Como casi todos los aficionados al ciclismo saben, el mundialmente famoso artista Salvador Dalí gustaba de decir “cuando las bicicletas llegan a París, se acaba el verano”. Para mucha gente aquí, en lugar del verano, lo que se acaba es el ciclismo. Sin embargo, para nuestros vecinos el ciclismo no ha hecho sino comenzar. Pese al descenso de la categoría, las cunetas portuguesas se han llenado fielmente, como siempre, durante la primera quincena de agosto para ver la victoria de la eterna promesa Ricardo Mestre en la 73ª edición de la Grandíssima, así como la exhibición de su equipo, Tavira – Prio, que ocupó también la segunda y cuarta plaza con André Cardoso y Nelson Vitorino. El último lugar del cajón fue para el veterano Rui Sousa (Barbot – Efapel), en una carrera en la que la carnicería provocada por el equipo de Vidal Fitas en la subida a Torre resultó clave para definir la clasificación general final, y en la que los portugueses monopolizaron más que nunca la atención: los diez primeros de la general fueron ciclistas lusos; y nos tenemos que ir hasta el decimotercer lugar para encontrar al primer corredor de un equipo no portugués.

Mestre y sus compañeros del Tavira-Prio celebran la victoria.

Todo el equipo Tavira celebra la victoria en Lisboa / Foto: © Tavira-Prio

La Volta a Portugal em Bicicleta comenzaba allá por el 4 de agosto con un sinuoso prólogo de apenas dos kilómetros, que daba el primer liderato a Hugo Sabido (LA – Antarte) Él, con seis segundos de renta sobre Filipe Cardoso (Barbot – Efapel) y su compañero Bruno Silva; y su equipo, con cinco corredores en el top-10; abusaron de sus rivales jugándose el tipo en cada curva y adoquín del recorrido.

La primera etapa de la carrera se dilucidó en un sprint final, en el cual Sergio Ribeiro (Barbot – Efapel) aprovechó el trabajo de su equipo para batir con facilidad a Francesco Gavazzi (Lampre – ISD) y Antonio Carvalho (Selección Portuguesa), en un día más difícil de lo esperado por una fuga inicial de 18 ciclistas que echaron abajo los conjuntos locales. Ribeiro también consiguió el liderato gracias al tiempo extra en meta, aunque empatado a tiempo con Hugo Sabido y Davide Ricci (Farnese Vini – Neri), que se colocó en posición de privilegio gracias al tiempo de las metas volantes. Fabricio Ferrari (Caja Rural), en la escapada con el italiano, recibió como premio a su esfuerzo un maillot de la montaña que no cedería ya en el resto de prueba.

Al siguiente día, en la llegada a N. Sra. da Assunção, de nuevo Sergio Ribeiro mantenía el liderato ganando, con más facilidad si cabe, picando tiempo sobre Gavazzi y Alessandro Bisolti (Farnese Vini – Neri) en la cima del puerto de segunda, merced a un trabajo de su equipo más efectivo, si cabe, que en día anterior. Los hombres del Barbot – Efapel controlaron una fuga que llegó a ser de doce hombres y de siete minutos en un terreno con cinco puertos previos a la ascensión final, y seleccionaron un grupo en el puerto en el que se empezaron a mostrar las carencias de Hugo Sabido y David Bernabeu (Andalucía – Caja Granada). Reseñar por último, la vergonzosa actuación del conjunto Konya – Turka – Vivelo, quienes solo tenían ya en carrera a dos de los nueve corredores inscritos.

La tercera etapa traía, de nuevo, final en alto. En una llegada algo más dura, los favoritos enseñaron sus cartas en los metros finales y, tras un ataque en los metros finales, Hernâni Brôco (LA – Antarte) vencía sobre Ricardo Mestre (Tavira – Prio), y sacaba seis segundos a un pequeño grupo encabezado por André Cardoso (Tavira – Prio). Para conseguir la victoria hubo de echar abajo el ataque de David Livramento (Tavira – Prio) al inicio de N. Sra. de Graça, y que no fue cazado hasta los últimos metros. En cuanto a la general, el esfuerzo de Ribeiro por detrás no fue suficiente y perdió en liderato con Brôco por sólamente 4 segundos.

Nueva jornada en la Volta a Portugal, y nueva llegada en alto, ésta vez, más sencilla que los días anteriores y que no produjo cambios entre los favoritos. Tras más de 60 kilómetros de intentos, se formaba una escapada de diez corredores de los que solo quedaban siete tras el primer paso por Gouveia, y de los que solo quedaba José Vicente Toribio (Andalucía – Caja Granada), en el segundo y definitivo paso. El español, aunque fue cazado por Vitorino y Livramento tras saltar los portugueses en los últimos kilómetros, fue capaz de aguantar su ritmo para rematar al primero en la línea de llegada y a su vez al pelotón, que entró encabezado por Gavazzi.

Pelotón de la Volta a Portugal

La llegada a Viseu, previa al día de descanso, era mucho más sencilla que las anteriores, y eso fue aprovechado por el joven Andrea Guardini (Farnese Vini – Neri) para imponerse en la volatta con más de dos bicicletas de diferencia a Sergio Ribeiro y Benjamin Giraud (La Pomme Marseille). Día de transición controlado por los equipos portugueses en el que Oleg Chuzda (Caja Rural) y Javier Chacón fueron los protagonistas de la fuga, y Ribeiro recuperó el liderato gracias a las bonificaciones.

