Salimos mi cuñado y yo a Luchon el viernes 11 por la mañana. Casi cuatro horas después llegamos, y tras comer algo en las rampas del Peyresourde, mi cuñado se fue un rato a andar en bici. Quería hacer Superbagneres y Peyresourde, pero el mal tiempo sólo le dejó hacer Peyresourde y medio Superbagneres. Unas horas después, cuando despejó, vimos que había nevado en las cumbres más altas ¿Haría mal tiempo al día siguiente?
Por la tarde, hacia las 6, recogí mi dorsal con el número 8 y dimos unas vueltas por el centro de Luchon para ver el ambiente. Primera mala noticia del día. La salida se retrasa una hora porque el Tourmalet estará cerrado hasta las 11 de la mañana. Este retraso podría significar el llegar a la meta, 325 kms después, de noche. Y yo no quería eso. Habría que apretar un poco más al día siguiente.
Nos dimos cuenta que la mayoría de los participantes en la prueba eran vascos, además de unos cuantos aragoneses y catalanes. Caminando por ahí vi que se me acercaba ¡Juan Carlos Unzué!, ex-portero del Barça, Osasuna y Sevilla. Se ve que hace unos meses me pidió información de la prueba por mail y se la mandé, y vino a saludarme. Estuvimos charlando un buen rato.
Pronto llegaron amigos míos que también iban a participar, y que estaban alojados en el mismo camping. Así que después de recoger sus dorsales fuimos todos al camping para cenar. La cena, sin mucha historia. Pasta y más pasta. Antes de las 12 todos dormidos. Había que madrugar un poco.
A las 6:30 del sábado 12 toca mi despertador. Desayunamos. En nuestro bungalow estamos 5, pero sólo corremos 2. Los otros 3 van en coches de apoyo. Mi cuñado conmigo y los otros dos con el otro. En el otro bungalow, de 6, corren 3. Sobre las 7:30 de la mañana vamos en bici a la salida frente a las termas de Luchon. No hay mucha gente. Se esperan unos 650 participantes, y unos cuantos lo harán en 2 días.

El perfil de la mítica etapa pirenaica
En la salida me saluda Unzué, y tras sellar el libro de ruta a las 7:53, salimos juntos y hacemos medio Peyresourde. Este puerto está a la salida de Luchon, así que hay que empezar suave porque aún estamos fríos. Comentamos el día Unzué y yo, pero me pasan mis amigos y ya voy detrás de ellos. Aunque pronto veo a otro conocido y me quedo a saludarle unos minutos. Voy un rato con ellos, pero veo que voy muy fácil y acelero un poco, porque he visto otro maillot como el mío (Goierri) más arriba. Lo cojo a unos 3 kms de la cima, y como veo que anda parecido a mí y que va sólo, decido quedarme con él. Finalmente haría toda la marcha con él.
Llegamos arriba, aún con sol, y sin parar nos tiramos para abajo. Primer puerto superado. La bajada es muy buena. Buen asfalto, doble carril… y carretera seca. Así que lanzados llegamos a Arreau, donde comenzamos a subir el Aspin. Un puerto que no hace mucho daño. Son 12 kms entorno al 6%. Aquí el cielo ya está cubierto de nubes, pero no llueve. Al empezar nos cogen desde atrás los otros 3 amigos, pero pronto cogemos el ritmo de subida y nos vamos. Ya no los vería más hasta la meta. Como en Peyresourde, subimos el Aspin hablando. Siempre de ciclismo, puertos, rutas… no tenemos remedio.
En menos de 50 minutos ascendemos al Aspin. Arriba está el primer control del día. Sellamos el libro de ruta y nos acercamos un poco al avituallamiento. Tampoco es que haya mucha prisa en esta marcha. No hay clasificaciones ni cronometraje. Simplemente el reto de acabar de día. Me acerco al coche y cojo el chaleco para no pasar frío en la bajada. Nos subimos los manguitos y nos lanzamos a Ste. Marie de Campan por otra carretera en muy buen estado y seca.
