Entre todos los equipos que este año han competido como ProContis ha destacado uno por encima del resto. Tras un tiempo sin rumbo la FDJ, la estructura de Marc Madiot, se ha asentado y ha cuajado su mejor temporada en años. Un equipo que ha rendido desde finales de enero hasta principios de octubre, es decir, desde las aperturas hasta las clausuras, y siempre sobre una base de corredores franceses contrastados como Pierrick Fédrigo, Yoann Offredo, Sandy Casar, Matthieu Ladagnous, Mickaël Delage, Anthony Roux, Anthony Geslin o Jérémy Roy, el ingeniero en fugas. Junto al bloque francés encontramos a corredores extranjeros que se han hecho mayores en el ciclismo profesional bajo la tutela de Madiot desde bien pequeños como Meersman o Hutarovich, pero también, seña de identidad de los equipos franceses en los últimos años, un puñado de grandes promesas como Kenny Elissonde, el arcobaleno sub23 Arnaud Démare, Arthur Vichot, Arnold Jeanesson o, especialmente, Thibaut Pinot.
Porque Thibaut Pinot, con 21 años y después de una llegada no menos sonada al profesionalismo en 2010, donde se hizo con la clasificación de la montaña de una prueba por aquel entonces PT como el Tour de Romandía, ha completado una temporada 2011 extraordinaria. Había muchas expectativas sobre él y no ha defraudado, en absoluto.
Empezaba bien la temporada con buenas actuaciones aunque sin resultados en las carreras de apertura francesas como la Marsellesa, Mediterráneo y Haut Var, logrando Top20s en todas ellas, aunque la primera parte de la temporada acabó allí para él no pudo hacer acto de presencia en París-Niza, ni tampoco en las clásicas de las Ardenas.
Fue justo después cuando reapareció en ese mojón de carrera que fue el Presidential Tour of Turkey, donde gracias a la fuga-bidón -o más bien fuga-garrafa- acabó en el podio de la prueba, para luego seguir rindiendo en Baviera en la Bayern Rundfahrt. Y llegó su gran momento de la temporada en carreteras francesas, en el Dauphiné. Primero manteniéndose en el grupo de los mejores en Les Gets, pero especialmente, en la última jornada, donde camino de La Toussuire se marcó una cabalgada en solitario tras escaparse de la fuga, coronando en solitario la Croix de Fer, y pese a ser engullido por el grupo de favoritos en las rampas de la Toussuire, donde volvería a intentar la victoria, pero sólo el ataque de un fenomenal Joaquim Rodríguez le privó de la victoria, ya que él batió al resto en el sprint del grupo.
La maquinaria mediática ya veía en él a la enésima gran esperanza francesa para el Tour, pero con dos dedos de frente Madiot prefirió que ajornase su debut en le Grand Bouclè para otro año con mayor madurez en sus piernas y su cabeza. Fuera del Tour, se preparó para el final de temporada, donde Italia y en menor medida Canadá y Vendée serían su puesta a punto de cara al Giro de Lombardía.
En los Tres Valles Varesinos sólo Rebellin y Pozzovivo pudieron con él, que otra vez, mostrando una de sus cualidades comandó en meta el grupo perseguidor para acabar tercero, mientras que a principios de septiembre consiguió su gran victoria en la Settimana Lombarda gracias a su incontestable victoria en la primera etapa en la Presolana. Québec y Montreal no salieron como se esperaba, y tampoco el Giro de Lombardía, donde puso punto y final a una sensacional temporada.
¿Y en 2012? Recientemente se ha dado a conocer el calendario de su primera mitad de temporada centrada en las vueltas por etapas fuera de Francia para poder seguir su progresión sin la presión mediática que ser una joya francesa implica. Además de las tradicionales carreras de apertura francesas lo veremos en Tirreno-Adriático, Volta a Catalunya, Itzulia y Tour de Romandía. Sobre el papel un calendario ideal y que se le adapta a la perfeción, ya le llegarán los años para brillar en Francia. Habrá que ver qué pasa con las clásicas de las Ardenas, un terreno en el que sin duda debería ir fogueándose en vistas de poder luchar algún día por ellas, y con el Tour de Francia, su gran sueño y el de toda Francia. Tiempo de recuperación desde Romandía tiene de sobra para preparar la gran cita francesa y es difícil que Madiot pueda contener el clamor popular que quiere a este joven francés en su carrera ya mismo, así que puede que este año sea el de su debut.
Una muestra más de que el ciclismo francés vuelve a asomar la cabeza tras unos años grises con una prodigiosa generación de ciclistas destinada a brillar en cualquier escenario. La FDJ y Madiot tendrán un papel fundamental para que todo esto llegue a buen puerto; si siguen la línea de este último año no cabe duda que lo conseguirán.
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Todos tenemos que arrimar el hombro para conservar ese toque gabachófilo de Jordi. Qué quieres que te diga, yo creo que cada día lo soy un poco más.