Con la llegada de los Sub23 se acaba el fogueo. Hombres hechos y derechos son los primeros que dan referencias reales sobre lo que realmente es el circuito y si todo lo que se ha hablado durante los meses, semanas y días anteriores se ajusta o no a la realidad.

Y por desgracia este año así ha sido. La carrera empezaba con la fuga de Carlos Manarelli (Brasil) y Gianluca Leonardi (Italia) que lideraban las primeras vueltas hasta que poco a poco fueron perdiendo una diferencia que alcanzó su máximo en los tres minutos y muchos fueron los valientes que intentaron tener su momento, pero no fue hasta a falta de 30km que se sucedieron dos acontecimientos simultáneos. Por una parte Eugenio Alafaci (Italia), Christopher Juul Jensen (Dinamarca), Louis Mientjes (Sudáfrica), Maxim Ayazbayev (Kazajistán), Philip Lindau (Suecia) y una grandísima sorpresa al que tendremos que seguir, el eritreo Natnael Berhane, que saltaban del pelotón a la vez que uno de los favoritos, el australiano Rohan Dennis sufría un pinchazo que le hacía perder contacto momentáneamente con un pelotón que conscientemente o no, le esperaba.

La ventaja nunca fue excesiva para un pelotón que no se inquietó en toda la jornada a excepción de un momento en que un grupo de una veintena de corredores tomó unos segundos de ventaja en la penúltima vuelta que pronto quedaría anulada y se entraba en la última vuelta con el sexteto de cabeza liderando con una ventaja ínfima.

Era el momento de los australianos, que a mitad de la última vuelta ponían a todo su arsenal proveniente de la pista a marcar un ritmo de crucero que nadie pudiese romper y así se llegó a la recta de meta. Los Sub23 habían dejado claro que el circuito es realmente flojo, indigno de un Mundial, pero en el sprint también quedó claro que muy bien tendrán que llegar los culogordos para poder tener opciones de victoria.

Los aussies hicieron la aproximación y luego desaparecieron, los británicos lanzaron el sprint para Andrew Fenn y los franceses, Petit y Demare, pasaban como auténticos obuses por la izquierda y, como nuestro compañero Jordi Martínez había apuntado en la previa se iban a mostrar intratables en la llegada para hacerse con un magnífico doblete. Demare primero y Petit segundo, compañeros de equipo hasta que llegado agosto tomaron caminos distintos, Demare a la FDJ y Petit a Cofidis. El tercero, Andrew Fenn también tiene hecho ya su futuro con Omega Pharma – Quick Step.

Otro palo al ciclismo anglosajón, en especial a los robots pistards australianos a los que los franceses les han hecho ver que en carrera dos más dos no tiene porqué ser cuatro, mientras que Francia, abanderando la vieja Europa recoge los frutos del trabajo de base bien hecho que tanto tiempo llevan realizando. En el podio estaban radiantes. Besos, abrazos, la Marsellesa, el equipo en bloque mezclado con el público cantándola y el arco iris.

Clasificación final

1º Arnaud Demare (Francia) 3:52:16
2º Adrien Petit (Francia)
3º Andrew Fenn (Reino Unido)
4º Rudiger Selig (Alemania)
5º Marco Haller (Austria)
6º Filippo Fortin (Italia)
7º Wouter Wippert (Países Bajos)
8º Alexey Tsatevitch (Rusia)
9º Tosh Van Der Sande (Béelgica)
10 ºAndris Smirnovs (Letonia)