Ste. Marie de Campan, inicio del Tourmalet. Llevamos poco más de 60 kms, hemos superado ya dos puertacos y ahora tenemos que subir el Tourmalet, el más alto de la marcha con sus 2115 mts. Mientras subimos nos cruzamos con ciclistas que bajan participando en otra marcha. Habrá que enterarse cuál es. Del Tourmalet poco que decir. Es tan conocido y famoso que todos nos sabemos sus porcentajes, sus paisajes y sus historias. Pero siempre gusta subirlo, y siempre cuesta. Mi record de subida era de 1h 16 mins. En la Luchon Bayona lo he batido por 5 mins. 1h 11 mins. No está mal. Con buena compañía y hablando las subidas se hacen más amenas, por muy duro que sea el puerto.

Asier, ascendiendo el Tourmalet
Arriba, otro control, otro avituallamiento. Y mucha niebla. De La Mongie para arriba se ha ido metiendo la niebla y arriba se ve poco. Hay muchísima gente. Coinciden los avituallamientos de las dos pruebas, y además hay una concentración de motoristas que nos entorpecen el paso porque están todos parados arriba. Aquí comemos un poco más, ya que el desgaste ha sido mayor, y nos volvemos a abrigar bien. La bajada es muy peligrosa y mi cuñado sufre con el coche ya que hay que frenar mucho. Bajando hay quien se cruzó con Cadel Evans, que se encontraba entrenando subiendo desde Luz.
Pasamos Bareges a mitad de bajada, llegamos a Luz, el inicio del puerto, y seguimos adelante hasta Argeles Gazost con la carretera que sigue picando hacia abajo. En Argeles llamo a mi cuñado para cambiar las maletas de mi amigo de coche. Las llevaba en un coche que seguía a otros más lentos y las metió en el nuestro para tenerla siempre a mano. Aquí comenzamos el Soulor, con casi 120 kms. El Soulor es irregular. Son más de 20 kms de subida, pero tiene un inicio duro, después muchos kms suaves (incluso llanos), y después los últimos 8 kms cercanos al 8% de media. En este tramo mi amigo nota ya que va algo pesado. Se notan los puertos. Pero le voy esperando y llegamos al control del Soulor, bajo una intensa niebla. En este avituallamiento dan bocatas calientes y más de uno se pone tibio, jeje. A mi no me apetecía, pero siempre gustan los plátanos, onzas de chocolate o cocacolas que nos ofrecen.
Desde Soulor hay 11 kms hasta la cima del Aubisque. Al principio se baja un poco para bordear el circo de Litor. La única pega: se pone a llover y aún hay niebla. Tras cruzar el circo, quedan unos 6-7 kms de subida al Aubisque. Aquí no hay que parar, porque nos hemos abrigado en el Soulor. La imagen del Aubisque daba miedo. No había nadie, llovía y no se veía nada. Comenzamos a bajar… y en la 1ª curva rompo un radio. Mierda. Pero bueno, con la rueda delantera descentrada y frenándose, y con lluvia y niebla, bajamos con precaución. Hasta Gourette, la estación de ski a 4 kms de la cima, la carretera es mala, pero después mejora. Nos sigue lloviendo hasta Laruns. A todo esto, el coche se había “escapado” en el Soulor para bajar más tranquilo el Aubisque. Habíamos quedado en Arudy para comer, 10 kms después de bajar el Aubisque. Y hasta allí tuve que ir con el radio roto.
Bajamos el Aubisque a Laruns, donde llueve menos, y con la carretera favorable “volamos” hasta Arudy. Paramos a comer con unos 170 kms. Más de la mitad. Cambio la rueda por la de mi cuñado, le pongo el imán de mi cuentakms, nos cambiamos de ropa porque vamos calados y comemos un plato de pasta. ¡Qué bien entró! En este tiempo nos pasaron unos cuantos grupitos de ciclistas, entre ellos mis amigos de Zumárraga y Juan Carlos Unzué. Pero da igual. Yo ya tenía pensado hacer una paradita de 30 mins para comer, y viendo el tiempo que habíamos tenido, con más razón.
