Obviando las numerosas caídas y abandonos de favoritos en esta primera semana del Tour de Francia -recordemos: Wiggins, Brajkovic, Van Den Broeck, Vinokourov y Horner- lo que sí es cierto es que prácticamente todos los equipos con un favorito a la victoria final que han venido a este Tour de Francia son auténticos equipazos. Por poner algunos ejemplos, el Rabobank de Robert Gesink trajo a Francia a Luis León Sánchez, a Bauke Mollema, Laurens Ten Dam o Carlos Barredo. El Leopard trajo a Cancellara, Monfort, Fuglsang, Gerdemann y Voigt. Lo mismo sucedió con el RadioShack, Astaná o AG2R. Como decimos, prácticamente todos los equipos (I y II) son bastante fuertes, todos menos el Liquigas de Ivan Basso y en mayor medida el SaxoBank de Alberto Contador.
Y esto ha jugado muy en contra del corredor madrileño en una primera semana que ha sido horrible para todos los ciclistas, con caídas y más caídas. Contador ha sufrido tres caídas durante la primera semana, lo cual hace indicar que los corredores encargados de protegerle no lo están haciendo del todo bien. También se ha visto que en los momentos clave, Contador tiene que afrontar las situaciones adversas prácticamente en solitario como pudimos ver en la persecución de la primera etapa tras la caída de una gran parte del pelotón. Al contrario que podemos ver en el caso de los hermanos Schleck, que han tenido una primera semana de relajación absoluta gracias al trabajo de sus compañeros de equipo, en el caso de Alberto, el corredor español ha tenido que afrontar en algunas ocasiones etapas como si fueran contrarrelojes individuales. Y ese desgaste le pasará factura.
Los hombres que acompañan a Alberto tampoco es que sean corredores sin experiencia en estas lides, pero un corredor que opta a llevarse el Tour por cuarta vez a expensas de lo que diga el TAS, necesita un equipo mucho más competitivo y que le ayude más en carrera para conseguir pasar los días con el menor desgaste posible. Chris Anker Sorensen, Dani Navarro y Richie Porte tendrán su momento en la montaña, así que está por ver si su rendimiento es al menos aceptable y Nicki Sorensen y Matteo Tosatto ya han hecho una labor más o menos buena en esta primera semana, pero el resto de corredores han destacado por su ausencia.
El primero de ellos es Brian Vandborg, un corredor que debería haber trabajado mucho más en esta primera semana puesto que no se desenvuelve bien en montaña y tampoco puede aportar mucho más al equipo. No lo ha hecho. Más sangrante es el curioso caso de Benjamín Noval, un hombre que entró en el equipo a última hora y sin razón aparente, dejando fuera a dos corredores con experiencia y que podían aportar mucho más al equipo, tanto en la contrarreloj por equipos como en los sprints y en trabajar en el llano para Alberto, estos son Larsson y Haedo. El que se quedó fuera a última hora fue el argentino, pero el sueco también podía haber entrado y hacer una mejor labor de la que hace el amiguísimo de Alberto. Y por último tenemos a Jesús Hernández, un corredor que rueda medianamente bien en montaña y que en teoría, ayudará a Contador a partir de ahí, pero en esta semana ya debería haber hecho trabajo de equipo en beneficio de su líder.
Por todo esto, Alberto Contador va a tener más complicado si cabe revalidar el título de campeón en París. Recordemos que ya viene con el Giro en las piernas, viéndose allí también bastante abandonado por un equipo que no daba el nivel para ayudarle más que para sumar kilómetros. En este Tour también está bastante solo y tendrá que buscar equipos que le ayuden a cambio de favores como ya viéramos en el pasado Giro. En cualquier caso, lo tendrá muy difícil.