Thor Hushovd (Noruega): un circuito que se le adapta como anillo al dedo con una rampa final demasiado dura para sprinters puros aunque demasiado suave y corta para uphillers, además de la plena madurez ha adquirido este año su carrera deportiva son los motivos para desplazar a Philippe Gilbert de este lugar de honor. En un equipo al que no se le podrá exigir nada y donde EBH puede cubrirle las espaldas su misión está más que clara, llegar a recta de meta en el grupo que se juegue le victoria ya sea grande o pequeño, donde tras 260km no todas las piernas estén tan frescas como las suyas; ni tampoco todas las cabezas.

Philippe Gilbert (Bélgica): aunque pueda parecer una osadía no otorgarle el puesto más alto en esta lista tras una temporada escandalosa, lo cierto es que al circuito y en especial a la llegada les sigue faltando algo de dureza para pensar en el valón como el máximo favorito. A medida que se han ido disputando pruebas ha quedado patente que los sprinters puros lo tendrán difícil para llevarse el gato al agua, y ahí en los últimos 300m con una de esas arrancadas mágicas está su opción. Cuanto más pequeño el grupo, mayores serán sus opciones de vestir un arcoiris al que estamos seguros que honraría.

Peter Sagan (Eslovaquia): si en el caso de Gilbert el final es algo más suave de lo que para él sería ideal, en el caso del eslovaco puede decirse que ni en sueños podría haber imaginado una llegada mejor -que no un recorrido mejor- donde explotar su velocidad y potencia. En su contra juegan sus 21 años, juventud siempre reñida con los largos kilometrajes ante los que, como ya dejase claro en la Milán-San Remo llegando en cabeza hasta el Poggio, tampoco piensa claudicar . Si los 260km no le han pasado excesiva factura y llega a meta al 100% tiene muchas opciones.

Fabian Cancellara (Suiza): las opciones de Espartaco pasan por una carrera poco controlada, momentos de incertidumbre y un ataque, desde el pelotón o un grupo reducido, que le haga irse solo en la última vuelta hacia el triunfo en solitario. Ha tratado de prepararse para la cita, pero ni en “su” prueba, la crono, consiguió más que un bronce. Complicada papeleta para un Cancellara con pocos en su ayuda.

Edvald Boasson Hagen (Noruega): ¿cómo se moverá Noruega el domingo? Es complicado saberlo, con cuatro corredores y con dos de ellos con opciones de hacerlo entre “muy bien” y “excelente” es complicado saberlo. Tanto Hushovd, actual Campeón, como EBH, claro outsider, tienen opciones de hacerlo bien, y aunque el más veterano de los dos tiene más historial, Boasson Hagen quiere llamar a la puerta en este tipo de pruebas.

Óscar Freire (España): séptima oportunidad que tiene para conseguir su cuarto Mundial… y pasar a la historia. Sí, aún más. A sus 35 años Freire aún puede ser más mítico y el recorrido no le viene mal. Si sus problemas han quedado atrás, que lo parece, con Freire y un equipo que le cuide hasta la Vuelta -3, todo es posible con él. De Santos lo sabe y lucharán por dejarle en la última vuelta con opciones. El resto será cosa suya. Sabe moverse de sobra en estas carreras. Ya ha ganado tres.

André Greipel (Alemania): una de las muchas opciones que baraja el equipo teutón en caso de que la carrera se decida en una llegada masiva. El HIDOLO por antonomasia ha mostrado en numerosas ocasiones que es un rival a tener en cuenta en caso de que la velocidad final sea la que decida la victoria. El domingo puede ser el día en que muchos infieles vean la luz. Recordad que el domingo es el día del Señor. Te alabamos Greipel.

Mark Cavendish (Gran Bretaña): pocas ocasiones tan buenas como esta va a tener nuestro amigo FATass para alzarse con el arcobaleno y seguro que por su cabeza pasa ser campeón mundial y olímpico simultáneamente, no es para menos con el recorrido que le han preparado para Londres. Todo hace indicar que viene a Copenhague dispuesto a todo y con un equipo de mayor nivel que otros años. Sólo tenemos la duda de si esos 500 metros finales serán demasiado duros para su generoso trasero.

Matt Goss (Australia): el circuito le viene de perlas para poder conseguir una clasificación interesante, pero sus malos resultados de las últimas fechas le han hecho bajar puestos en las listas de favoritos. En teoría es el hombre más fuerte del combinado australiano, pero tiene tantos compañeros de gran nivel que no sería de extrañar que no se mostrase en cabeza hasta los últimos metros de la carrera, mientras otros compañeros prueban distintos intentos de romper el pelotón para boicotear el casi inevitable sprint.

Tyler Farrar (Estados Unidos): el norteamericano no ha vuelto a competir desde su dura caída en Talavera de la Reina en la Vuelta, así que es una incógnita cómo podrá aguantar los 266 kilómetros de la prueba. A su favor cuenta con que el circuito no es exigente y es el líder indiscutible de una selección estadounidense que tiene en el sprinter de Garmin la única aspiración seria a medalla.

Giovanni Visconti (Italia): la selección italiana, a falta de un sprinter puro con opciones claras, deberá mostrar una cara combativa y en este terreno pocos se desenvuelven mejor que el actual portador de la tricolore; si acaso necesitaría algo más de dureza, pero llegando en un grupo seleccionado podría tener sus bazas.

Romain Feillu (Francia): para el mayor de los hermanos Feillu, con Voeckler y Chavanel buscando filtrarse grupos pequeños, la importancia de la carrera radicará en una buena visión que le permita no perder su tren dejando marchar un grupo grande, y ya en el sprint aprovechar que éste pica hacia arriba y dándole más opciones que en una llegada totalmente llana.

Sacha Modolo (Italia): si Visconti es la baza azurra en la guerra de guerrillas, Modolo, junto a Bennati, lo es en el sprint. ¿Por qué él y no Bennati? El espectacular verano del corredor de la Colnago-CSF le hace merecedor de tenerle muy en cuenta en caso de volatta, y aunque el poco fondo derivado de su corta edad podría ser su peor enemigo, la posibilidad de que nos inviten a una comida en caso de oro y unas cañas en caso de medalla hace que su presencia en la lista de favoritos sea innegociable.

Lars Boom (Países Bajos): los neerlandeses, como los franceses, tienen claro su misión en el Mundial: reventar la carrera. Y en ese terreno, el largo de Vlijmen, viendo el estado de forma que ha mostrado en Gran Bretaña puede liarla, intentarlo en los kilómetros finales lo intentará aunque sus opciones dependerán de cómo lleguen las fuerzas de las selecciones que se decantan por un sprint.

Heinrich Haussler (Australia): el excéntrico aussiegermano lleva una segunda temporada consecutiva para olvidar, pero su calidad y un circuito que se le adapta realmente bien pueden hacer de él un claro outsider si intentando quitar presión a su selección se acaba viendo en un grupo mediano donde jugarse la victoria.