Toca el turno de los tapados, los que no se ven, los que no reciben titulares, los que conocen los aficionados que pasan de febrero a octubre viendo ciclismo. Su trabajo es en muchos casos muy sucio, de muy poco lucimiento, pero muy agradecido por los que rematarán el trabajo y se llevarán las glorias.
Cabe destacar que para entrar en tal categoría se debe tener un motivo, un líder al que proteger, ya que sin él es imposible trabajar para nadie, por mucho que haya algún corredor con aptitudes innatas para este fin. También comentar el sentido de la palabra gregario en este artículo no es el de subir bidones. De este modo encontramos, entre los mejores equipos, los mejores gregarios, capaces de sacrificarse en cualquier momento en el terreno en el que deben proteger o llevar en volandas a su jefe de filas.
Por tanto, a continuación exponemos algunos de los ejemplos de todos aquellos ciclistas que pasarán en mayor o menor medida inadvertidos pero que tendrán gran parte de la culpa de que sus equipos acaben (o no, no siempre 1+1 acaba siendo 2) cosechando los éxitos esperados.
El Trenno del Team Columbia – HTC
Si al mejor sprinter de la actualidad le añadimos un equipo a su entera disposición no es difícil imaginar los resultados. Para muestra, la edición pasada del Tour, en la que Cavendish se llevó seis triunfos de etapa. Su habilidad como sprinter es indiscutible, pero poco hubiera conseguido de no ser por sus gregarios. Y poco conseguirá este año sin ellos. Y es que cuando vayan acercándose los últimos kilómetros de cualquier etapa llana, maillots blancos con detalles amarillos irán empezando a copar las primeras plazas del pelotón, bien cazando a los fugados que aún estén delante del pelotón, bien advirtiendo a futuros valientes que no tendrán ninguna opción de llegar con ventaja a meta.
Michael Rogers estará algo más liberado de trabajo, pero nada impedirá que junto a Maxim Monfort, Bert Grabsch y Kanstantsin Sitsou sea uno de los encargados de imponer al pelotón una velocidad de crucero que encamine al pelotón a un sprint lo más limpio posible. Será acabada su labor a pocos kilómetros de la llegada cuando le llegue el turno a Tony Martin, corredor que perfectamente podría dedicarse a cazar etapas, pero que derramará todas sus fuerzas durante uno o dos kilómetros para dejar a Adam Hansen, además de grandes sprinters como son Bernard Eisel y Mark Renshaw, en posición ideal para lanzar a Mark Cavendish para que éste pueda rematar el trabajo del equipo y pueda llevarse el triunfo en la volatta.
- foto: bicycle.net
Visto así, el triunfo de Cavendish parece más fácil ¿no?
El geriátrico de RadioShack
Si por algo se destacaron los triunfos de Lance Armstrong durante sus siete Tours fue por llegar siempre a los finales en alto en grupos bastante reducidos donde gran parte de las ocasiones casi la mitad de los integrantes eran sus fieles escuderos, que renunciaban a su gloria para dársela en forma y color de maillot amarillo en París al tejano.
Donde años atrás estuvieron Roberto Heras, Chechu Rubiera, Floyd Landis, George Hincapie, el ahora director de RadioShack, José Azevedo, o Manolo Beltrán, entre muchos otros, ahora estarán otros corredores. Es el patrón de equipo que la sociedad Armstrong-Bruyneel ha utilizado desde siempre y que tan bien les ha ido.
Así, otra vez, el equipo que presenta el nuevo conjunto americano asusta a cualquiera. Gregory Rast y Dimitry Murayev serán los encargados de marcar en el pelotón el ritmo que más le interese a Armstrong durante muchos kilómetros y muy lejos de meta, subiendo, en muchas ocasiones, auténticos puertarracos comandando el pelotón. Su trabajo acabará, probablemente, durante la subida del penúltimo puerto, donde Yaroslav Popovych y Sergio Paulinho tomarán el relevo e incrementarán el ritmo para evitar que haya alguien que intente buscar las cosquillas a su líder antes de que su trabajo acabe en la primera rampa del último puerto. Será el turno de Janez Brajkovic, Andreas Klöden y Chris Horner, escaladores más que contrastados y grandes especialistas en vueltas por etapas, que sin ir más lejos esta temporada se han hecho con la Itzulia (Horner) y el Critérium du Dauphiné (Brajkovic) además de dos podios en el Tour de Francia en 2004 y 2006 (Klöden); no obstante todos ellos renuncian a todo por acercar al tejano a la cima en las mejores condiciones, marcando ritmo y saliendo a cualquier segundo espada que intente probar alguna aventura. Será entonces turno de que el siete veces campeón del Tour juegue a ciclista. Y por si fuera poco, si fallase alguno, allí estará Levi Leipheimer para apagar fuegos y acercar a Lance a cabeza de carrera en caso de que haya fallado y haya que minimizar diferencias.
Y es que la experiencia, en un equipo donde el único que baja de los 30 años es Brajkovic y son cuatro los que ya han cumplido los 35, es un arma que de tanto usar, manejan fácilmente.
- foto: esciclismo.com
Nos encontramos con un Armstrong a sus 38 años, pero recordar esta secuencia de corredores hace diez años cuando estaba en el cénit de su carrera hacía entender que durante tantos años monopolizase el Tour a su favor.
Sylwester Szmyd
Si alguna vez alguien preguntase por un sinónimo de la palabra gregario, debería salir, antes de la quinta respuesta, su nombre. Llegada la última subida, Sylwester Szmyd siempre estará presente para darle el último apoyo a Ivan Basso y Roman Kreuziger, para meter en el grupo de candidatos un ritmo infernal que permita que sus jefes de filas puedan atacar cuando el resto de favoritos estén más blandos. Sabe que su etapa acaba cuando sus líderes hagan su ataque, aunque en caso de desfallecimiento de alguno de ellos será el encargado de llevarles al ritmo adecuado hasta meta.
- foto: blogspot.com
Su trabajo es impresionante, y así lo reconocen desde Liquigas, equipo por el que ha renovado dos años más. Sólo un triunfo en su carrera da cuerpo a su palmarés, el año pasado, cuando en compañía de Alejandro Valverde se llevó el triunfo de etapa en el Mont Ventoux en la DL, casi nada.
Los guerreros rocosos
Habiendo hablado ya de gregarios cuesta arriba y gregarios en llegadas al sprint, falta únicamente hablar de aquellos que serán los encargados de proteger a sus jefes de filas en el llano, de tirar del pelotón para provocar cortes y sacar diferencia a los rivales. Este año con la inclusión de la etapa de pavés el martes 6 de Julio brillarán con más facilidad que nunca.
Por un lado tendremos a los nuevos Team Sky y BMC Racing, mientras que por el otro Fabian Cancellara llevará todo el peso del Team Saxo Bank, junto a Matti Breschel. Su misión será la de romper la carrera velando porque a Bradley Wiggins, Cadel Evans y los hermanos Schleck no sufran ningún percance en un terreno que no se adapta, para nada, a sus características -en el caso de Wiggo en cierta medida, sí-. Será curioso ver a Boasson Hagen o Flecha luchando por una posición al frente del pelotón frente a Ballan o Hincapie y Cancellara.
- foto: cyclingfans.com
Al final, una caída o un pinchazo pueden hacer que todo su trabajo acabe siendo en vano, pero allí habrán estado, al lado de sus jefes de filas cuidando de ellos, protegiéndoles de cualquier contratiempo que les pudiese suceder y, en caso de suceder, tratar de poner la rueda para minimar los daños.
Xavier Andres