Boy Van Poppel (Utrech, 1988) lleva el ciclismo en sus venas. Como otros tantos muchos, su progenitor le inculcó el amor por el ciclismo. Jean-Paul Van Poppel, su padre, es el fiel reflejo sobre el que mirarse. Popeye fue uno de los mejores velocistas en su época. Ganador del maillot verde en el Tour de Francia en 1987. Consiguió victorias de etapa en las tres grandes: nueve en el Tour, cuatro en el Giro y siete en la Vuelta. Destacó en las filas de los dos mejores equipos holandeses de los finales de los ochenta y comienzo de los noventa: PDM y Panasonic.

Con el ejemplo en casa, Boy evoluciona con paso firme. Cuatro temporadas en el Rabobank Continental fue su puesta a punto para dar el paso a profesionales. Un fogueo alrededor de unas grandes generaciones. Lars Boom, Bauke Mollema, Tom Slagter, Theo Bos, Wilco Kelderman, Tejay Van Garderen, Steven Kruijswijk o Michel Kreder fueron algunos de sus compañeros en los cuatro años en los que permaneció en esa inacabable cantera de ciclismo. Su primera victoria llegó en 2008, en su segunda temporada. El Tour de Missouri el escenario. Un gran triunfo para estrenar el palmarés. Pocos pueden decir y presumir que en su primera victoria como profesional batió a sprinters de la talla de Marck Cavendish o Tyler Farrar. Los parciales se sucedían al igual que puestos de mérito en vueltas como Portugal, Normadía o Settimana Lombarda.

Missouri, el primer gran triunfo

Después de cerrar un buen ciclo como amateur, llegó su oportunidad. Los americanos del UnitedHeathCare llamaron a su puerta y el holandés no se lo pensó. Allí tendría su propio mentor, Robert Förster. En poco más de una temporada se ha convertido en uno de los mejores ciclistas del equipo de Michael Tamayo. A pesar de no contar con triunfo alguno, los resultados muestras una clara evolución. En su primer año, sumó puestos de mérito. Quinto en la general en Ronde van Drenthe y el mismo puesto en sendas etapas del Brixia Tour y del Tour of Britain fueron sus mejores puestos. La experiencia adquirida valía su peso en oro.

El trabajo realizado en el invierno le ha servido para dar otro paso más en su evolución. Los resultados hasta la fecha así lo demuestran. Tras comenzar con un duodécimo puesto en Dwars door Drenthe se subió al podio en la Nokere Koerse. Después de verse sorprendido por el prontio arranque de Francesco Chicchi, peleó con Kris Boeckmans la segunda posición siendo derrotado por el belga. El octavo puesto en el sprint masivo Handzame seguía confirmado su buen momento, momento que completó ayer en Oostduinkerke. El sprint puro de la segunda etapa de los Tres días de La Panne vio como el joven holandés se colaba por delante de hombres como André Greipel o Kenny Van Hummel, solamente superado por Marcel Kittel –ganador- y Alexander Kristoff.

Con todavía la etapa de hoy por delante, Boy Van Poppel se presenta ilusionado ante sus cuatro grandes compromisos del mes de Abril: Scheldeprijs, G.P. Pino Cerami, Rund um Koln y Fleche Brabaconne donde buscará seguir con su clara evolución que le permita llegar a su objetivo, llegar a lo que fue su progenitor.