Tres segundos. Ese ha sido el margen con el que Nairo Quintana (Movistar) ha ganado una Vuelta a Burgos de lo más ajustada. Ajustada en la general, en la que ha superado a Dani Moreno (Katusha), y también en la etapa de hoy, en la que los cinco primeros han estado en un margen de apenas 4 segundos. La victoria del día ha ido a parar a manos de Aleksejs Saramotins (IAM Cycling), quien marcó un registro temprano que ya nadie más pudo superar.
Quintana y Moreno salían de la rampa de salida empatados a tiempo y a mitad del recorrido nada se había decidido a favor de uno u otro. El de Katusha marcaba rodaba 10 ínfimas centésimas más deprisa que el colombiano a esa altura de carrera. Pero en la segunda mitad, más favorable, el de Movistar impuso su clase. Tanto, que estuvo a punto de ganar la etapa también. Un solo segundo permitió a Saramotins subir al podio de la jornada. De cara al puesto restante en el podio, Janez Brajkovic (Astana) desbancó a David Arroyo (Caja Rural – Seguros RGA), quien no tuvo su día.
Nairo Quintana ya ha puesto las cartas sobre la mesa de cara a la Vuelta a España. Con su segundo triunfo consecutivo en Burgos –doblete consecutivo que nadie lograba desde que Abraham Olano lo consiguió en 1998 y 1999– muestra que su preparación lleva el camino óptimo y que, en vista de su calendario y su ausencia de lesiones en comparación con otros de los supuestos favoritos a la ronda española, quizá sea la rueda a seguir a partir de la próxima semana.