Justa o no, la sanción de dos años a Alberto Contador ya es un hecho. Dicha sanción ha provocado la pérdida de los resultados conseguidos por el ciclista madrileño durante el último año y medio, y además, otro factor muy importante que hay que tener en cuenta a la hora de estudiar los efectos provocados por la sanción a Contador. Se trata de la situación en la que se encuentra ahora el Saxo Bank con la pérdida de su ciclista más importante, eje de todo el proyecto del equipo de Bjarne Riis. Un Saxo Bank del que ya anunciábamos la dependencia que tenía el equipo de Contador.
La situación es muy delicada pues no solo conlleva el problema de perder a Contador los siete meses que van desde febrero a agosto, lo cual ya dejaría en muy mala posición al Saxo Bank para mantener la licencia WT para la temporada 2013, es que con el nuevo sistema de puntos, los ciclistas sancionados por dopaje no dan puntos a su equipo durante los próximos dos años a su sanción, lo cual significa que los resultados de Contador consiga tras su regreso no servirán para nada en este ámbito.
Pese a todo esto, al equipo siempre le quedará la válvula de los fichajes. Como ya vimos esta temporada, esa plaza World Tour se puede comprar, lo demostraron el AG2R y el Lotto fichando corredores que contaban con muchos puntos en el circuito asiático como Zargari y Sohrabi respectivamente, por lo que eso no debe preocupar demasiado a Riis. Un Riis que debe gestionar bien esta crisis, aunque viendo cómo se movió en el último mercado de fichajes, tampoco da demasiada seguridad.
¿Y qué le queda al Saxo Bank para intentar salvar la temporada? Pues muy poca cosa. Un dato bastante duro dice que Contador consiguió el 68% de los puntos del equipo la pasada temporada, quedando así reflejado el grave problema que tienen ahora Riis y los suyos. Nuyens tiene que estar al nivel de la temporada pasada donde consiguió ganar en Dwars Door Vlanderen y el Tour de Flandes y Haedo deberá estar más presente que nunca en los sprints. El problema llega cuando se busca un posible candidato para pelear por las grandes vueltas, donde el único que puede hacer un papel digno parece ser Chris Anker Sorensen. El resto del equipo, a intentar sumar de donde puedan, pero como se puede comprobar, la situación es dantesca.
Con esto queda demostrado lo arriesgado y peligroso que es dejar tu equipo en manos de un único ciclista, que si le pasa algo –sanción, lesión, etc-, la temporada y el futuro de tu equipo quedan comprometido y pendiendo de un hilo. Y esto es lo que le ha pasado al SaxoBank, un equipo que lo dejó todo en manos de Contador, y ahora que no está, la situación se ha vuelto notablemente grave.