Tras comer, nos abrigamos con chubasqueros para calentarnos un poco los primeros kms. Aún quedan unos 150 kms y son las 3 de la tarde más o menos. Haciendo cálculos mentales, yendo a 30 de media podríamos llegar cerca de las 9 de la noche, aún de día. Ése era el reto. Nos cuesta arrancar, pero por lo menos ya no llueve. Realmente no hay muchas ganas visto lo que hemos hecho. Además sabíamos que el trayecto hasta Bayona iba a ser desde Arudy muy irregular, con muchos repechos. Y efectivamente, así fue. Hasta Oloron se iba muy bien, muy llano. Pero después la carretera se convirtió en unos contínuos toboganes. Ni un metro llano hasta Bayona.
Mi amigo ya no iba muy fuerte, por lo que me tocó tirar a mí algo más, pero tampoco me importó. Entramos en Iparralde y pasamos por Tardets, cerca de Larrau… y después por Maule. Pronto subimos el último puerto reconocido como tal del día, el Col d’Osquich. Su cima está a 500 mts de altitud, ¡pero a estas alturas se hizo durísimo! Llegué yo un poco antes que mi amigo, un par de minutos antes.
Arriba, el 4º y último control de la ruta. Veo a Unzué y le saludo. Andaba unos 4 minutos antes que nosotros, así que sale mientras tomamos unas cocacolas. Mis amigos iban unos 15-20 mins por delante. Mi otro amigo, ni rastro por detrás… Desde arriba quedaban 70 kms. Nos juntamos con otro tipo que venía por delante y bajamos rápido Osquich, a por más toboganes. En uno de estos repechos el tipo se quedó y seguimos mi amigo y yo sólos otra vez. A veces mi cuñado nos daba agua o alguna cocacola desde el coche, que nos vino de lujo.
Poco a poco fuimos haciendo kms. Despacio hacia arriba, algo más rápido hacia abajo. Cuando iba cayendo la tarde, el cuentakms iba dándonos buenas noticias… ¡¡Habíamos superado los 300 kms!! Ya quedaban unos 20 kms. Buufff, ¡¡Qué ganas de llegar a la meta!! Aquí ya sólo “tiraba” yo, aunque no fuera muy rápido. Sobre las 9 de la noche empezamos a aproximarnos a Bayona. 10, 8, 6 kms… ya estábamos cerca. En este momento ya nos felicitamos. Por fin vimos que llegábamos de día, sin necesidad de luces frontales ni chalecos reflectantes.
A las 21:20 mins nos sellaron el libro de ruta en la meta de Bayona. En total me han salido 322,3 kms a una velocidad media de 26,11 kms/h. No está mal viendo los puertos y la kilometrada que hemos hecho. Pedaleando han sido 12h 20 mins, y en total algo menos de 13h y media. Osea que hemos estado parados poco más de una hora en los avituallamientos y comiendo. Bien. Y hemos llegado de día.

Llegando a la meta
En la meta, saludar a los del pueblo que habían llegado antes, y a Unzué que nos sacó unos 5 mins. Comer unos bocadillitos de jamón, beber unas cocacolas y a cambiarme de ropa. En la meta mi amigo tenía su coche, así que ya cada uno volvió a casa cuando quiso. Mi cuñado y yo salimos de allí sobre las 22:15, después de estar allí un buen rato. Después me enteré que mi otro amigo llegó sobre las 23:00 a meta. De noche, pero entero.
Por tanto se puede decir que objetivo cumplido. Llegamos todos los del pueblo (los 6) a meta, y 5 de nosotros entre los 30 primeros, aunque hay que decir que no había ni tiempos ni clasificaciones oficiales. Una bonita jornada de ciclismo sobre el recorrido de la primera etapa Pirenaica del Tour, aquella que el vencedor empleó más de 14 horas en recorrer los 325 kms que separan Luchon, a 10 kms de Catalunya, y Bayona, en la costa atlántica.
¿Repetiremos dentro de dos años? ¿Se hará en sentido inverso? Ese sí que sería bonito reto… bajando el Peyresourde oscureciendo… ya veremos. Por ahora, espera la Quebrantahuesos este mismo sábado.
Asier Ruiz de Eguino