De Ronde, no solo tiene un lugar mítico en la historia de la clásica, porqué aunque en el Muur de Grammont sea donde se suele decidir la carrera la mayoría de veces, el Koppenberg, a lo largo su corta historia, nos ha dejado imágenes y recuerdos que quedarán para siempre en la memoria de los aficionados a este bonito deporte. El Koppenberg, es otro de los lugares o santuarios de visita obligados, para los aficionados más enamorados del Tour de Flandes. Hablamos de 600 metros de subida, con una pendiente media del 12% y rampas máximas de hasta el 22%, que además de su deslizante adoquín por la lluvia y humedad, hacen que los ciclistas profesionales, se retuerzan en sus bicicletas, incluso que muchos de ellos tengan que poner pié a tierra, dado al embotellamiento que se forma por el pelotón, por ello es clave empezarlo en una buena posición.
Aunque a muchos les parezca que la subida al Koppenberg, date desde los inicios de la historia de De Ronde, la realidad es que su “corta historia” empieza en el año 1975. Por aquel entonces, aquella decisión, suponía una autentica revolución para la carrera y para el ciclismo, pero sin ninguna duda, era un autentico acierto para el espectáculo de la carrera. Las primeras imágenes que vienen a la memoria del Koppenberg, es a un Eddy Merckx retorciéndose en sus adoquines durante una edición de 1977.
Sin duda, el Koppenberg nos ha dejado y nos seguirá dejando imágenes para el recuerdo, imágenes inolvidables como la de Sean Kelly, poniendo pie a tierra en mitad del Koppenberg, o la del Gitano, Roger De Vlaeminck caminando hacia la cima del muro, con la bicicleta a hombros. Pero la palma se la lleva la edición del año 1987, el ciclista danés, Jesper Skibby marchaba en cabeza de carrera, las fuerzas le flaqueaban y a golpe de riñón iba tambaleándose por los adoquines, cuando en pleno Koppenberg de repente cae hacia la derecha de la cuneta, el coche del comisario, ni corto ni perezoso, en un intento de dejar libre el carril del Koppenberg, pasa por encima del ciclista danés, en una imagen que quedará para la historia de la carrera.
Por suerte el ciclista danés, no sufrió consecuencia alguna más que perder la distancia que tenía sobre el pelotón, este hecho, hizo que el Koppenberg fuera vetado de la carrera, veto que duró nada más y nada menos que 15 largos años. Su regreso fue en 2002, con nuevo look, algo mas arreglado, el Koppenberg se volvería a subir para alegría de los aficionados al ciclismo, que hasta la actualidad (excepto en el 2007 que no se subió) es uno de los muros intocables. 21 años de Koppenberg dan para mucho, mas actualmente, hemos visto a Bettini luciendo el maillot de la Copa del Mundo por el muro, volar literalmente a Bonnen con el maillot de Campeón del Mundo o a la locomotora Cancellara perder todas las opciones de ganar la carrera por romper la cadena en pleno muro. Nadie sale impune, sin que el Koppenberg haga de las suyas, porqué señoras y señores, ¡This Is Koppenberg!