Tras la break para todos los ciclistas, que se aprovechó para hacer una carrera cicloturista en la zona de Viseu, siguiendo el ejemplo del Tour y la Vuelta; la carrera seguía totalmente abierta en cuanto a la clasificación general. Los primeros días sólo se habían disparado balas de fogueo y quedaba todo abierto de cara a la contrarreloj del viernes; y a la llegada a Torre del sábado.

Sin embargo, antes deberían completar la etapa más larga de la ronda lusa, con más de 215 kilómetros, en la que se imponía al sprint sobre un pequeño grupo de corredores Francesco Gavazzi sobre el líder Ribeiro y Timofey Kritskiy (Itera – Katusha). De nuevo fue un día de fácil control para las escuadras portuguesas, pero que se cobro varias víctimas en forma de abandonos de Alejandro Marque (Onda – Boavista), el ganador de la etapa previa Toribio, o Thomas Dekker (Chipotle Development Team), que regresaba a la competición después de su sanción y demostró que necesitará tiempo para volver a ser competitivo.

Llegó por fin la contrarreloj de 35 kilómetros, en la que Ricardo Mestre dio un golpe sobre la mesa y un vuelco a la general, sacando 1′ de ventaja a Hernâni Brôco y 1’42” a su compañero André Cardoso y a Ricardo Vilela (Onda – Boavista). El líder Ribeiro, pese acabar séptimo, perdió mucho tiempo en la lucha individual y las opciones de cara a la general. Tras la crono quedaba Mestre como líder sobre Brôco, y ya alejados de cara a la general Cardoso y el propio Ribeiro.

Solo faltaba el Alto da Torre para dictaminar sentencia. 182 kilómetros con paso previo por Penhas da Saude y Penhas Douradas. Rápidamente se formó una fuga con 14 de los 95 corredores que quedaban en carrera, tres de ellos del Barbot – Efapel (quienes intentaron infiltrar más corredores durante el desarrollo de la carrera, que se quedaron en posición intermedia como Raúl Alarcón o César Fonte). A la llegada a la base de Alto da Torre, por se iba por delante Rob Squire (Chipotle Development Team), quien finalmente sería neutralizado por Delio Fernández (Onda – Boavista). Por detrás, trabajaba el Tavira-Prio con Livramento, quien solo llevaba a rueda a tres compañeros, Rui Sousa, João Cabreira (Onda – Boavista) Brôco y Virgilio dos Santos (LA – Antarte). Sin embargo, la situación se recrudecía a unos 15 km de meta, cuando entraba Vitorino al relevo, y se quedaban por delante los tres líderes del Tavira-Prio con Rui Sousa, que habían hecho pagar a Brôco los esfuerzos de toda la semana. Recogiendo cadáveres, se mantuvieron en dicha disposición hasta la línea de meta, donde el el infernal muro final Cardoso se imponía sobre Rui Sousa y Mestre. En la general, solo Rui Sousa evitaba el triplete del Tavira-Prio y, aunque todavía restaban dos días de carrera, la general estaba, salvo desgracia, decidida.

Subida a Alto da Torre en la Volta a Portugal

Vitorino, Mestre, Cardoso y Sousa en cabeza / Foto: © Joao Fonseca

La novena etapa, con final en Sertã, se la llevó Jacob Rathe (Chipotle Development Team), al resolver al sprint frente a otros ocho corredores que en un inicio había sido 17, que aunque no tomaron nunca más de 5 minutos, no pudieron ser reducidos finalmente por los corredores de Lampre – ISD y Barbot – Efapel. El estadounidense se impuso a Diego Milán (Caja Rural) y a Davide Ricci.

La décima y última etapa, con final en Lisboa, tenía un diseño muy similar al que suelen realizar en los Campos Elíseos el último día del Tour de Francia. En ella, Francesco Gavazzi repitió victoria sobre Sergio Ribeiro y Samuel Caldeira (Tavira – Prio), después de que se produjera una caída de Diego Milán y Bruno Matos (LA – Antarte) en el último kilómetro que rompió el pelotón en mil pedazos. Pese a ello, la general no sufrió cambio alguno y Mestre logró por fin la gran victoria que se estaba esperando de él desde hace tiempo; así como el doblete veraniego con el Trofeo Agostinho. Además, la escuadra de Tavira mostró su superioridad dentro del ciclismo luso, al conseguir su cuarta Volta a Portugal consecutiva.

Clasificación general final:

  1. Ricardo Mestre (Tavira – Prio) en 42h34’44”
  2. André Cardoso (Tavira – Prio) a 1’31”
  3. Rui Sousa (Barbot – Efapel) a 2’24”
  4. Nelson Vitorino (Tavira – Prio) a 2’48”
  5. Hernâni Brôco (LA – Antarte) a 2’58”
  6. Sergio Ribeiro (Barbot – Efapel) a 5’12”
  7. Vergílio Santos (LA – Antarte) a 6’44”
  8. Sérgio Sousa (Barbot – Efapel) a 7’13”
  9. João Cabreira (Onda – Boavista) a 8’15”
  10. Daniel Silva (Onda – Boavista) a 8’16”