Año nuevo, vida nueva. Esto deben estar pensando ahora mismo los corredores de Astaná. El año 2011 pinta prometedor para el equipo kazajo tras los fichajes y las salidas que han habido en el equipo. Un equipo que necesitaba una reestructuración urgente, ya que estaba viendo como el equipo sufría una gran Contador-dependencia a la hora de conseguir objetivos, acompañado como no, del veterano Alexandre Vinokourov. Ellos dos han sido los que han sacado a un equipo muy flojo y muy limitado adelante.
Un equipo que, como había hecho durante estos años, basa su temporada en ganar el Tour de Francia. No cuentan con un sprinter de garantías. Tienen a Allan Davis, un corredor que hace tiempo que no está en la pelea por los sprints y que no reporta victorias al equipo. Es por esto que también toda la temporada está basada en la preparación del corredor madrileño para conseguir el triunfo en el Tour de Francia además de lo que pueda conseguir Vinokourov como outsider en cualquier tipo de carrera.
Victoria en el Algarve, victoria en Paris-Nice y victoria en la Vuelta a Castilla y León son los resultados que conseguiría Alberto Contador durante la primavera. Por otra parte, el otro gran protagonista de esta parte del calendario sería Alexandre Vinokourov. Tras conseguir la victoria final en el Giro del Trentino, consiguió llevarse la Liège-Bastogne-Liège tras un ataque a 15 kilómetros de meta. El resto de corredores, discretos. Gasparotto decepcionó bastante, como durante toda la temporada, consiguiendo solamente un 3º puesto en la Amstel Gold Race. Solamente destacó Iglinskiy que consiguió una buena victoria en la exigente Montepaschi Strade Bianche Eroica, con constantes repechos durísimos y con más de 50 kilómetros sin asfaltar. Ganó la prueba por delante del sueco Lovkvist.
La siguiente parada era el Giro de Italia, con Vinokourov como líder de equipo. Se comentaba antes de comenzar el Giro que sería mucho para él, que no podría aguantar una vuelta de 3 semanas y que acabaría desfondado. Nada más lejos de la realidad. Memorable actuación del kazajo y dejando imágenes para la historia, como la etapa con final en Montalcino, bañándose en barro junto a Cadel Evans, que sería quien acabaría ganando la etapa. Además, conseguiría ponerse de líder en varias ocasiones durante la prueba. Terminó 6º.
Seguía avanzando el calendario y nos colocábamos en junio. Tiempo de Dauphiné, prueba que habían elegido los directores de Astaná para preparar definitivamente el Tour. Para ello, llevarían a Francia a todo el séquito de Alberto. Noval, De La Fuente, Tiralongo, Jesús Hernández y Dani Navarro le acompañaron. Balance muy positivo para el de Pinto, ya que se llevó el prólogo y la 6º etapa, pero no pudo con el esloveno Brajkovic, que se mostró muy sólido durante toda la prueba. Además, Dani Navarro pudo ganar la etapa con final en Grenoble.
Y llegábamos al Tour. Tiempo de demostrar lo que se había sembrado durante las pruebas previas. El gran favorito se presentó en la línea de salida con su ya comentado séquito y dispuesto a llevarse la victoria final. Se mostró muy sólido Contador durante toda la prueba, aunque darían más que hablar sus decisiones en carrera que lo que hacía sobre la bici. Primero de todo, la polémica que hubo camino de Spa cuando los Schleck se cayeron por el aceite dejado en una curva por una moto y el pelotón paró, reproduciéndose esta misma situación cuando Samuel Sánchez cayó y Contador hizo parar al pelotón ante la negativa de Carlos Sastre. Por otro lado, la otra gran polémica se produjo tras el ataque que hizo después de que a su máximo rival, Andy Schleck, se le saliera la cadena. Daría mucho que hablar esa maniobra; en la conciencia de Alberto Contador también quedó muy marcada, puesto que en la etapa del Tourmalet no le peleó la victoria final y entraron juntos a meta fundiéndose en un abrazo. En cualquier caso, finalmente consiguió el Tour y se iba a sumar a su palmarés siendo así tricampeón. O eso parecía.
Pasaban los meses y mientras tanto, el equipo firmaba una discretísima Vuelta a España con destellos del renacido Dimitri Fofonov, que lo probaba de vez en cuando y un Alexandr Dyachenko que aguantó con el grupo de favoritos en alguna etapa de montaña, pero lo importante vendría al término de la Vuelta. Se filtraba la noticia de que Alberto Contador había dado positivo en la 2º jornada de descanso del Tour de Francia -Clembuterol era y es la sustancia- A partir de ahí, una polémica que todavía no ha acabado y que cada vez es más surrealista, con filetes, plásticos, participaciones en programas del corazón y manifestaciones públicas para apoyar al ciclista. Un despropósito en sí mismo que esperemos que se solucione pronto y de una manera justa y equitativa si es necesario.
Finalizando la temporada, solamente destaca el tercer puesto de Allan Davis en los Mundiales de Geelong. Lo importante para el Astaná viene a partir de ahora. Un proyecto muy ilusionante que rompe totalmente con lo que tenían hasta ahora, que se basaba únicamente en la figura de Contador. Al ya veterano Vinokourov se le suman los fichajes de Kreuziger, Di Gregorio, Masciarelli, Petrov o Lorenzetto. Corredores para conseguir triunfos en distintas especialidades. Un proyecto ambicioso y que dará mucho que hablar el año que viene.
Carlos Correa