Esa es la pregunta que continuamente se hace el deporte de las dos ruedas en España, ¿hacía donde vamos? La respuesta, por el momento, no es nada conciliadora. La situación del ciclismo nacional está pasando por una profunda crisis que afecta a todos los niveles. Desde la base a la élite se está pasando por una etapa negra. Los buenos resultados hacen mejorar la situación actual. De poco sirve que a nivel deportivo España se mantenga en la élite como país y cuente con algunos de los mejores ciclistas a nivel mundial.

La desaparición de carreras o la falta de equipos profesionales son algunas de las consecuencias que acarrea la etapa por la que está pasando nuestro ciclismo ante la falta de apoyos. Si no hay carreras no hay equipos; si no hay equipos hay menos oportunidades para los jóvenes; si no hay jóvenes…

Como podemos comprobar la crisis que vive el ciclismo español afecta a toda la estructura de forma piramidal en sentido inverso, un problema que surge en el más alto estamento y que va recorriendo todos los ámbitos para acabar afectando al más vulnerable, el deporte base.

Desaparición de carreras

Una consecuencia de la crisis que vive el ciclismo unida a la situación económica global ha sido la paulatinamente desaparición de carreras. Pruebas sustentadas mayoritariamente con el apoyo institucional han ido cayendo a lo largo de los últimos años de una forma alarmante. El problema se acentúa cuando a la suma de desapariciones se añade la falta de nuevas carreras o la disminución de días de competición. Así pues, pruebas como la Volta a la Comunidad Valenciana, Trofeo Luis Puig, Clásica de los Puertos, Vuelta a Galicia, Vuelta a Aragón, Semana Catalana, Bicicleta Vasca o la reducción a un solo día la Vuelta a la Rioja han sido alguna de las perjudicadas.

Pero el problema de algunas venía ya de antemano. La aparición del Pro Tour fue el inicio del fin para muchas de ellas que ante la falta de nivel en su participación vieron como los ingresos disminuían terminando por echar el telón de cierre. El sistema de la UCI fue el gran enemigo para las pruebas de menor entidad.

Último cartel de la Euskal Bizikleta

La situación actual de los equipos españoles

A diferencia de otros países, España ahora mismo sólo cuenta con el proyecto –bendito, todo sea dicho- iniciado por Telefónica en 2011 dando vida al equipo Movistar, sucesor del entrañable Banesto. El conjunto bancario fue junto a la ONCE de Manolo Saiz los últimos grandes equipos más allá del eterno KAS que contaron con un respaldo por detrás que hizo que pudieran alcanzar el éxito.

Movistar, a las órdenes de uno de los grandes entendidos del ciclismo como es la figura de Eusebio Unzué, tiene todos los signos de recoger el testigo de los citados anteriormente para convertirse en santo y seña del deporte del pueblo por dos sencillas razones: al trabajo bien hecho que da como frutos unos extraordinarios resultados en su primera temporada en el campo profesional se le une el apoyo de una gran marca que apuesta en firme por este deporte.

Pero, ¿y el resto qué? Es entonces cuando se acentúa la crisis que vive el ciclismo en España, y repito, no es una crisis a nivel deportivo, si no una crisis a nivel institucional y de apoyo del sector privado. De los equipos que actualmente comprenden el profesionalismo uno, salvo que el milagro que todos esperamos llegue, tiene muy complicada la continuidad en 2012 como es el caso del Geox-TMC de Matxin, y otro, Euskaltel-Euskadi, una institución en el ciclismo, peligra de cara a 2013. Sólo la anunciada continuidad por un periodo más largo de tiempo del Andalucía-Caja Granada y del Caja Rural alivia una situación complicada. Los otros dos equipos más modestos corren una situación parecida. Orbea, ligado a la Fundación Euskadi, seguirá como equipo siempre y cuando el eje principal permanezca en el pelotón. Más complicado lo tiene el Burgos2016 de Julio Andrés Izquierdo. Sin el apoyo de la Candidatura a la Ciudad Cultural tendrá que buscar en el tejido empresarial burgalés el apoyo necesario para continuar un año más. Entre tanta duda una buena noticia. En 2012 será la primera temporada del Fundación Ciclista Laciana, un equipo leonés que dará el salto a la categoría continental.

