Restaba una vuelta para el final del Mundial de ciclocross en Koksijde, por meta con el sonido de la campana retumbando de fondo pasaba un cabizbajo Sven Nys. El campeón belga cerraba la histórica carrera para su país, ocupaba la última posición de su selección. El Kaanibal van Baal pedaleaba sin hambre de triunfo, la mirada perdida, con la cabeza en otro sitio. A su llegada a meta atendió al micrófono de Sporza. “Tal vez éste haya sido mi último mundial” declaraba en caliente un desanimado Nys.
El desánimo no era para menos. Una vez más, el gran campeón belga, uno de los mejores crossmen de la historia, volvía a fallar en la gran cita del año y esta vez, relegado incluso de las medallas. Su estado de forma, cuestionado después de un sensible bajón tras ganar con autoridad del campeonato nacional no fue la escusa, “tenía muchas ilusiones en esta carrera y realmente estaba en la mejor forma de mi carrera”, al igual que el circuito de Koksijde “el circuito era exigente y se adaptaba a mis características, pero eso no fue suficiente”.
El devenir de la carrera no denotaba un final tan trágico para el de Landbouwkrediet. La soberbia carrera de Niels Albert empañó cualquier otra actuación ayer, pero Sven Nys lo intentó. Tras marcharse en la segunda vuelta junto a Kevin Pauwels, por momento pareció que podría despegarse de la rueda del actual número uno mundial para intentar alcanzar a su compatriota. Pero nada más lejos de la realidad. “Estuve con Pauwels mucho tiempo, trabajando por acercarme lo máximo a Niels Albert. Aguanté el ritmo porque veía que no lo lograba y, al final, he muerto en una persecución inútil que me ha impedido guardar fuerzas para el final. Albert era demasiado fuerte, es increíble lo rápido que ha corrido. Hay que felicitarle”. Así fue, no se guardó nada. Tras ser alcanzado por el resto de su selección comenzó a perder posiciones. “En la pelea hubo ciclistas a los que no esperaba encontrar”. Tom Meeusen, Rob Peeters, Klaas Vantornout, Bart Aernouts y el propio Kevin Pauwels le superaron con facilidad.
Tras finalizar el calvario en Koksijde, en una última vuelta donde pudo dar vueltas y vueltas a su cabeza afirmaba con rotundidad “los campeonatos del mundo son carreras en la que se decide todo un día, y quizá no sean para mí. Los últimos años he visto que el campeonato del mundo no es una carrera para mí, pero no me tengo que obsesionar con ello. Quizá ahora sólo hablo desde la decepción, pero tal vez éste haya sido mi último Mundial”.
Con esta declaración llegaron los interrogantes. En caliente, después de fallar una vez más la cabeza dicta una cosa, pero el corazón será verdaderamente el que acabe por afirmar o desmentirlo. Un solo campeonato tras sus espaldas es poco bagaje para el gran campeón, pero quizás haya llegado el momento de despedirse honradamente de los Mundiales. Su nombre, por pocos títulos del mundo que tenga, siempre estará en los altares de la historia del ciclocross.
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[…] una carrera en la que todo salió mal declaraba a los micrófonos de Sporza nada más acabar que quizá esa fuese su última participación en ellos, hastiado de que todo se le volviera en su contra el día más […]