Finalmente, no saltó la sorpresa. Aun sin llevar a muchas de sus bazas más importantes, Lotto-Belisol, Wanty-Groupe Gobert y Topsport Vlaanderen-Baloise se presentaban en el GP Stad Zottegem como absolutos e indiscutibles favoritos ha conseguir la victoria ante un cartel repleto de conjuntos continentales. Y como no podía ser de otra manera, su calidad y su experiencia se impusieron sin problemas, copando las cinco primeras plazas en la meta flamenca de la mano de Jasper de Buyst, el stagiare Tiesj Benoot, Zico Waeytens, Tim de Troyer y el ganador de la prueba que reanuda la temporada de semiclásicas en suelo belga, Edward Theuns.

Para los tres únicos equipos profesionales en liza, la receta a seguir fue sencilla, y la aplicaron a la perfección. Un comienzo demoníaco que dificultara la integración de los más débiles en la fuga de la jornada por un lado, y donde además ellos contaban con manejar cierta superioridad que les ahorrara una carrera a la contra, situándoles incluso en posición de ventaja si la ventaja que ésta lograba se hiciera insalvable. Dicho y hecho. Tras 30 kilómetros de un ritmo infernal, superior en casi todo momento a los cincuenta kilómetros por hora, se formaba el corte de diecisiete ciclistas que marcaría el devenir de la carrera. En él, dos miembros de cada una de las tres escuadras, así como otros viejos conocidos del profesionalismo como Frédéric Amorison (Wallonie – Bruxelles), Huub Duyn (Cycling De Rijke) o Maurits Lammertink (Cycling Jo Piels).

En definitiva, mucho nivel y muchos planteles implicados teniendo en cuenta el pobre cartel presente en Zottegem, de modo que la escapada pasó en este caso de sometida a controladora de la situación. Con el débil Team 3M haciendo lo que podía tirando del pelotón, el amplio grupo cabecero mantenía en todo momento rentas superiores al minuto hasta bien entrado en el tercer giro de los cuatro a completar en el circuito final. La entrada entonces de los bisoños aunque talentosos equipos de desarrollo Rabobank y Leopard pegó un mordisco que empezó a animar a algunos efectivos de las escuadras ausentes delante a tratar de conectar de forma individual, sobre todo aprovechando el paso por las cotas.

Unos intentos que mayoritariamente caían en saco roto, pero que contadas ocasiones lograron contactar con un grupo cada vez más menguado. Así, Sean de Bie (Lotto – Belisol) y Ludwig De Winter (Color Code – Biowanze) consiguieron llegar para cubrir, en el caso del primero, la pérdida de Tosh van der Sande con una vuelta por cubrir. Y poco más adelante, de entre una docena de ciclistas que habían surgido en persecución de los primeros consiguieron contactar con las primeras plaza -desmenuzadas a su vez por las continuas disputas y ataques en busca de lograr una mayor selección- Jesper Asselman (Metec – TKH) y Theuns. Con quince kilómetros por delante, los hombres de Christophe Sercu se encontraban con tres hombres por delante, al tiempo que la fatiga que acababa con De Bie situaba a uno de sus grandes rivales con un único ciclista.

Edward Theuns

Theuns logra su primer triunfo en una carrera .1

No obstante, a pesar de que la situación era propicia tácticamente, no fue ni mucho menos definitiva hasta los últimos cinco kilómetros, momento en el que llegó el parón definitivo por detrás tras un largo tira y afloja en el que los aventureros se mantuvieron unidos durante gran parte del tiempo.

Pero cuando la victoria se empezó a palpar en el horizonte, la paz desapareció. Y lo hizo por el eslabón más fuerte. Topsport Vlaanderen-Baloise demarraba con Theuns y Waeytens poco antes del triángulo rojo, llevándose consigo únicamente a De Troyer. Con De Buyst por detrás para hacer las veces de secante, el resto fue historia. El quinto clasificado en Valonia se sacrificaba sabedor de la potencia de su coequipier, que no falló. Theuns se estrenaba con los colores del equipo flamenco por excelencia, logrando el séptimo triunfo de la estructura en el presente 2014.