Al igual que en 1972, José Manuel Fuente alcanzaba el Giro de Italia después de proclamarse ganador de la Vuelta a España. Al igual que en 1972, el líder de KAS afrontaba la Corsa Rosa con las máximas aspiraciones; superar a Eddy Merckx era su objetivo, superar la segunda posición de 1972 su meta. El Tarangu llegaba a la línea de salida en El Vaticano pletórico. El ajustado triunfo en la ronda nacional por delante de Joaquim Agostinho -separados por once segundos- fue un impulso moral en busca de alcanzar su mayor objetivo.
El triunfo en la general del Giro de Italia era la victoria deseada. Por delante un atractivo recorrido que favorecía no sólo sus condiciones de escalador sino también su espíritu ofensivo. Enfrente un coloso más exigente que los Dolomitas. Eddy Merckx aspiraba a su quinto triunfo en la general, el tercero de manera consecutiva, e igualar las marcas de dos históricos, Alfredo Binda y Fausto Coppi.
José Manuel Fuente, fiel a sus principios, no tardó en mostrar su ofensiva. En una edición con llegadas a Tre Cime di Lavaredo, Il Ciocco, Monte Generoso o el paso por el Monte Grappa el asturiano no tardó en enseñar sus cartas. En la tercera etapa, entre Pompeya y Sorrento -la más corta-, el Monte Faito vivió su primer ataque, su primera demostración. Un demarraje le sirvió para dejar atrás a todos sus rivales y alcanzar la línea de meta con treinta y tres segundos sobre un grupo conducido por Francesco Moser, Giovanni Battaglin, Italo Zilioli o Felice Gimondi, pero donde no figuraba Eddy Merckx y sí lo hacían dos compañeros de equipo, José Luis Uribezubia y Santiago Lezcano. Etapa y liderato a las primeras de cambio.
Después de cinco etapas de desgaste -cuatro de ellas superaban ampliamente los 200 kilómetros- el noveno parcial entre Macerata y Carpegna se presentaba como el segundo envite de José Manuel Fuente a Eddy Merckx. 191 kilómetros con la subida al Cippo di Carpegna y su posterior descenso hasta meta. Fiel a su estilo Eddy Merckx fue soltando hachazos en el camino hasta Carpegna, inicio del puerto. El de Molteni buscaba fatigar a sus rivales, debilitarles antes del momento clave. Pero allí su táctica fue en balde. El Tarangu demarraba en el primer kilómetro del exigente puerto de los Apeninos dejando en el olvido la monumental pájara que le asoló el año anterior; rampas constantes superiores al 8% hicieron que el rosa pusiera tierra de por medio sobre sus más inmediatos perseguidores. De ahí, de ese grupo de rivales, saltó Eddy Merckx en busca de la cabeza de carrera. La lluvia que acompañaba los últimos kilómetros impulso al Caníbal a acercarse a Fuente y tratar de alcanzarle en pleno descenso. No fue así, tras un primer acercamiento el de KAS coronaba con un minuto y quince segundo sobre el belga.
Carretera estrecha, niebla y lluvia acompañaban a un sinuoso y técnico descenso. Un terreno más favorable a Eddy Merckx que a José Manuel Fuente. Pero el asturiano se hizo fuerte completando uno de sus mejores descensos de siempre alcanzado la línea de meta de Carpegna, segunda victoria de las cinco que sumaría aquella edición, con un minuto y cinco segundos sobre el belga mientras que el grupo de perseguidores lo hacía a un minuto y 44 segundos. En la general, y a expensas de la llegada de la alta montaña, Fuente aventajaba en más de minuto y medio a Merckx mientras que el resto de rivales cedían más de dos minutos.
Aquel día en Carpegna, José Manuel Fuente creyó poder alcanzar el triunfo final. Después vendría el triunfo en Il Ciocco que afianzaría su liderato. Pero también llegó la crono de Forte dei Marmi, la rocambolesca pájara camino de Sanremo y el “Expediente X” del Monte Grappa. Etapas y entregas del mejor Giro de Italia de la historia que recordamos en honor a José Manuel Fuente, un ídolo en Italia olvidado por completo por la organización.
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