Paredes de hielo y temperaturas bajo cero. Primero aguanieve, después copos bien formados. Carretera mojada y descensos peligrosos. Ingredientes para la épica en el tappone del Giro de Italia, que por primera vez encadenó Gavia y Stelvio, los dos colosos alpinos. La bajada desde la Cima Coppi fue un despropósito. Dirección de carrera sembró las dudas y la discordia. Se corrió la voz de que el descenso sería neutralizado. Unos lo entendieron así, otros volaron camino de Prato allo Stelvio. Entre la épica y el despropósito, un nombre: Don Nairo Quintana, ganador en Val Martello y nuevo líder del Giro. Los demás, del primero al último, todos héroes. Héroes de los que ya no quedan en el deporte.

La etapa partió rabiosa desde Ponte di Legno. El colombiano Robinson Chalapud prendió la mecha en las primeras rampas del Gavia. En el pelotón, el Movistar Team apostó fuerte desde salida. Andrey Amador seleccionó el gran grupo y apenas concedió momentos de respiro. Julián Arredondo, rey de la montaña, y Jarlinson Pantano saltaron a por su compatriota Chalapud, que coronó en cabeza. Los tres colombianos encabezaron el paso por el Gavia, pero los tres desaparecieron entre la niebla y la nieve.

En el tramo entre colosos, la incertidumbre. La RAI perdió las referencias y mostró a un grupo con Cadel Evans y Domenico Pozzovivo. Nadie sabía si estaban por delante o por detrás. La llegada a Bormio aclaró las dudas. Franco Pellizotti, Dario Cataldo y Alexis Vuillermoz arrancaron el Stelvio en cabeza. Chalapud y Pantano se unieron a la delantera con Przemyslaw Niemiec, Hubert Dupont, Diego Rosa y Robert Kiserlovski. Los favoritos, todos juntos. Y Movistar al frente.

En la gélida ascensión al Stelvio reapareció la nieve, con ella la épica. Cataldo se lanzó en solitario a por la Cima Coppi. Era el sálvese quien pueda. La fuga se rompió en pedazos. En el pelotón, Movistar y Tinkoff – Saxo endurecieron la subida. Mención especial para José Herrada y Nicolas Roche. Ante la intensa nevada, dirección de carrera metió la pata. Anunció en su cuenta oficial de Twitter que el descenso del Stelvio sería neutralizado. El aviso también llegó por Radio Corsa. Cataldo, Europcar o Movistar, entre otros, hicieron oídos sordos y bajaron a degüello. Los demás, pisando huevos.

Giro

Al terminar el descenso, un grupo de seis rodaba encendido hacia Val Martello. Romain Sicard, Pierre Rolland, Ryder Hesjedal, Matteo Rabottini, Gorka Izagirre y Nairo Quintana abrieron un hueco de unos dos minutos con Rigoberto Urán, Cadel Evans, Rafa Majka y el resto de favoritos. Fue una jugada maestra. O una infamia. Según quién y cómo lo mire. Dará que hablar durante horas, días y semanas. Para bien o para mal, fue el movimiento que cambió el Giro, el movimiento que esperábamos desde que empezó la carrera en Belfast.

El golpe de estado a la clasificación general estaba servido. Eran malas noticias para Cataldo, que se vació en el llano camino de Val Martello. Por detrás, Pantano, Vuillermoz y Dupont nunca engancharon con la cabeza. El fenomenal trabajo de Izagirre y Sicard mantuvo las diferencias de Quintana con Urán y compañía en el minuto y medio. Nairo asumió su papel de favorito número uno en Val Martello. Pronto seleccionó el grupo. A duras penas aguantaron Rolland y Hesjedal. Por detrás, los jefes de filas se escondieron. Dejaron hacer a sus gregarios. Un error.

Quintana voló a por la etapa y la maglia rosa. Un incombustible Hesjedal perdió la rueda en el durísimo último kilómetro y llegó a solo siete segundos del ganador. Los ataques entre Urán, Majka y compañía llegaron muy tarde. Wilco Kelderman y Fabio Aru ratificaron su gran momento. La disputa por el podio, con siete ciclistas en menos de un minuto, va a estar muy reñida. Con dos finales en alto y la cronoescalada al Monte Grappa por delante, el Giro tiene un nuevo patrón: Don Nairo Quintana.

Quintana dio un vuelco al Giro en Val Martello. Foto @Movistar_Team

Quintana dio un vuelco al Giro en Val Martello. Foto © @Movistar_Team