Muchos tendrán conocimiento ya de lo acontecido esta semana sobre la no-suspensión del GP de Valladolid, prueba que abrirá la temporada de ciclocross a este lado de los Pirineos, así como la Copa de España. En primera instancia, la federación castellano-leonesa era comunicada por la organización de la suspensión de la prueba por falta de apoyos económicos. Sin embargo, mientras se ponía en contacto con la española para transmitir la información, los organizadores volvían a dirigirse a la federación autonómica para asegurarles que prueba se disputaría, tras conseguir financiación en el descuento.
Otra carrera en dificultades para disputarse y siempre con el mismo culpable, el dinero. Sin ir más lejos, el campeonato de España todavía no tiene sede debido a que la organización de Burgos no obtuvo los medios económicos para alojarlo. Las empresas no ven en el cross un sitio donde su patrocinio sea efectivo: es un deporte con un seguimiento muy minoritario y localizado, en el que además su target coincide casi por completo con el de ciclismo en ruta. Con un simple vistazo al maillot de los ciclistas, cualquiera se da cuenta que los patrocinadores más allá de marcas de bicis, componentes o compañías especializadas en la bicicleta se cuentan con los dedos de una mano.
Vale, el deporte es pequeño pero, ¿las federaciones nacionales y autonómicas hacen todo el esfuerzo necesario para revertir esta situación y potenciar? Desde fuera parece que no, y que está un poco discriminado con respecto a otras modalidades. No haber publicado el calendario oficial aun o la ausencia en la web de información propia desde enero hasta octubre son síntomas de dejadez. No hay promoción, aun cuando el ciclocross tiene ingredientes de sobra para ser bastante más rentable y acaparar la atención de nuevo público. Tiene un formato muy televisivo, con carreras de una hora de duración que se pueden seguir sin problema de principio a fin, y es muy agradecido con el espectador que va a disfrutar de las carreras en directo, que tiene la opción de buscar puntos donde seguir el trayecto de los crossers en su totalidad y la posibilidad de que pasen todos siete u ocho veces a su lado. Eso por no hablar el punto de épica e impacto visual que dan las carreras con barro y nieve.
Hay que explotar ese valor, o de lo contrario casos como los de Valladolid o Burgos no serán los únicos de la temporada. Esperemos que Luis Román Mendoza (que ya ha colaborado con nosotros) tome nota y durante este invierno haga un trabajo tan bueno durante la temporada del barro como ha hecho con la ruta este verano, y que sirva de empujón para la modalidad.
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Hola.
En este caso, hay que conocer al organizador.
Menuda la preparó en la Copa de España Máster. Una prueba prevista para el 6 de marzo terminó celebrándose el 17 de septiembre tras varios aplazamientos, cambios de recorrido, etc. El Gran Premio Mariano (así se denominó a la prueba) donde finalmente, y dado el despropósito, sólo acudieron 30 corredores.
También es el responsable de la Vuelta a Valladolid Máster. Este año suspendida. Años atrás, otro despropósito con retrasos, cambios de lugar de salida a última hora… Vamos, “para mear y no echar gota”.
Lo increíble es que haga alguna cosa bien.
Hola Jesús Ángel.
Vaya, vaya, ¿menudo elemento no? Es bueno conocer cosas como estas, muchas gracias por la participación. Por cierto, se te ve puesto en estos temas, ¿compites en categorías máster en ruta, o en alguna modalidad más?
Hola
Corro en ruta en la categoría máster con el equipo Más Madera Valladolid.
En mi web podéis ver algunas de mis batallitas
Saludos