Tras lo sucedido el año pasado, la organización del Tour parece haber aprendido la lección. Las modificaciones llevadas a cabo hace varios años en el reparto de puntos de los sprints intermedios creó una desigualdad difícilmente salvable a la que se está intentando poner fin. Si bien se buscaba crear emoción en partes de la carrera que habitualmente no lo tenían, al darle tanta importancia a los sprints intermedios se decantaba claramente la balanza hacia un corredor que pudiera pasar moderadamente bien la media montaña. Por suerte para el espectáculo, la organización ha sabido cómo afrontar esta cuestión y hacer que la lucha por el maillot verde sea mucho más abierta y, con ello, emocionante.
Lo que se había vivido el año anterior pedía a gritos una modificación. Peter Sagan, con tan solo una victoria de etapa, fue capaz de sacarle más de 200 puntos a un corredor como Marcel Kittel, que consiguió sumar cuatro triunfos. ¿Dónde cimentó Peter Sagan su victoria? En los sprints intermedios de las etapas de media y alta montaña, donde velocistas puros como el propio Marcel Kittel o Mark Cavendish no tuvieron ninguna posibilidad al haberse quedado rezagados previamente. Curiosamente, el ciclista de la Cannondale logró prácticamente los mismos puntos en 2012, donde ganó tres etapas, que en 2013, donde solo ganó una. Es evidente que el sistema fallaba y que necesitaba ser modificado.
Lo que también está claro es que esa fórmula tiene éxito. Esa importancia de los intermedios le daba a las etapas más interés y la audiencia disfrutaba viendo una preparación de un sprint en una llegada masiva, por lo que en la medida de lo posible se debía mantener gran parte de la ecuación. Por ello, la organización ni ha tocado los puntos que se reparten ni ha eliminado dichos sprints intermedios. Lo que ha hecho ha sido algo mucho más fácil: poner la gran mayoría de los pasos antes de que se empiecen a subir los puertos en las etapas de mayor dureza, compensando de forma clara y evidente la diferencia de perfiles entre los candidatos al verde.
Así etapas como Hautacam, Pla d´Adet o Risoul mantienen los sprints intermedios antes del comienzo del primer puerto puntuable. De esta forma todos los velocistas tienen opciones de pelear por los puntos sin importar, en demasía, sus características como escalador. Gracias a estas modificaciones, el perfil de favorito que mantiene Peter Sagan está mucho más que discutido en relación a lo que se había visto estos años y la nómina de favoritos se amplía bastante más. Mark Cavendish, Marcel Kittel, André Greipel, Alexander Kristoff, José Joaquín Rojas o Arnaud Démare son algunos de los sprinters que, ahora sí, en igualdad de condiciones, pueden plantarle cara a un Peter Sagan que ve como peligra su hegemonía verde.