Como en la extensa mayoría de las pruebas ciclistas, un periódico fue el culpable de la creación del Tour de Francia. 124 años después de que el señor de Sivrac fabricara un artilugio para que sus hijos se divirtieran simulando montar a caballo, al que más tarde denominarían bicicleta, llegó la gran ronda por etapas, la Grand Bouclé. Durante la segunda mitad del siglo XIX, el diario Le Veló, con una temática que giraba en torno al automovilismo y la bicicleta, era el periódico más vendido del sector caracterizado por tener sus páginas de color verde. Ante tal dominio, el Conde de Dion encargó al ex ciclista Henry Desgrange la creación de un nuevo periódico para competir con Le Veló. Así, en 1900 se fundó el L’Auto-Vélo –precursor hoy en día de L´Equipe- sobre páginas de color amarillo.
La rivalidad entre ambos diarios fue máxima. Paul Rousseau, director de Le Veló, interpuso una demanda contra L’Auto-Vélo que le llevó a este último a cambiar su denominación, pasándose a llamar L´Auto. Tal hecho se consideró dramático para el diario de Desgrange. El ciclismo por aquel entonces era uno de los deportes reyes en Francia, pudiendo afectar en el número de ventas el cambio de nombre.
Todo esto deparó en una reunión de urgencia entre Desgrange y los redactores jefe del periódico en las oficinas de la rue du Faubourg Montmartre. Allí, Géo Lefèvre expuso la idea de crear una carrera de seis días fuera de lo común, dar la vuelta a Francia. En los comienzos de 1903 tuvo lugar el almuerzo definitivo para concretar la carrera. En una cervecería del Boulevard Montmartre se juntaron con el director financiero Victor Goddet, al que le entusiasmó la idea ante las dudas que generaban a Desgrange. La longitud de las etapas, así como la falta de precedentes, hicieron que el riesgo pusiese en entredicho llegar a un acuerdo para su celebración. En cambio, de lograr el éxito se asegurarían unas mayores ventas.

La edición de L´Auto que noticiaba el inicio del Tour de 1903
El 16 de Febrero en primera página publicaron la noticia, “El próximo mes de mayo se disputará la primera Vuelta Ciclista a Francia. Constará de seis etapas, con un total de 2.428 kilómetros y estará dotada con 20.000 francos-oro de premios”. Al cierre de la inscripción tan sólo había quince corredores, por lo que tuvieron que retrasar la prueba hasta el mes de julio e incrementar la suma de premios para que resultase más apetitosa.
El 1 de Julio, enfrente del hotel Reveil Matin arrancaba el primer Tour de Francia. Los sesenta ciclistas se enfrentaban a seis etapas que unieron las ciudades de Montgeron, Lyon, Marsella, Touluse, Burdeos, Nantes y París. Corriendo de noche con la única luz que la de la dinamo y sin la posibilidad de contar con asistencia externa, teniendo únicamente en disposición una bicicleta, la disputa del primer Tour de Francia se convertía en una aventura épica.
Maurice Garin, deshollinador de profesión, consiguió la primera victoria de etapa al cruzar en primer lugar la meta de Lyon tras unir los 467 kilómetros que la separaban de Montgeron en algo más de 17 horas. Así mismo hizo con otras dos etapas y la clasificación general, convirtiéndose en el primer vencedor del Tour de Francia con una ventaja de 2h59´21´´ sobre Lucien Pothier, la ventaja más amplia sobre el segundo clasificado que a día de hoy todavía perdura. Tan sólo 21 ciclistas de los 60 que comenzaron pudieron dar la vuelta de honor al Parque de los Príncipes.

Maurice Garin, el ganador de la primera etapa en línea
La primera edición se pudo contabilizar como un auténtico éxito. Para L´Auto supuso triplicar ventas y recortar distancias con su duro competidor, Le Veló.
El 2 de Julio de 1904 arrancó en París la segunda edición del Tour, que bajo el mismo recorrido estuvo marcada por el escándalo. Todos los vencedores de etapa y los cuatro primeros clasificados fueron expulsados una vez acabada la prueba por haber usado de manera ilegal coches o trenes, cuando de nuevo Maurice Garin era el vencedor final. El comité de investigación de la Federación Francesa de Ciclismo gracias a los testimonios de testigos y competidores dictaminó la exclusión en diciembre de ese mismo año, resultando ganador el francés Henri Cornet de apenas 20 años de edad.
En 1905 llegaría el primer coloso al Tour de Francia con la ascensión al Balón de Alsacia, pero no sería hasta 1910 cuando tuvo la primera incursión en los Pirineos con la ascensión al Tourmalet. Desgrange ordenó a Alphonse Steinés descubrir una ascensión para la 7º edición del Tour de Francia. En pleno invierno, Steinés llegó al Tourmalet junto a un chofér en coche para emprender la búsqueda de la cima, a la cual llegó andando después de que el coche tuviera que quedarse a 4 kilómetros por la abundancia de nieve. Steinés apareció al día siguiente con síntomas de congelación, pero una vez conseguido un telégrafo mandó un mensaje a Desgrange. “Atravesado Tourmalet. Muy buena ruta. Perfectamente practicable”.
Octave Lapize se convirtió en el primer ciclista en ascender el Tourmalet en carrera, consiguiendo a la postre el primer puesto en París. Al año siguiente se ascendió un nuevo coloso, el Galibier en los Alpes. Con la inclusión de los dos puertos por excelencia en el Tour, la carrera gozaba de una mayor heroicidad, siendo los ganadores aclamados como héroes, convirtiéndose en figuras populares y admirables.
Después de unas primeras ediciones dominadas por los corredores locales, con la salvedad del triunfo del luxemburgués François Faber, y con el franco-argentino Lucien Petit-Breton con el récord de victorias al conseguir consecutivamente el triunfo en 1907 y 1908, la segunda década del sigo XX estuvo dominada por los corredores belgas. Philippe Thijs se convirtió en el gran dominador al vencer en 1913 y 1914, pero la Primera Guerra Mundial truncó su supremacía en el Tour, volviendo a vencer en 1920, siendo el primer ciclista en lograr tres triunfos.
Una vez más, la guerra separaba los caminos del hombre. Tres vencedores perdieron la vida en los campos de combate, Faber, Lapize y Petit Breton murieron de forma trágica.
Miguel Hermosilla.