“Este invierno hablé con el equipo sobre mi futuro. Comentamos que tenía que dar un paso al frente, sin embargo, ganar la Omloop Het Nieuwsblad de inmediato supera todas las expectativas” declaraba Sep Vanmarcke nada más adjudicarse la primera clásica de la temporada 2012 ante dos de los mejores especialistas sobre el pavé de los últimos años, Tom Boonen y Juan Antoni Flecha. Claro paso al frente del belga que de primeras, confirma todo lo que prometía en amateur tras una victoria de prestigio. Sus condiciones son las ideales para ello. Espigado y con una planta imponente -190 centímetros-, excelso y potente rodador es, hoy por hoy, una de las más firmes promesas belgas.

Vanmarcke es una figura más de la larga lista de corredores salidos del Topsport Vlaaderen. Aterrizó en el equipo de Christophe Sercu como stagiare en 2008 tras su paso por el Davitamon-Lotto donde ya comenzaba a destacar en las clásicas del calendario amateur belga. En su primera temporada como profesional los resultados no tardaron en llegar. Segundo en la Gante-Wevelgem por detrás de Bernard Eisel o segundo en el Circuito Franco-Belga sólo superado por Adam Blythe. Edad, potencial y resultados, ninguno de estos factores fueron pasados por alto por Jontahan Vaugthers quien le llamó a filas para su Garmin-Cervélo en 2011. El primer salto de calidad llegaba para el joven belga. De estar en uno de los modestos de la categoría profesional continental, pasaba a uno de los equipos punteros pro teams. Formando parte de uno de los mejores planteles diseñados para la temporada de las clásicas de pavé, Vanmarcke comenzó a despuntar pronto. Su cuarto puesto en el E3 Harelbeke fue una muestra clara del potencial que atesoraba. Un potencial que verdaderamente podría verse eclipsado por la calidad de sus compañeros. Tener a grandes favoritos alrededor suyo lastraban sus posibilidades personales, pero su oportunidad estaba por llegar.

Vanmarcke tensando la cuerda a Boonen y Flecha (c) Roberto Bettini

Después de la confirmación de la marcha de Thor Hushovd o del estancamiento de hombres como Martin Maaskant, llega la hora para Vanmarcke. Junto a Ramunas Navardauskas forma la pareja que deberá dar el paso al frente para convertirse en piezas fundamentales en el esquema del Garmin-Barracuda en las clásicas y unirse al grupo encabezado por Tyler Farrar y Johan Vansummeren y donde también están otros hombres importantes como Heinrich Haussler y Andreas Klier.

Por el momento, Sep Vanmarcke ya ha dado el paso al frente. Con la victoria en la Omloop ha logrado superar tanto sus expectativas como las depositadas por el equipo, factor que le debe hacer afrontar el resto de la primavera ciclista con la suficiente confianza y tranquilidad para seguir con su ascenso como clásicomano. De momentos las etapas las está cumpliendo. Sólo el tiempo nos dirá si estamos ante el nacimiento de uno de los grandes de las clásicas.