Como ya es costumbre en el calendario ciclista internacional este sábado se disputa la Milano-Sanremo coincidiendo con el tercer fin de semana de marzo. Con un montón de nombres ilustres y ciclistas a tener en cuenta hay un colectivo que afronta con motivación especial esta edición y que no es otro que el pelotón local. La historia le hace un guiño al ciclismo italiano en un momento en el que adolece de una referencia clara pero que a buen seguro peleará la victoria en el primer Monumento de la temporada.

Desde que Michelle Dancielli en 1970 rompiese una racha de 16 ediciones consecutivas de victorias no italianas no ha habido hasta nuestros días un período superior a 5 años sin una victoria local. Gimondi en el 74, Pierino Gavazzi en el 80 o il bello Mario Cipollini en 2002 consiguieron victorias estratégicas para no superar esa marca. La categoría de la prueba y la motivación con la que se afronta por parte de todos los ciclistas que participan, unido a la paulatina desaparición en la última década de la figura del supercampeón italiano capaz de ganar cualquier en cualquier parte, dejan en las maltrechas arcas del ciclismo transalpino un total de 4 victorias en los últimos 15 años, por un total de 50 victorias en 107 ediciones disputadas.

Pozzato en 2006 conseguía la última victoria en San Remo para Italia

La retirada de escena de los Bettini, Celestino, Bartoli… y de la mejor versión de Petacchi, Rebellin o Di Luca ensombrece a los que estaban llamados a sucederles, ciclistas como Cunego, Scarponi o Pozzato, a día de hoy incapaces de ofrecer un relevo digno a sus predecesores. Precisamente Pozzato fue el último que ganó en las calles de San Remo, un Pozzato que maravillaba al mundo de la bici y que poco tiene que ver con el actual. De aquello hace 6 años. Entretanto 5 ediciones (X2 Freire, Cancellara, Cavendish y Goss) con sólo dos pódiums locales: Pozzato 2008 y Petacchi 2010. En 2007 Freire ganaba en un sprint masivo y abierto hasta el último momento, un año más tarde por lo incontestable de Cancellara, en solitario; en 2009 con victoria de un tierno Cav´s, en 2010 por la soberbia volatta para Freire de nuevo y el año anterior con la sorpresa de Goss. 5 ediciones para todos los gustos, cada una de ellas caracterizada –una vez analizado el transcurso de los acontecimientos- por la ausencia de opciones reales para los de casa.

La historia cita este sábado a un buen puñado de ciclistas italianos que con más o menos esperanzas buscarán no superar una mala racha cuyo techo se fijó hace nada menos que 41 años. De un lado están los que llegan más en forma, como Cunego o sobre todo Nibali, que se encuentran con un recorrido que no se acaba de adaptar del todo a sus características; otros como Viviani, Modolo, Moser o Guardini pese a sus resultados en 2012 no parecen una opción fiable por su juventud e inexperiencia en carreras de este nivel. En la esquina opuesta se encuentran corredores como Ballan o Visconti con aptitudes pero parece que lejos de su mejor forma, también los Petacchi, Di Luca o el propio Pozzato cuyo mejor momento pasó hace algunas temporadas. Marcato, Bennati, Paolini, Gatto, Nocentini, Pozzovivo… podríamos pasar un buen rato recitando nombres de aspirantes sin encontrar uno ideal.

Vincenzo Nibali es la principal baza del ciclismo italiano para la MSR 2012

Por encima de lo anterior se encuentra la raza. Mediterráneo, por definición de sangre caliente, el ciclista italiano es bravo, es valiente. Está por encima de las estadísticas y de los tópicos. La afición no es menos caliente ni exigente, también lo es la prensa. Se dan los alicientes perfectos en la previa para vivir un gran espectáculo en el que a buen seguro los ciclistas italianos tendrán bastante que decir pero que no se conformarán, como no lo hicieron nunca, con ser protagonistas. La historia apunta hacia una victoria local, la lógica no. Esto es ciclismo y todo es posible.