Bajo un cielo encapotado, se disputaba la 95 edición de una de las clásicas de primavera más esperadas por los forofos del ciclismo. El 20 de marzo de 2004 se disputaba la Milán – San Remo, uno de los momentos más esperados de la temporada, uno de los cinco monumentos del ciclismo, la Classicissima. En la línea de salida se citaban 194 ciclistas con una sola ilusión. Nombres como Bettini, Petacchi, Zabel, Freire, Di Luca, Vinokourov o Cipollini, destacaban por encima del resto.

Se daba la salida y desde el primer km saltaban ciclistas. Andrea Tafi era el primero en intentarlo, pero no fue hasta el km 60 cuando se formó la fuga de 4 ciclistas en la que estaban Nicolás Portal (AG2R Prevoyance), Antonio Tauler (Illes Balears), Ludo Dierckxsens (Landbouwkrediet-Colnago) y Carlos Barredo (Liberty Seguros) fuga a la que más tarde en el km 75 se les unió Giulio Tomi (Vini Caldirola) que venía persiguiendo por detrás. Su máxima ventaja se situó en torno a los 17 minutos, pero por detrás equipos como Rabobank o Fassa Bortolo se pusieron a trabajar.

Pasando por la zona de avituallamiento, los ciclistas cogían fuerzas y ya tan solo tenían a la fuga a unos 6 minutos de ventaja. En el ascenso al Capo Mele, atacó en la fuga el belga Ludo Dierckxsens (Landbouwkrediet-Colnago), momento en que Carlos Barredo pinchaba, pero pudo reintregarse al grupo y cazar al corredor belga. En el Capo Berta lo volvió a intentar el ciclista de Landbouwkrediet que se marchó solo mientras el pelotón engullía a sus compañeros de fuga. A los pies de la Cipressa, la aventura del ciclista belga terminó, momento en que Paolo Bettini atacó llevándose a Alexander Vinokourov (T-Mobile Team), Erik Dekker (Rabobank) y Steffen Wesemman (T-Mobile Team) a su rueda, pero al coronar fueron cazados.

En el descenso de la Cipressa, atacó Mirko Celestino llevándose a Michele Bartoli (Team CSC), Davide Rebellin (Gerolsteiner) y Leon Van Bon (Lotto-Domo) tras él, pero la aventura no les duró demasiado, ya que el trabajo de Rabobank consiguió cazarlos. Entrabamos en el Poggio y el primero en atacar fue Matteo Carrara (Lampre), al que se le unieron Erik Dekker (Rabobank) y Angel Vicioso (Liberty Seguros). Más tarde saltaba Oscar Pereiro (Phonak) y unos metros más tarde Bettini de nuevo con Vinokourov. A menos de 6 km para la meta eran cogidos, el sprint era seguro y los equipos de los principales sprinters se preparaban con sus líderes.

Ya en la famosa Vía Roma, se posicionaban muy bien los hombres de Fassa Bortolo, con un Petacchi muy bien colocado, pero tras su rueda estaba Zabel y Freire que no perdían contacto con la fila de los Fassa. Se lanzaba el sprint con Petacchi a la cabeza, por su derecha le pasaba muy fuerte Zabel con Freire a su lado, cruzaban la línea de meta con Zabel levantando los brazos, dos metros más tarde, el alemán ya sabía que ese gesto le había costado la victoria, el ganador era Oscar Freire que tras un sprint potentísimo conseguía su primera Milan – San Remo. Ese día, Erik nos enseñaba a hacer un Zabel, mientras Oscar, nos obsequiaba con otro de esos momentos históricos del ciclismo y conseguía ser el 2º español, tras Miguel Poblet, que vencía en la Classicissima.

Top 10

1. Oscar Freire (ESP) en 7h11’23 “40.892 kmh
2. Erik Zabel (ALE) st
3. Stuart O’Grady (AUS) st
4. Alessandro Petacchi (ITA) st
5. Max Van Heeswijk (HOL) st
6 . Igor Astarloa (ESP) st
7. Romanos Vainsteins (LET) st
8. Paolo Bettini (ITA) st
9. Miguel Martín Perdiguero (ESP) st
10. Peter Van Petegem (BEL) st