Así somos los amantes de las piedras; aficionados a los que, pase lo que pase antes del primer domingo de abri, siempre esperamos con ganas la salida de los ciclistas desde la Grote Markt de Brujas. Este año, más allá del debate previo al día de la carrera, lo que ha marcado la aproximación al primer Monumento de adoquines, ha sido la no inclusión del Muur van Geraeerdsbergen (Kapelmuur) en el trazado de De Ronde. Cuando se anunció, llegó el apasionado apocalipsis de la fiel hinchada ciclista. Ese cambio lleva consigo también el de la meta, que pasará de estar en Ninove (Meerbeke), a estar en Oudenaarde, justo tras 255 km. después de la salida en la capital de Flandes Occidental.

No se pasará el Muur, pero sí se pasará, hasta tres veces, el Oude-Kwaremont -como el Paterberg-, que junto a la ascensión al Koppenberg a 67 km. de la meta ofrecerá un espectacular final a una carrera que, como hemos visto estos años, se había aburguesado en cierto sentido. Y es que en los 34 kilómetros que van desde el Kruisberg al último de los muros, la ulterior conquista del Paterberg, hasta seis serán los muros adoquinados que se pedalearán. La dureza se concentrará en la parte final de la carrera, tratando de evitar los reagrupamientos que se sucedíán con el anterior trazado.

¿Y qué pasa con los protagonistas? Como el año pasado, dos, los más grandes clasicómanos de piedras de la última década, Fabian Cancellara y Tom Boonen, son los grandes favoritos. Pero esta edición se siente especial por la aparición, cada una madurada a su ritmo, de dos jóvenes que pintan a marcar el paso y ser protagonistas durante estos domingos: Peter Sagan (1990) y Sep Vanmarcke (1988). Ambos están en su primer-gran-año en las clásicas de piedras. El primero destacando el pasado domingo camino de Wevelgem, quedando al final 2º. El segundo ganando en la primera clásica del año, el Omloop Het Nieuwdblad ante el mismo Boonen y Juan Antonio Flecha. ¿Estarán preparados para demostrar que están en esto de los adoquines para quedarse?

En el escalón de estas dos jóvenes perlas, estarán los veteranos conocidos por todos; desde un Stijn Devolder más motivado, hasta un Juan Antonio Flecha que llegará justísimo de forma, pasando por los Hushovd, Ballan, Leukemans. Y, por qué no, otros jóvenes valores que necesitan de más maduración para contar como Tops en estas citas, y que este podría ser su año: Edvald Boasson Hagen, Lars Boom, Daniel Oss, Greg Van Avermaet, e incluso un Matti Breschel que parece recuperado de sus problemas de rodilla desde 2010. Pero no Philippe Gilbert. El valón, en 2011 el indiscutible mejor clasicómano -y ciclista- del momento, ni está ni se le espera como candidato a De Ronde 2012.

De Ronde van Vlaanderen será, por tanto, una edición sin Muur, pero con unas expectativas altísimas -como casi, casi siempre-, porque hay dos mitos en carrera, y porque la dureza de la prueba seguro que depara unos últimos 60 km. de un interés inusitado en el ciclismo más mainstream de nuestros días. ¡Qué lo disfrutemos!

De Ronde 2012