Nunca he sido freirista. Es más, siendo como soy un tipo de filias y fobias -controladas, eso sí- estaba más cerca de ser un hater que un gruppie. Sin saber muy bien el porqué, sus victorias me decían poco, ya fuera el primer Mundial en Verona, las dos etapas en la Vuelta’00, la del Tour’01 o el segundo Mundial en Lisboa.
Pero 2004 fue un año decisivo para mi visión de Óscar Freire, y es que nunca le acabé de perdonar que fuese uno de los grandes responsables de que Erik Zabel, ese hombre al que desde donde me alcanzaba la memoria ciclista había visto cada mes de julio vestido de verde en los Campos Elíseos parisinos, nunca hubiese podido ganar un Mundial que tanto se había merecido durante su carrera. Había empezado ya mal cuando le birló la victoria al alemán en las calles de San Remo colándosele por debajo del sobaco privándole de su quinta Classicissima e hizo lo mismo otra vez en Verona cuando le superó en la llegada. ¡Hasta le ganó el primer día que veía ciclismo en directo cuando la Vuelta llegó a Castelló de la Plana! Freire había pasado a entrar en mi lista negra.
Erik Zabel seguía siendo uno de mis admirados, pero durante aquellos días llegaba pisando fuerte un joven Tom Boonen, otro motivo para desear que hubiese alguien a quien Freire no pudiese batir en las llegadas. Pero pasaban los años y seguía ganando, Tirreno-Adriático’05, la Clásica de Hamburgo’06, la Gent-Wevelgem’08, el vert del Tour’08, la Paris-Tours’10. Mención aparte para la Milano-Sanremo’07 y la Milano-Sanremo’10, otras dos veces que se interponía en el camino de mi caballo ganador. Jodido Óscar, qué bueno era y qué poco me gustaba verle ganar. Menos mal que cada año a finales de abril llegaba su quiero-y-no-puedo en las clásicas de las Ardenas.
Había dejado de ser el joven que amenazaba con batir los tres arcoíris de Binda, Merckx y Van Steenbergen y era un ciclista veterano que apuraba sus opciones para conseguirlo. Pero ya hacía años que el cántabro veía fantasmas por todos lados y perdía la ilusión por el ciclismo. Cada temporada vivíamos un día de la marmota cuando insinuaba su retirada condicionándola a su cuarto Mundial y sus declaraciones a la prensa -acertadas o no- cada vez eran más dignas de una nominación para los Premios Carlos Sastre C&H. He de reconocer que la situación me divertía. Pero de repente, el año pasado tuvo un importante bajón y todo estalló. Salió de Rabobank por la puerta de atrás de malas maneras y cuando todo parecía apareció Katusha dispuesto a darle una última oportunidad.
¡Y cómo la ha aprovechado! Ya empezó avisando en las antípodas con una victoria de etapa en el Tour Down Under seguida de otra en Andalucía para luego hacer un buen papel en Tirreno-Adriático. Llegaba a la temporada de clásicas a tope. Y para empezar, la Classicissima, donde no tuvo opción ante el ataque de Nibali y la continuidad que le dio Cancellara, pero allí estaba él en el Poggio dispuesto a luchar por su cuarta victoria. Luego llegaron las piedras, donde nunca se había dejado ver en exceso durante su carrera; allí no se notó para nada su falta de experiencia en este terreno y su actuación fue simplemente tremenda dejándose ver en especial en los sprints siendo cuarto en Gent-Wevelgem y segundo en el E3 Prijs de Warengem superado por Tom Boonen, pero también en De Ronde van Vlaanderen dando muy buenas impresiones con la carrera bien avanzada.
Su primavera estaba siendo soberbia, pero ha sido durante esta semana que mi opinión sobre Óscar Freire ha cambiado para siempre por la implicación en carrera que tuvo en De Brabantse Pijl, pero especialmente por lo acontecido la tarde de ayer en la Amstel Gold Race. Hoy, de un plumazo, valoro todo lo que mis fobias me habían impedido valorar con total plenitud durante tantos y tantos años. Cuando a partir de ahora me pregunten por Óscar Freire diré simplemente que ha sido el mejor clasicómano español de todos los tiempos.
Eres un HEREJE que has visto la LUZ.
Los Freiristas sabemos perdonas. Aunque no lo merezcáis…
no te entiendo porque habiendo hecho lo que ha hecho no te gustaba pero bueno tu sabras , por favor gana tu cuarto mundial te quiero ver un año mas