Como se preveía, el descontrol y Pyeongchang fueron los jueces que dictaminarían el resultado en el Tour de Korea. Colarse en un grupo de hombres importantes en la tercera etapa y una brillante ascensión en la etapa reina fue lo que necesitó Hugh Carthy (Rapha Condor JLT) para redimirse de su sexto lugar al otro lado del estrecho y lograr sus primeras victorias de su aun corta pero prometedora carrera. Tras el británico, el sorprendente corredor local Hyeong Min Choe (Guemsan Insam Cello) y Jack Haig (Avanti Racing Team) ocuparon las otras plazas del cajón.

Lo que no salió del guión preestablecido fue la superioridad de Grega Bole (Vini Fantini – Nippo) en las llegadas masivas. Siguiendo con la racha que se prolonga desde que firmara con la escuadra italo-japonesa, el esloveno se aprovechó del trabajo de un confiado MTN-Qhubeka para imponer su velocidad al sprint. El magnífico trabajo de Alessandro Malaguti en los últimos metros fue vital para que lograran su primer (y único) parcial y un liderato a la postre fugaz.

Y es que los conjuntos de solo seis equipos y el excelente escaparate que un cita de categoría 2.1 resulta per se en el continente asiático sumieron la carrera al borde de la locura. Equipos flojos y cortos de efectivos empezaron a verse impotentes ante los ataques y las previsibles resoluciones al sprint se difuminaron. Para empezar, camino de Muju, Sung Baek Park (KSPO), Kisuk Lee (Seoul Cycling Team) y Richard Handley (Rapha Condor JLT) consiguieron llevar a buen puerto una aventura de casi doscientos kilómetros, en la que el veterano inglés se hizo con el parcial y el amarillo. Bole, mientras tanto, tenía que contentarse con ser el mejor del grupo, como ocurriría prácticamente durante toda la semana.

Sin embargo, el inesperado desenlace del lunes palidece ante la decisiva tercera jornada. Un ritmo brutal y un terreno rompepiernas en el primer ecuador de la carrera fueron los instigadores de la ruptura total del grupo de cabeza, sumido en una persecución inacabable que no cejó hasta el llano. Para entonces, 23 hombres habían tomado una ventaja que se dispararía en los kilómetros posteriores hasta los cinco minutos, renta con la que los ahora únicos aspirantes a la victoria final comenzaron a pensar ya en el triunfo de etapa. Eric Sheppard (OCBC Singapore) fue el catalizador de una serie de ataques en los que la calidad y la veteranía de un currante como Juanjo Oroz (Burgos – BH) tuvo, tras años de trabajo altruista, su premio en forma de victoria.

Hugh Carthy

Con 19 años, Carthy ya sabe lo que es ganar una vuelta por etapas. Foto © Tour de Korea

Nuevo cambio de líder y de roles en carrera. Burgos-BH tomaba prácticamente en solitario la responsabilidad de controlar lo incontrolable en las tres etapas siguientes, no excesivamente montañosas pero sí lo suficientemente quebradas para mellar las fuerzas del joven conjunto castellano. Y aunque lo consiguieron, no fue ni mucho menos un camino de rosas. En cada uno de los días, grupos de al menos una decena de ciclistas se les escapaban de inicio, y era cosa suya prácticamente en solitario el tratar de evitar que les arrebataran la posición de privilegio. Eso sí, las fugas sí lograron su objetivo de hacerse con los parciales. Jung-Oh Kwon (Seoul Cycling Team), Michael Cuming (Rapha Condor JLT) y Kyung-Gu Jang (Korail Cycling Team) se impusieron en tres menús prácticamente idénticos, en los que el peso de sus grupos fue, simplemente, imposible de equilibrar.

En cualquier caso, todo permanecía abierto de cara a la dura ascensión a uno de los complejos que acogerá los próximos Juegos Olímpicos de invierno. 14 hombres en cuarenta segundos para una única subida que iba a ser diferencial. Control, control y más control hasta la base del puerto, y a partir de ahí, gas. Fue en esa tesitura en la que un joven pero fortísimo Carthy impuso su ley. Como ya dejara entrever en la ascensión del Monte Fuji –fue 2º- subió rapidísimo dejando atrás a todos sus rivales, incluídos unos Choe y Haig que se quedaron a apenas siete segundos. Oroz, sin embargo, se dejó más de medio minuto y todas sus opciones a la victoria global. El último día, un paseo prácticamente llano en Yangyang, no hubo manera de revertir la situación. Sung Jae Jang (KSPO) daba la tercera victoria a los corredores locales y Carthy, del ’94, se hacía con el primero de los muchos triunfos que parecen depararle el futuro.