Desde su llegada al ciclismo en 2006, Roman Kreuziger (Moravská Třebová, 1986) ha confirmado ser un valor de futuro, un ciclista llamado hacer grandes cosas. Al igual que otros muchos, siguió los pasos de su padre -Roman Kreizuger sr que entre otros logros fue campeón del mundo sub23 de ciclocross- al que no tardó mucho en superar. Tras cinco temporada en Liquigas, en 2011 saltó al equipo kazajo del Astaná para ser el relevo del incombustible Vinokourov al frente de las grandes vueltas.

El fin de semana confirmó que en 2012 volverá a disputar la general del Giro de Italia tras su buena experiencia la temporada pasada. El checo firmó una meritoria sexta posición siendo el mejor joven de la corsa rosa tras una dura lucha junto al holandés de Rabobank Steven Kruijswijk. La regularidad mostrada, impropia de los jóvenes, demuestra que el ciclista del Astaná puede convertirse en uno de los mejores corredores de tres semanas en un futuro muy cercano. No en vano, a pesar de su corta edad ya cuenta con suficiente experiencia en grandes vueltas. En su primera temporada como profesional, la Vuelta a España fue testigo de su estreno. Allí firmó una interesante 21ª posición, mientras que la temporada siguiente debutó en el Tour de Francia. Tras su primera toma de contacto, en la Grande Bouclé mejoró las prestaciones, 13ª posición en la general y 2º en la clasificación de los jóvenes sólo por detrás de un Andy Schleck que le aventajó en poco menos de minuto y medio. Sus dos siguientes tentativas en el Tour le arrojaron el mismo resultado, dos novenos puestos que confirmaban su evolución. Tras probas sendas ocasiones de nuevo en la Vuelta a España donde trabajó tanto para Ivan Basso como para Vincenzo Nibali, parece haber encontrado en el Giro de Italia su carrera predilecta para intentar el primer asalto al pódium.

Kreuziger buscará cambiar el blanco por el rosa (c) Tim De Waele

En Italia tendrá una fuerte guardia para protegerle y ayudarle a conseguir el objetivo de luchar por la clasificación, una lucha para la que necesita dar un pequeño paso en su progresión en su carrera a la que todavía parece resistirse. Los Tiralongo, Masciarelli, Kiserlovski o Kessiakoff supondrán un equipo de garantías para buscar el rosa en una carrera que de nuevo se prevé de una gran carga física y en la que el equipo jugará un papel más importante que en el Giro pasado. Sea cual sea el resultado, parece más que evidente que el checo doblará y será de la partida en la Vuelta a España, donde por primera vez acudirá como jefe de filas.