Cuando Julio César pronunció con soberbia estas palabras ante el repleto Senado, tras derrotar a los pontos por aplastamiento en la fugaz batalla de Zela, difícilmente podía pensar que tantos iban a querer hacerlas...
Cuando Julio César pronunció con soberbia estas palabras ante el repleto Senado, tras derrotar a los pontos por aplastamiento en la fugaz batalla de Zela, difícilmente podía pensar que tantos iban a querer hacerlas...