La que debería ser etapa reina de la ronda vasca apenas ha supuesto algún cambio en la clasificación general. En una llegada a Arrate menos seleccionada que nunca, Wout Poels (Omega Pharma – Quick Step) demostró ser uno de los más fuertes y el más listo para conseguir su mejor victoria como profesional. Los dos grandes favoritos para la general, Alberto Contador (Tinkoff – Saxo) y Alejandro Valverde (Movistar), se anularon el uno al otro y el neerlandés fue el que mejor supo aprovecharlo.
Al contrario que en la jornada de ayer, la etapa tuvo un ritmo elevado. Así lo demuestra que en ningún momento de la etapa una fuga consiguiese superar el minuto y medio de ventaja respecto al pelotón. El primer intento de escapada fructificó alrededor del kilómetro 15 con un quinteto en el que destacaba Luis León Sánchez (Caja Rural – Seguros RGA). Pero la insistencia de Movistar por llevar a alguien delante, y un ataque de Rui Costa (Lampre – Merida) en Karabieta al que respondieron en primera persona Contador y Valverde, terminó por poner un final tempranero a la fuga.
Con más de 70 kilómetros hasta el final, los ataques no dejaron de sucederse. Costó mucho esfuerzo, pero finalmente Kristijan Durasek (Lampre – Merida), Ben Gastauer (AG2R La Mondiale), Tom Dumoulin (Giant – Shimano), Romain Sicard (Europcar) y José Herrada (Movistar) consiguieron hacer hueco respecto al pelotón. Al llegar al exigente puerto de Uxia, Herrada se descolgaba, lo que propiciaba el ataque por detrás de un Ion Izagirre que contactaría con el grupo en el descenso.
En el pelotón Tinkoff – Saxo asumía la labor de perseguir y no dejaba que la ventaja de los escapados subiese del minuto. Con el trabajo de los hombres de Contador, y posteriormente también Omega Pharma – Quick Step, la fuga acabó a 11 de meta y la etapa se la jugarían los aspirantes a la general.
La ascensión final empezó con Orica enviando por delante a su joven perla Simon Yates. Poco duró la aventura del británico al ponerse Roman Kreuziger (Tinkoff – Saxo) al frente del grupo y empezar a endurecer la carrera. A 5 kilómetros de meta, Alberto Contador decidió lanzar su primer ataque, el cual fue respondido al instante por Valverde, y posteriormente el resto de los favoritos.
Hasta en tres ocasiones más lo intentó el de Pinto, siempre con el murciano soldado a su rueda. Todos estos ataques venían con su consiguiente parón que inflaba el grupo hasta mas de la decena de corredores. Tras el último ataque, los dos empezaron un sobremarcaje que llevó a que el resto buscase su momento para atacar. Así se formó un cuarteto formado por Wout Poels, Jean Christophe Peraud (AG2R La Mondiale), Thibaut Pinot (FDJ) y Simon Spilak (Katusha) que consiguió hacer hueco respecto al resto.
En los últimos metros de ascensión Poels lanzaba un último ataque al ver como Contador reaccionaba por detrás. El neerlandés coronaba con una diferencia de diez segundos que con los dos kilómetros en descenso que quedaban fue suficiente para darle la etapa. Por detrás, Valverde junto a Samuel Sánchez (BMC) arriesgaba en las últimas curvas y le sacaba un par de segundos a un mal colocado Contador. Algo más perdió Michal Kwiatkowski (Omega Pharma – Quick Step) que cedió nueve segundos respecto al murciano y baja hasta la séptima posición en la general.
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