El Team Saxo Bank ha terminado la que probablemente será la temporada más rara, convulsa y extraña que ha vivido la estructura bajo el mandato del director danés Bjarne Riis. Como ilustra el título de la crónica, el equipo ha sido capaz de lo mejor y de lo peor durante esta temporada que ya ha finalizado. Desbandada general, salidas nocturnas, exhibiciones de sus ciclistas y muchas más cosas que repasaremos en este artículo.
La temporada se puede dividir en tres grandes bloques. Primavera, Tour y septiembre. En la primera parte de la temporada, destaca por encima de todo el recital ciclista que hizo Cancellara tanto en las piedras de la París – Roubaix. como en el Tour de Flandes. Destacar esta última, dónde realizó un ataque memorable en el Kapelmuur dejando sin respuesta a Boonen. Su actuación fue legendaria, digna de entrar a los puestos más altos de los mejores momentos de la historia del ciclismo. Antes de eso, había conseguido también la victoria en la E3 Prijs Vlaanderen también por delante del ídolo local Tom Boonen.
Hubo una polémica un tanto absurda al hilo de las espectaculares victorias del suizo en estas pruebas, siendo acusado éste de llevar un motor en su bicicleta con el cual se ayudaba, como es evidente, para realizar los ataques tan duros que hacía. Un vídeo que circulaba por Youtube aumentaba las sospechas, las cuales aumentaban tras las declaraciones de Tom Boonen: “Iba a 50 por hora persiguiendo a Cancellara pero no lograba acercarme. Era algo increíble”. En cualquier caso, estas acusaciones no llegaron a ningún lado y las impresionantes victorias de Cancellara no quedaron ensuciadas por esta polémica.
Llegábamos así al Giro de Italia. Un Giro al que el Saxo Bank se presentaba sin favoritos de cara a pelear por el triunfo final. Situación que aprovecharía el joven aussie Richie Porte para destaparse y demostrar que es un ciclista con un enorme potencial. Consigue la Maglia Rosa en una fuga bidón en la que se encontraba el que a la larga sería 2º clasificado del Giro, David Arroyo, Bradley Wiggins o Carlos Sastre. No consiguió aguantar el liderato, pero pudo amarrar un gran séptimo puesto.
Llegábamos así a junio, un mes que engloba tanto la preparación para el Tour como los campeonatos nacionales. El Saxo Bank decidió que su preparación para el Tour pasara por la Vuelta a Suiza. Prueba que finalmente se la llevaría Frank Schleck por delante de Armstrong y de otro compañero de equipo, Jakob Fuglsang. El equipo estaba muy motivado y muy centrado para el objetivo principal del año, arrebatarle el Tour al máximo favorito, Alberto Contador. Antes de llegar a esto, en los campeonatos nacionales el Saxo Bank conseguía las victorias en Luxemburgo y en Dinamarca, de la mano de Frank Schleck y de Nicki Sorensen respectivamente.
Era la hora de la verdad, la hora del Tour. El equipo llevaba a los mejores ciclistas posibles. Equipazo de lujo compuesto por los hermanos Schleck, los hermanos Sörensen, O’Grady, Fuglsang, Voigt, Cancellara y Breschel. En la etapa de pavé, Frank Schleck se iría para casa tras una escalofriante caída, la cual no impidió a su hermano, luchar hasta el último momento por la victoria final. Finalmente no pudo ser y acabó segundo, además de conseguir dos victorias de etapa, una en el Tourmalet y la otra en Avoriaz por delante de Samuel Sánchez. Sumado a las dos victorias en las contrarreloj del suizo Cancellara, el bagaje del equipo era muy positivo. Puede serlo todavía más si se confirma el positivo de Alberto Contador por Clembuterol en la 2º jornada de descanso, ya que, teóricamente, el Tour pasaría a manos de Andy Schleck.
Durante todos estos meses, sonaba y se hablaba mucho del proyecto que los hermanos Schleck estaban construyendo. De la mano del director deportivo de Saxo Bank, Kim Andersen, intentarían construir un equipo con licencia luxemburguesa. Uno de los grandes quebraderos de cabeza para el danés Riis, ya que veía como su gran proyecto quedaba desarbolado, puesto que tanto Andy como Frank dejaban el equipo, acompañados además de corredores tan importantes como Voigt, Fuglsang o Stuart O’Grady. Se movió rápido Bjarne contratando al tricampeón del Tour, Alberto Contador, pero la jugada puede salirle muy mal si se confirma el positivo por clembuterol comentado anteriormente.
Volviendo a la carretera, el calendario nos situaba en la Vuelta Ciclista a España. El equipo llevaba un nueve impresionante para lo que se esperaba -los hermanos Schleck, Larsson, Cancellara y O’Grady-. Con Frank como líder del equipo, su hermano tomaría las labores de gregario de lujo para ayudarle a conseguir la victoria, pero nada más lejos de la realidad. Las salidas nocturnas de Andy, Cancellara y O’Grady por la noche española dio mucho que hablar y obligó a Riis a mandar para casa al australiano y al pequeño de los Schleck, dejando una imagen nefasta y una profesionalidad lamentable. Finalmente y pese a ello, Frank Schleck pudo conseguir un buen 5º puesto.
Después, y por último, Fuglsang consiguió dejarse ver en la parte final de la temporada en Lombardía, el GP Beghelli o en la carrera homenaje a VDB. En los Mundiales de Geelong, Fabian Cancellara consiguió escribir su nombre en la historia del ciclismo por segunda vez en 2010 -la primera fue en abril al ganar en un mismo año De Ronde y la París-Roubaix, hecho que tan sólo han conseguido algunos de los más grandes ciclistas; el último Boonen en 2005-, al vencer por cuarta vez en el Campeonato del Mundo contrarreloj.
Carlos Correa