No estaba siendo un buen año para Adrien Petit (Cofidis). Su esperanzador salto a la categoría profesional y los buenos resultados de sus primeras temporadas no han encontrado continuidad durante estos meses, en los que apenas ha dejado muestras de su potencia y se ha visto abocado a puestos más propios de lanzador que de líder, quedando claramente olvidado -y con razón- respecto a sus compañeros de generación y de rol Démare, Bouhanni o Coquard. Tal vez por eso se ha decidido a no esperar en esta ocasión. Hoy atacó, y venció en la siempre especial Tro Bro Leon, superando en los últimos metros a un Flavien Dassonville (BigMat – Auber 93) con quien compartió su camino hacia la victoria durante más de 40 kilómetros.
Tierra, barro, gravilla o hierba con los ingredientes ineludibles en la cita bretona, una de las más particulares y duras del calendario por los 25 tramos sin asfaltar que salpican su recorrido. Una auténtica aventura a la que se apuntaron hombres como Steve Chainel, Francis Mourey o Mike Teunissen dispuestos a abrumar a los rivales con su condición de ciclocrossistas de élite. No obstante, de inicio dejaron que fueran los no-especialistas quienes buscaran su protagonismo por medio de una escapada en la que entraron Anthony Geslin (FDJ.fr), Yauheni Hutarovich (AG2R – La Mondiale), Christophe Laborie (Bretagne – Séché Environnement), Frederik Veuchelen (Wanty – Groupe Gobert), Julien Duval (Roubaix- Lille Métropole), Jonathan Dufrasne (Wallonie – Bruxelles), Louis Verhelst (Cofidis), Steven Tronet (BigMat – Auber 93) y Thomas Vaubourzeix (La Pomme Marseille).
Un grupo muy numerosos y de cierta calidad que encendió las alarmas en el pelotón, que apenas les dejó margen de maniobra. En todo momento, el grupo le mantuvo al acecho, dejando que el peso de los kilómetros y el aumento progresivo de la tensión acabara haciendo mella en ellos hasta dar lugar a la lógica neutralización de los supervivientes -Hutarovich, Vaubourzeix y Laborie- con una hora de carrera por delante, al filo del paso por el decimoquinto tramo del día. Punto que iba a aprovechar el equipo de Madiot para lanzar la carrera de forma definitiva de la mano de John le Bon.
Después de ser segundo en la pasada edición, el joven ciclista galo copiaba la estrategia de entonces llevándose consigo a Anthony Delaplace (Bretagne – Séché Environnement), Samuel Dumoulin (AG2R – La Mondiale), Tony Hurel (Team Europcar), Teunissen, Dassonville y Petit mientras el vigente campeón quedaba a la expectativa por detrás, dejando tomar el peso de la carrera a un conjunto IAM Cycling que se veía obligado a correr, de nuevo, a la contra. Fue precisamente su impulso y los ataques en los siguientes tramos los que acercaron peligrosamente el pelotón a la avanzadilla, de la que saltaban Petit y Dassonvilletras cerciorarse de la situación.
El dúo se marchaba por delante, los otros cinco quedaban atrás y en el ya reducido pelotón las dudas se incrementaban. Quedaban pocos hombres para trabajar y nadie parecía dispuesto a tomar la manija, elevando su renta hasta los cuarenta segundos en el primer paso de los tres por la meta de Lannilis. Una ventaja exigua que, ante la falta de entendimiento de unos perseguidores más sumidos en una guerra de ataques y contraataques que en anular los esfuerzos de Petit y Dassonville, pudieron llevar hasta el final. Y allí sí, el de Arrás no encontró rival. Un sprint potente y limpió ante el que Dassonville nada pudo hacer y que permitió que el ciclista de Cofidis estrenara su palmarés en suelo europeo. Por detrás, Cédric Pineau (FDJ.fr) llegaba en solitario tras un ataque fructífico para asegurar la última plaza del cajón para un conjunto lotero que no supo administrar su superioridad.