Una vez presentados los favoritos a la victoria en el Tour de Francia, es hora de pasar lista a esos corredores que se sitúan en un segundo plano pero que también cuentan con opciones, no tanto de victoria pero sí de podio. Eliminando la pelea por la victoria que parece un duelo a dos entre Alberto Contador y Chris Froome, la pelea por el tercer puesto parece más abierta que nunca y a los Rui Costa, Vincenzo Nibali y Alejandro Valverde hay que añadir otros muchos candidatos. Este año, el nivel de los outsiders parece más alto que nunca.
Bauke Mollema (Belkin Pro Cycling) se sitúa como uno de los corredores más aptos a la hora de pelear por ese tercer escalón del podio. El año pasado se le hizo muy larga la última semana y cabe esperar que haya aprendido de sus errores. Luchar por sprints innecesarios y gastar de más en la primera semana son los dos grandes problemas que debe subsanar el neerlandés si quiere llegar con el gas suficiente a esa última semana, donde se decidirá todo. Junto a él, también estará Laurens Ten Dam, acostumbrado a arreglar el desaguisado de sus compañeros cuando estos fracasan y que a buen seguro estará muy arriba en la general. Es un seguro de vida.
Tres corredores que sí están plenamente capacitados para pelear por el podio tanto por libertad como por características son Michal Kwiatkowski (Omega Pharma – Quick Step), Andrew Talansky (Garmin – Sharp) y Tejay Van Garderen (BMC). Los tres han tenido aproximaciones dispares, rindiendo Talansky excepcionalmente en el Dauphiné al contrario que los otros dos, pero en el global de lo demostrado durante todo el año se sitúan en el mismo rango de favoritismo. Los tres son serios candidatos a ocupar el tercer escalón del podio en París, pudiendo incluso sorprender a los dos favoritos como ya hizo el americano de Garmin – Sharp en Dauphiné.
Los corredores franceses también darán mucho que hablar en este Tour. Si bien están lejos de la victoria, sus posibilidades por el podio y especialmente por el top 10 son muy reales. Romain Bardet y Jean – Christophe Peraud por parte del Ag2R – La Mondiale y Thomas Voeckler y Pierre Rolland por parte del Europcar, son cuatro corredores capacitados tanto por pelear por la general como por centrarse en lograr victorias de etapa, algo que parece muy factible en el caso de los segundos. En cualquier caso, la mejor opción del país galo debería ser Thibaut Pinot (FDJ.fr), del que cabe esperar que haya superado su miedo a los descensos y pueda ser un contender serio en la carrera de casa.
En el apartado de resurrecciones y sorpresas hay tres corredores que llaman la atención por encima de todos. El primero es Andy Schleck (Trek Factory Racing), al que se le sigue esperando tras su victoria en 2010 y su gran Tour en 2011 pero que sigue sin dar señales de vida. Chris Horner (Lampre – Merida), supeditado en parte a lo que pueda hacer Rui Costa, también se sitúa como un importante outsider de la carrera, aunque el atropello que sufrió hace unos meses puede lastrarle físicamente en gran medida. Por último, Jurgen Van den Broeck (Lotto – Belisol), que resucitó en Dauphiné, debe confirmar esas sensaciones en este Tour. Tampoco hay que olvidar a Joaquim Rodríguez (Team Katusha), que si bien ya ha anunciado que su intención no es la general, tampoco habrá que perderle de vista.
Por último, en el apartado de invitados, Dani Navarro y Rein Taaramäe por parte del Cofidis, Leopold König y Tiago Machado por parte del NetApp – Endura y Matthias Frank desde las filas del IAM Cycling, serán los hombres fuertes que peleen por entrar en el top 10. Sin la presión que supone formar parte de un equipo grande, su rendimiento puede sorprender a más de uno. Especialmente en el caso de Konig, que ya demostró de lo que es capaz en la pasada Vuelta a España. Eso sí, conviene no olvidar a un corredor que puede convertirse en el “enemigo en casa”. Richie Porte (Team Sky), escudero de Chris Froome, aterriza en Gran Bretaña con los mejores valores de su carrera profesional según el manager de la formación británica. ¿Compañero, outsider o rival?