
(Foto: © Fotoreporter Sirotti)
Hoy Alexandre Vinokourov ha cerrado el círculo. Con su victoria en Revel, en la 13ª etapa de la edición 2010 del Tour de Francia, el héroe nacional de la tierra de Borat ha saldado varias cuentas pendientes. Primero se ha sacado la espina de su tercer puesto de ayer en Mende, cuando tuvo cerca la victoria en el aeródromo. En segundo lugar, ha cumplido con uno de los objetivos de su regreso al ciclismo profesional: ganar de nuevo en el Tour. Y por último ha ganado en la carrera que le apartó del circuito ciclista con el positivo por transfusión sanguínea en 2007, cuando se había presentado como máximo favorito a la salida. Esta victoria de etapa limpia el recuerdo y la asociación entre Tour y Vinokourov.
La etapa ha ofrecido más dureza que emoción. Y es que la escapada del día la han formado tres ciclistas de mucho nivel: Sylvain Chavanel, Juan Antonio Flecha y Pierrick Fedrigo. Su problema es que, siendo tres, las posibilidades de éxito se reducen inevitablemente, por buenos que sean los aspirantes. Fueron neutralizados por el pelotón a 10 kilómetros de meta, justo antes de la cota de Saint Ferreol, dos kilómetros al seis por ciento que se cargaron la hegemonía de las escuadras con sprinters. El primero en probar suerte en la subida fue Alessandro Ballan, en una de sus apariciones más llamativas desde que ganó el Mundial de Varese, con un ataque muy duro. Carlos Barredo, Damiano Cunego y Nicholas Roche le intentaron seguir sin éxito.
Fue más adelante cuando se lanzó Luis León Sánchez y el protagonista del día le salió a rueda. Tras unos metros en los que el murciano intentó alcanzar a Ballan, Vino atacó justo al coronar la cota, para adelantar al ex arco iris y dirigirse hacia el descenso que le daría la victoria. El propio LuisLe tiraba del pelotón para José Joaquín Rojas, y después Gerdemann haría lo propio con Ciolek (no sospechaban que Petacchi y Cavendish todavía seguían en el pelotón), pero ninguno pudo acercar al grupo a la rueda del kazajo. Vinokoruov rodó en los tres kilómetros llano previos a meta como en sus mejores tiempo y cruzó la línea de meta con una ventaja cómoda, suficiente para disfrutar con honores del reencuentro con la victoria en el Tour de Francia.
Este inconfundible ciclista asiático nunca podrá disfrutar de la pelea por la general del Tour el mayor anhelo de cualquier ciclista. Esto, que para muchos representaría una amenaza para su compañero Contador -buen momento para recordar que Astana es la capital de Kazajstán y que el equipo fue creado ad hoc para Vino cuando Liberty dejó el patrocinio- en su asalto hacia el Tour, es visto por un servidor como la garantía de que Vinokourov vivirá por y para Alberto Contador en lo que resta de carrera. Por mucho que se diga o por mucho que hiciera Vinokourov con Ullrich y Klöden a primeros de siglo en el T-Mobile.
La sospecha se empezará a confirmar o desmentir mañana, camino de Aix 3 Domaines, donde los Pirineos van a empezar a decidir el Tour 2010. Antes, hay que mencionar que Alessandro Petacchi ha vuelto a recuperar el maillot verde y ahora le saca dos puntos a Thor Hushovd y 25 a Cavendish. El italiano y el noruego tendrán una bonita batalla en las siete etapas que quedan, porque parece que Cav’s está ya demasiado lejos. Veremos si Hushovd es capaz de compensar su pérdida de velocidad con constancia, trabajo y escapadas, y en qué condiciones podrá pasar Petacchi los Pirineos. Pero mañana ninguno de nosotros recordará esta batalla: mañana es tiempo de montaña en el Tour de Francia.
David Vilares