El 1 de agosto empieza en el mundo del ciclismo el periodo de fichajes, o al menos el periodo para hacerlos oficiales. Tiempo hay para sentarse y negociar, pero los hay que han querido aclarar bien pronto su futuro como en el caso de Ángel Vicioso, que ha anunciado que a partir del año que viene correrá en el equipo Katusha.
De dilatada trayectoria como profesional dio sus primeros pasos de la mano del conjunto Kelme – Costa Blanca para algo más tarde pasar a la estructura de Manolo Saiz. Durante todos aquellos años se destapó como un corredor potente que tragaba la montaña y con punch en los finales, por lo que tuvo la oportunidad de conocer las tres grandes vueltas y empezó a labrar una relación con Euskadi y Navarra que fue extremadamente prolífica para un corredor como él, y es que allí ha conseguido algunos de los triunfos más importantes de su carrera, en la Itzulia (2 etapas), la Euskal Bizikleta (4 etapas), el GP Miguel Indurain (2001 y 2002) y la Klasika de Primavera (2002), aunque también cosechó buenos resultados en la Volta a Catalunya, Tirreno-Adriático o en las clásicas de las Árdenas donde colecciona algún Top10.
En 2006 se vio envuelto en la explosión que supuso para el ciclismo español la Operación Puerto y a partir de ese momento, como muchos-otros-ciclistas-sí pero unos-pocos-no pasó a ser un apestado. Recaló en Relax – GAM donde prolongó un año más su buen hacer en la Itzulia con una etapa y el segundo puesto de la general, para luego emigrar a Portugal para poder tener sitio en el pelotón. Respondió y se hizo con la Vuelta a Asturias, lo que le sirvió para volver a España, de la mano de Xavi Tondo, a Andalucía – Caja Sur.
Sus temporadas en el equipo andaluz fueron discretas a excepción de sus buenas actuaciones en el fin de semana riojano en 2010, y en una decisión un tanto incomprensible, a final de temporada Antonio Cabello dejaba marchar a uno de sus corredores más importantes, que ponía destino a Italia, a Androni-Giocattoli.
Y ha sido allí donde ha vivido su mayor alegría durante uno de los días más tristes de la historia del ciclismo ganando una etapa en el Giro d’Italia pocos minutos antes de que la llama de Wouter Weylandt se apagase. Ese triunfo, pese a las circunstancias en que se produjo, bien justifica la temporada de un ciclista en un equipo como el de Savio, y más cuando su rendimiento en el calendario italiano ha sido realmente bueno.
De este modo el aragonés se une a Joan Horrach, Dani Moreno, Joaquim Rodríguez y Alberto Losada para engordar el clan español en el equipo Katusha. Y es que la tendencia se ha invertido. Donde durante muchos años había ciclistas rusos que venían a España, donde si destacaban en el amateurismo tenían papeletas para encontrar un hueco en el pelotón como en los casos de Karpets o Menchov; ahora son nuestros ciclistas, seducidos por el poder de los petrodólares -o los gaseodólares en este caso- se ven obligados a buscar sus habichuelas fuera de España. Ángel Vicioso ha tenido suerte y ha podido subirse al último tren de su carrera. Otros no tendrán tanta suerte.