Los que se quedaron por el camino

Es más difícil lograr la continuidad que sacar un equipo profesional. Es el caso de una larga lista de equipos que se quedaron por el camino. Conjuntos como el Xacobeo Galicia, Kaiku, Fuerteventura-Canarias, Grupo Nicolás Mateo, 3 Molinos Resort, Contentpolis-AMPO, Extremadura, Relax-GAM, Cafés Baqué,…encabezan una lista demasiado amplia. Hemos pasado de los catorce equipos en 2006 a los siete equipos que actualmente comprende el pelotón español y la previsión, si nada cambia, es que este número sea cada vez menor.

Xacobeo Galicia, uno de los últimos equipos en decir adiós

Grandes proyectos y otros ya consolidados en el extranjero

A diferencia de otros países, España sólo cuenta con un gran proyecto –si se puede decir- como es el caso del Movistar, un equipo consolidado como Euskaltel-Euskadi y dos proyectos que lo buscan trabajando desde la humildad como es el caso del Andalucía-Caja Granada y el Caja Rural.

¿Pero que nos encontramos en el resto de potencias? La situación es totalmente distinta. A los grandes proyectos económicos como pueden ser el caso del BMC, Team Sky, Omega Pharma-Quick Step, Proyecto 1t4i, Leopard-Trek, GreenEDGE, Katusha,..se les une otros equipos con una gran historia en el ciclismo. Casos como por ejemplo Liquigas, Lampre, Acqua&Sapone, Androni Gioccatoli o Colnago-CSF en Italia; Lotto, Topsport Vlaanderen, Landbouwkrediet además del Quick Step en Bélgica; AG2R, FDJ o Cofidis en Francia; Rabobank y un Vacansoleil que va a más en Holanda. Tan sólo Alemania comparte el triste camino español, pero la situación germana es aún peor, desde la marcha de Milram el ciclismo teutón se ha quedado sin representantes en las dos categorías superiores.

Neoprofesionales

Las oportunidades a los más jóvenes descienden en picado. Una de las consecuencias de la reducción del número de equipos es la limitación del número de profesionales en nuestro país y por ello, la disminución de oportunidades para dar el salto desde la categoría amateur.

De momento, y a falta de más confirmaciones, el número de ciclista que han dado el paso se reduce a solamente trece. Los dos equipos Pro Tour, Movistar y Euskaltel-Euskadi, no han dado la oportunidad a ningún ciclista y son los equipos más modestos los que tiran de cantera. Así con Andalucía-Caja Granada pasan José Aguilar, Javier Chacón, Román Osuna y Jordi Simón; con Caja Rural Karol Domagalski, Yelko Gómez y Enzo Moyano –los tres extranjeros-; con Orbea Carlos Barbero, Omar Fraile, Igor Merino, Haritz Orbe e Illart Zuazubiskar y el Fundación Ciclista Laciana a Jonathan González, si bien es cierto que tanto este último como el Burgos2016 si confirma su continuidad aumentarán el número de ellos sustancialmente.

¿Cuál es la solución a este problema?

De primeras el apoyo de capital privado. Faltan marcas que se involucren en el ciclismo y vean el partido publicitario que puedan sacar a partir de patrocinar una formación. La llegada de una gran empresa como Telefónica podría presagiar la continuidad de alguna más, pero de momento ese efecto sólo ha transcurrido por la imaginación de muchos, aunque, los buenos resultados son alentadores para que el efecto contagio pueda darse.

Reforzar el número de equipos profesionales así como la base deportiva pasan por ser el impulso que necesita el ciclismo español para tener la misma importancia en casa de la que se da fuera.

Recordemos que el ciclismo ha sido uno de las disciplinas que más gloria ha dado al deporte español.

Artículo escrito para Biciciclismo.

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