Conocidas las invitación para la próxima edición del Giro de Italia, una de las primeras conclusiones que se pueden extraer es que Stefano Garzelli se retirará –supuestamente se iba a retirar tras la finalización del Giro- sin poder disputar su última corsa rosa. La no inclusión de su equipo, el Acqua&Sapone, a favor del conjunto alemán del Team NetApp en ese intento de abrir nuevos mercados y horizontes –lo que otros llaman inversores- por parte de RCS Sport que abandona el proteccionismo a los suyos, causó estupor en el seno de la escuadra de los Abruzzos que veían como la prueba madre dejaba de lado a uno de los suyosmismo caso que Unipublic con Caja Rural e Iñigo Cuesta-.

Al igual que ocurriera en la temporada de 2008, de nuevo el equipo de Palmiro Masciarelli se quedaba fuera del Giro de Italia. Las comparaciones, aunque siempre sean odiosas, con claras. Deportivamente Acqua&Sapone presenta, a priori, mejores prestaciones que las que pueda dar el Team NetApp. Con el fichaje de Danilo Di Luca, Masciarelli apuntalaba un liderazgo que desde 2007 había residido en Stefano Garzelli. El que fuera ganador del Giro de Italia en el año 2000 cuando militaba en las filas del Mercatone Uno tenía en la corsa rosa su carrera fetiche. Vencedor en una ocasión y segundo en 2003, ha sido uno de los grandes protagonistas de la última década. Vencedor de nueve etapas, dos veces de la general de la montaña, la sola presencia del varesino garantizada presencia y minutos de publicidad para el equipo patrocinado por la droguería Acqua&Sapone. Pero si uno ofrecía eso, el resto del equipo pasaba casi desapercibido. Estaban encomendados a la actuación de Garzelli. Sus resultados eran los que lograrían, o no, salvar la participación. Su frustración era palpable tras sus primeras declaraciones que recoge Biciciclismo:

“Me siento muy triste y decepcionado por la noticia y en este momento he decidido considerar seriamente la idea de terminar mi carrera aquí, porque cuando el dinero supera el mérito deportivo y ser protagonista durante 15 años, dando espectáculo, alegrías, sudor y dolor a los tifosi, y también a los organizadores y todo esto no es en absoluto tenido en cuenta, significa que es hora de echar de menos a mi familia. En unos meses mi esposa me va a hacer papá por cuarta vez, y sin grandes objetivos a alcanzar, ¿dónde puedo encontrar la motivación para entrenar, concentrarme y pasar tiempo lejos de ellos cuando me encuentro sin la posibilidad de intentar conseguir los resultados para los que has hecho tantos sacrificios?”.

Dos vencedores que se quedan fuera

Para paliar ese déficit en el potencial del nueve, el mencionado fichaje de Danilo Di Luca daba alas para los de Masciarelli. La llegada del vencedor del Giro 2007 reforzaba el liderazgo que junto a la progresión de un Carlos Betancurt, que según todo indica seguirá una temporada más, reunía un triplete en busca de protagonismo. Un Fabio Taborre que cada temporada da un paso adelante y la llegada de Francesco Ginanni apuntalan un bloque que a primeras es más sólido y con mayores posibilidades que el conjunto alemán.

Pero todo quedó trastocado tras el día de ayer. Las primeras declaraciones de Enio Barbarossa, patrón del Acqua&Sapone, destacaban la posibilidad de abandonar el ciclismo: “Si ese es el caso, después de doce años, tal vez es hora de dejar el ciclismo”. Las palabras de Barbarossa fruto de la frustración por verse apeados son un juicio plano sobre una decisión, el futuro de un equipo y el compromiso de un patrocinador tiene y debe ir más allá de la participación en una determinada prueba.

Tras recibir un verdadero mazazo, la temporada del Acqua&Sapone pasa por mejorar las prestaciones mostradas los últimos años y así ganar enteros de cara a la edición de 2013. Mientras tanto, RCS Sport les invita a la Tirreno-Adriático, Milán-San Remo e Il Lombardía para que el golpe dado sea menor.