

Es triste, porque cada vez ha y menos carreras, sobre todo menos días de competición. Porque las carreras salen, pero carreras de 5-6 días se están quedando en 3. Hemos visto como una gran carrera como es la Vuelta al País Vasco has estado en peligro de suspenderse. Y no solo esa, la Clásica de San Sebastián también, que han sido carreras de toda la vida, con solera y una participación de lujo. Y que preguntas en el pelotón después de las tres grandes qué carrera atrae más al ciclista y todo el mundo te dice la Vuelta al País Vasco. Sobre todo por la afición, está claro que animan a los suyos, pero siempre tienen una palabra de ánimo para todo el mundo y eso el ciclista lo valora. Si que es un poco triste la situación en la que estamos, pero esperemos que poco a poco se invierta las situación y los problemas que hay se vayan solucionando. Y aparte de las carreras, que salga algún equipo.

¿Ves alguna solución a corto o medio plazo?

Es muy difícil buscar una solución, hasta ahora suficiente están teniendo los organizadores con no arrojar la toalla y sacar las carreras. No sé que decirte. Es triste, por ejemplo el Cinturón a Mallorca llevaba ya 50 años haciéndose y que por 4 duros, por que al final no es tanto lo que falta. Leía una noticia que cerraba el aeropuerto de Ciudad Real, creo, y se habían invertido 500 millones de euros. Imagínate si se invierte eso en el ciclismo.

Imposible no preguntarte sobre la gran revelación de principio de temporada, Jonathan Tiernan-Locke. ¿Qué te parece? ¿A dónde puede llegar?

Ha conseguido unos resultados, no te voy a decir que sorprendentes, pero si excelentes, porque le conocía del año pasado en Gran Bretaña y me dejó sorprendido de la facilidad que tiene para subir. Hemos visto que a principio de año ha sido el corredor más fuerte del mundo. Digo del mundo porque no ha habido ningún corredor que le haya batido. Y ganar como ha ganado en el Tour del Mediterráneo y en el Tour de Haut Var es digno de alabar. Ha ganado contra rivales en teoría superiores a él, pero como decía antes la carretera pone a cada uno en su sitio y si ha sido el más fuertes es porque ha entrenado el que más y en ese momento es el que más en forma estaba.

Has corrido las tres grandes, ¿con cual te quedas?

Con el Giro.

¿Sin dudarlo?

Si, si. Yo creo que es la más dura y la que más ambiente y cultura ciclista tiene. Es en la que va a ver la carrera es un aficionado a la bicicleta.

Una Vuelta al País Vasco rosa de 21 días.

Efectivamente, si , podemos decirlo así. Hombre, la más importante es el Tour, allí vas escapado 20 metros y se ve en todo el mundo. Pero las montañas del Giro, los traslados… todo. Al final nos quejamos de todo, pero son experiencias que te marcan. Llegar a un pueblo y verlo teñido de rosa. Allí se desviven por al carrera. He corrido dos, y los dos voluntario además.

¿Tienes alguna deuda pendiente con la carretera?¿Algún resultado?

Hombre, a todo el mundo le gustaría una etapa en el Tour o en una vuelta grande, pero tampoco es algo que me quiete mucho el sueño, porque al final yo soy consciente que el Tour son 21 etapas y como mucho van a ganar 21 corredores, encima la mayoría de los años alguno repite, con lo que el abanico se cierra, pero de lo que si me voy con un poco de pena es el no haber tenido en una carrera de 3 semanas a un jefe de filas en disposición de ganarla. Siempre me ha gustado mucho trabajar para los demás, digamos que soy un gregario, y me veía subiendo el Tourmalet tirando de todo el grupo… Es algo que si me da un poquito de pena. No estar en una carrera tan grande en disposición de que algún compañero la gane. He estado en le Vuelta al País Vasco con Cobo, pero en una vuelta grande si que me hubiese gustado tener un compañero con posibilidad de ganarla y claro, tener una buena condición para ayudarle.