El joven corredor americano del BMC Racing Team, Taylor Phinney (Boulder, 1990), es un corredor atípico. Ciclista exitoso como pocos en las redes sociales, seguido de forma multitudinaria en Twitter, se expresa con un desparpajo, sinceridad, transparencia y cercanía que son de agradecer en el ciclismo moderno.

El viernes antes de De Ronde charlamos con Taylor, hijo del ex-ciclista David Phinney, y nos desveló sus planes para la ya pasada De Ronde así como para la inminente Paris-Roubaix. Si para Flandes nos confirmó que su papel pasaba por trabajar para el equipo y ser un apoyo fundamental para el líder, el belga Greg Van Avermaet, no nos engañó lo más mínimo. Jugó un papel importante en el desarrollo de la carrera, forzando el ritmo en el pelotón primero y metiéndose en una escapada larga después, obligando a otros equipos a trabajar la persecución desde el pelotón.

Para la Paris-Roubaix, Phinney nos cuenta que supone su objetivo más grande de esta Primavera, y es donde va a intentar brillar a más altura, más si cabe que en De Ronde. Es de esperar que el domingo disfrute de una mayor libertad en búsqueda de un mejor resultado a nivel personal, sin obeceder tanto a labores de gregario. Por otro lado, si bien le gusta De Ronde, declara su predilección por la carrera de pavé francesa: “De Ronde van Vlaanderen es especial, y por supuesto que quiero mejorar mis resultados en ella de cara al futuro, pero física y mentalmente me siento más preparado para la Paris-Roubaix”.

Phinney habla con claridad y no esconde todas sus cartas: “En Roubaix creo que es más fácil estar adelante, al menos así lo veo yo. A nivel mental me siento mejor luchando por los puestos delanteros que teniendo que afrontar los muros en De Ronde”. A la pregunta de si sus características de rodador y contrarrelojista le pueden ayudar, confirma que “un time-trialist lo puede hacer bien en Roubaix, si bien no es que sea algo automático, pero se asemeja en el sentido de ser un esfuerzo más continuado, más lineal, al contrario de De Ronde que se trata de varios esfuerzos intensos para los muros”.

En cuanto al nivel que puede alcanzar en El Infierno del Norte afirma que “de cara a la victoria puede que no esté al nivel de Fabian Cancellara u otros. Pero seguro que tengo piernas para seleccionar la carrera. Puedo ejercer más como líder del equipo para Paris-Roubaix, o también ayudar más al equipo que en De Ronde”.

Optará a ello sin que le importe el tiempo que se cite el domingo sobre el pavé francés después de haber estudiado las carreras de años anteriores. Y es que Taylor Phinney es un asiduo a Youtube, donde analiza el desarrollo de ediciones anteriores. Su compañero de habitación estos días, Thor Hushovd, a buen seguro que le transmite su veteranía en forma de buenos consejos. Para él, la experiencia puede ser su principal handicap.

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