Rinaldo Nocentini es el 9º de diez hermanos. “Nací en un equipo”, bromea. Hijo de un albañil y una ama de casa, se crió en Monte Marciano, un pequeño pueblo de 140 habitantes en el centro de Italia. Cuenta que corría desde pequeño. A la hora de comer, el padre se sentaba en la cabecera. Los dos hermanos cerca de la televisión. Y luego, donde podían. “Los más rápidos comían alrededor de la chimenea, los más lentos en pie”. Compartió plaza con Pozzato, Eisel o Cancellara en el filial del Mapei. “Sueño con la Liege-Bastogne-Liege”, decía. Luego se echó a perder una temporada, entre chicas y vino. Después conoció a Manola, su mujer. Lo centró. Lo recuperó para el ciclismo. Ahora, con 34 años, quizá haya llegado su momento. Los amigos de Velochrono nos traen la entrevista al ciclista del AG2R-La Mondiale.
Rinaldo, abandonaste la Vuelta al País Vasco en la cuarta etapa, la semana pasada. Nada grave, ¿no?
No me encontraba bien allí. Estaba un poco fatigado y preferí abandonar para preparar mejor las clásicas de las Ardenas. Fue simplemente una cuestión de cansancio. Allí empezaba a hacer algo de frío, y yo no quería correr riesgos.
Entonces, ¿llegas a las clásicas en forma?
Sí, he recuperado bien después. Sé que me he preparado bien. Sinceramente, creo que puedo hacer una gran semana.
¿Con qué objetivos partes?
Personalmente, siempre que empiezo una carrera voy con la ambición de conseguir la victoria. Es lo que me parece normal. Ahora bien, creo que sería un buen resultado acabar entre los cinco o diez primeros de esas carreras.
En todo caso eso sería algo nuevo para ti. Desde un sexto puesto en la Flecha Valona 2007, no has podido brillar en las Ardenas, pese a que son carreras que se adaptan muy bien a ti. ¿Cómo lo explicas?
Creo que hasta este año nunca había llegado a esta parte de la temporada completamente en forma. Y todo porque habitualmente buscaba estar al 100% de forma en febrero. Y claro, cuando llegaban las Ardenas, empezaba a acusarlo. Este año estoy teniendo buenas actuaciones donde me lo estoy proponiendo: tanto en Tirreno-Adriático (cuarto), como en el Critérium Internacional (quinto, siendo segundo e L’Ospedale). Y he levantado un poco el pie en País Vasco para llegar a tope a estas pruebas. Nunca había hecho eso antes. Era correrlo todo a tope desde el 1 de febrero. Nunca había abordado las Ardenas en mi tope de forma. Este año, creo que al fin sí.
Se te ve muy confiado de cara a estas clásicas.
Los resultados en Tirreno-Adriático y Critérium Internacional me han dado mucha confianza. Hace dos años, toda mi temporada se vio truncada por culpa de una caída. Y el año pasado, en 2011, no encontré el golpe de pedal. Este año he vuelto a coger moral después de estas dos carreras. Y quiero darlo todo en estas carreras, a las que llego en mi mejor momento.
Haces referencia a estos dos últimos años negros, a causa de una fractura de tibia y peroné en el GP delle Insubria, en febrero de 2010. A tu edad (34 años), la vuelta al primer plano parece casi un milagro.
Durante estos dos años mucha gente me ha dicho: “Después de lesiones largas, vuelves aún más fuerte”. Pero francamente, el año pasado sufrí y trabajé muchísimo, y sin embargo no encontré el golpe de pedal que me permitiera luchar por victorias. Este año, por fin he recuperado mi mejor nivel, probablemente el mejor momento de mi carrera. He crecido física y mentalmente. He madurado. Hago todo con mucha más seriedad que antes. Estoy hiper confiado para las clásicas, porque las he preparado minuciosamente, cuidando hasta el más mínimo detalle. Estoy mejor que nunca.
Durante estos dos años, ¿dudaste de si podrías recuperar tu mejor nivel?
El año pasado, sinceramente, me hice muchas preguntas sobre si podría volver al nivel de antes de la caída. Hablé con muchos especialistas. Y todos me dijeron: “todo lo que te está pasando es lo normal”. Después de la caída, me operaron. Luego, seis meses más tarde, tuve que volver a pasar por quirófano para que me quitaran todas las placas y tornillos que me había implantado. Dos anestesias en el mismo año. Los especialistas me decían que necesitaría alrededor de un año para volver. Y que quizá ni siquiera eso sería suficiente. Y por fin, tras ese año, he vuelto.
Y tienes grandes ambiciones para estas Ardenas. ¿En cuál de las tres crees que puedes hacerlo mejor?
Creo que la Flecha Valona, por sus 200 kilómetros, es la que mejor me va. Además se suele decidir en el muro de Huy, que es un tipo de ascensión en el que ya he demostrado varias veces que puedo rivalizar con los mejores. Pero la que más me gusta es la Liège-Bastogne-Liège. Por su recorrido y por su leyenda. De toda la temporada, es mi carrera preferida. Ganarla sería un sueño.
Llegados a este punto en el que tienes un nivel tan bueno, sólo falta una cosa: la victoria, que no llega desde la caída de 2010. ¿Se te viene a la mente a menudo?
Sí, la verdad es que sí. Sé también que los objetivos que me he fijado esta temporada son difíciles. Tirreno-Adriático no es una carrera para nada fácil, y luego en las Ardenas, quiero la victoria pero evidentemente son carreras muy duras. Ahora mismo lo único que quiero es hacer la mejor semana posible. Ya tendré la ocasión de ganar en carreras un poco menos importantes.
Esa victoria que te falta, le falta también al equipo Ag2r La Mondiale, que aún no ha ganado en 2012… Sabemos que es una cosa colectiva, pero ¿en qué medida piensas en ello?
Enormemente. Bueno, yo soy bastante tranquilo. Intento dar el máximo en mi trabajo sin preocuparme mucho de lo demás, y creo que eso también me hace estar más centrado en carrera. Pero en el seno del equipo, es inevitable que pensemos en ello. Sabemos que no es necesariamente bueno porque si lo piensas mucho, puedes agravar el problema. Por ejemplo, yo acabé segundo en la cima de L’Ospedale, en Critérium Internacional, y puedo pensar que seguimos sin victorias por eso. Si me hubiese gastado menos durante toda la temporada habría ganado fácil. Cuando buscas vencer a toda costa, terminas por no conseguirlo nunca.
Abrir tu cuenta y la del equipo en una de estas tres clásicas sería ideal…
Digamos que buscamos cosas más normales (ríe). Por un instante, sólo esta semana, dejamos de lado las victorias. Nuestros sprinters tampoco terminan de llegar… Una victoria en la Flecha Valona o en Liège-bastogne-Liège casi valdría por toda la temporada.
Y luego, ¿el Giro?
No, no voy a hacer el Giro de Italia este año. Quiero parar y luego prepararme pensando en correr el Tour. Aún no es seguro, porque también tenemos el Tour de Polonia, donde fui bien el año pasado. De todas formas, espero ir y hacerlo bien en el Tour de Francia.