¡Hola a todos!

Como ya os dije, vuelvo con más fuerza que nunca y sigo entrenando con muchísimas ganas por la Sierra de Gredos, aunque como todo el verano, un poquito solo…

Hoy me han tocado unas series cortitas pero intensas, de esas que dices ¡¡pero si solo han sido 5 minutos serios y ya se están quejando las piernas!! Pero parece que el agua bien fresquita que mana directamente de la Sierra todo se cura. Al final he obtenido como mejores valores, 521w en 3 minutos, 556w en 2 minutos y 644 en minuto y medio, ¡paso a paso vamos viendo frutos!

Hoy voy a contaros cual es la rutina de la mayoría de los ciclistas en una vuelta por etapas, como la cada día más emocionante Vuelta a España que estamos viendo y disfrutando durante estas tres semanas.

En primer lugar, es evidente que yo no he corrido ninguna carrera tan larga, lo máximo han sido 8 días (con doble sector incluído) pero os puedo asegurar que exceptuando el día de descanso el resto de día se asemejan mucho.

Si la etapa empieza a las 12, lo habitual es que nos levantemos algo más de 3 horas antes, y salvo algunos que tienen un reloj biológico de madrugador, el director o el masajista va tocando suavemente puerta a puerta para que el despertar no sea violento, ya que antes de abrir la puerta es el momento para medirse el pulso en reposo y la tensión arterial, para ver cómo ha asimilado el cuerpo el esfuerzo del día anterior y cómo está de recuperado nuestro corazón.

Una vez memorizados los numeritos, es el momento de dar los buenos días al compañero (yo personalmente no hablo hasta que no me miro el pulso, porque a la mínima me sobreexcito y doy un valor más alto del real) y abrir la puerta para subirnos a la báscula tras eliminar los líquidos que le sobran a nuestro cuerpo. Nos pesamos (aunque aquí debo puntualizar que lo correcto sería decir que medimos nuestra masa corporal, ya véis, un tema en el que incidía mucho mi antiguo profesor de Física: el Peso es una fuerza y se mide en Newton, lo que se mide en kg es la masa) y le damos al director los datos antes memorizados para que los apunte en la tabla que compara los datos de toda la Vuelta. Entonces llega el momento de ponerse el chandal del equipo y bajar todos a llenar de gasolina el otro depósito ya que almacenamos glucógeno en los músculos y en el hígado. El primero deberíamos haberlo llenado en la cena del día anterior, y el segundo aunque lo llenásemos se vacía mientras dormimos, porque nuestro cerebro sólo utiliza glucosa, y ésta se obtiene del depósito hepático, ¡así que a ello vamos!

Yo, personalmente, suelo preferir otras cosas antes que pasta o arroz recién levantado, no tengo ningún problema en comerlos pero me resulta más digerible y apetitoso una papilla de cereales (como las de los niños) con leche de soja (sustituyendo a la leche de vaca para evitar su lenta absorción) y canela (que le da un punto que me encanta) a la que añado algunos cereales, y si me levanto prerezoso, un poco de café. A esto se le puede añadir alguna tostada con mermelada o algo más consistente como ya os he dicho antes, en función de la longitud y dureza de la etapa, pero pudiendo elegir, me quedo con la papilla.

Más tarde, dependiendo de lo lejos que esté la salida, o bien subimos tranquilamente a la habitación a cambiarnos ya con la ropa limpia del día anterior, aunque no te la pongas para esa etapa, y en mi caso a poner los dorsales, ir al baño si es menester y esperar la hora de montarnos en la caravana con un poquito de música para ir despertándonos, aunque a veces son tan largos los desplazamientos que casi hay que bajar a desayunar vestido!

Potrocolario control de firmas

Llegamos a la salida más o menos con una hora de antelación, y allí empieza la rutina de cada uno. Una vez firmamos (nosotros solemos ser de los primeros y vamos todos juntos) volvemos a la caravana para coger la bolsa de avituallamiento, y uno se echa un poco de Radio salil si hace frío, otro prefiere Trombocid, uno limpia las gafas, otro aún no ha puesto los dorsales, se comenta que hay de avituallamiento, “te cambio esta barrita por ese bollito” o “a mí la manzana no me entra” son comentario que suelen oírse entre los compañeros. Además de las 3-4 barritas y 3-4 bollitos que nos suelen poner añado algún gel de asimilación rápida “para por si acaso” y bueno, eso entre los que estamos allí, porque siempre hay alguno que rápidamente se va echarse un cafecito para ir al baño.

En caso de que llueva, entonces si que la situación es algo más caótica. Más ropa que ponerte, que si forras las zapatillas con papel transparente, que si llevo chubasquero o me vale con chaleco..

Una vez tengo todo lo necesario, me gusta coger la bici e irme a calentar un poco y es raro que alguien lo haga, aunque en teoría todos deberíamos, sobretodo porque si no hay neutralizada sales a mil por hora y no sabes cuando vas a parar pero ya os digo que yo siempre que puedo lo hago, ¡unos 20 minutos rodando porque me gusta salir a punto para dar guerra desde el principio!

Termina la etapa y..¡ya os contaré!

¡Un saludo a todos!