Ya ha pasado ese momento de la temporada con tantos sentimientos contradictorios. Quieres descansar pero no sabes qué hacer sin bici; quieres entrenar, pero el tiempo te lo pone difícil; ansías empezar pero tienes una gran incertidumbre sobre lo que será de ti este año, tienes tantas cosas que hacer que te colapsas… Bueno, por lo menos describe mi pretemporada, donde no ha faltado instantes en los que pararse a pensar.
Este año en marzo finalizaba el grado superior en Educación Infantil (a espera de las prácticas con los peques al acabar la temporada) y estaba muy feliz porque realmente es muy interesante lo que estudio, me fascina, pero mi cabeza necesita más. Para qué vas a hacerte un paseito si puedes descubrir una gran ruta en bici. Así que me ofrecieron la oportunidad de estudiar a distancia (con una uni privada) Psicología, que es lo que siempre he querido hacer, así que, ¿por qué no? Y… ¿todo a la vez? Why not? ¡Ni un minuto que perder! Así que estoy locamente feliz, y nunca mejor dicho. Ha sido complicado, para qué negar la evidencia…
Habiendo introducido lo que ha sido de mí este año hasta ahora (un caos mayor todavía) ¡HEMOS COMENZADO! Otro año más con Lointek Team, en el que este año formamos parte 6 nacionales: Belén López, Lucía González, Irene Usabiaga, Eider Merino como el año pasado, la peque (pero matona) Alicia González y una servidora. Y 5 francesas, la veterana Fanny Riberot (6º año en el quipo), e incorporaciones Melanie Bravad, Melody Lesueur, Aurore Verhoeven y Aude Biannic. Jorge Sanz sigue dirigiendo el equipo y este año nos acompaña de mecánico Eneko y masajista Egoitz. Muy contentas y contentos, muy buen ambiente con el que se prevé buen año.
La toma de contacto fue en marzo, allí en Bizkaia en la concentración del equipo en el que empezamos a conocernos, realizamos la presentación del equipo, tests de esfuerzo, analíticas, pruebas de material, biomecánicas, charlas… Y entrenamos como equipo. El tiempo nos quiso fastidiar, pero estuvo bien que pudimos acudir hacia mi zona (Haro) y librarnos del agua (aunque no del viento) uno de los días.
De seguido nos fuimos para Bélgica. ¡Oh la la! Nunca había estado, y aunque el viaje fue largo y atronador (por la lluvia) no se hizo nada largo, y es que una buena lectura y una mejor compañía hace que vuelen las horas. A pesar de que íbamos preparadas para el frío típico de Bélgica, sólo nos enseñó las orejas los primeros días. La primera carrera que disputamos, Le Samyn, fue una buena carta de presentación para entender qué es Bélgica. Carreteras estrechas, abiertas, bacheadas, viento, pavé, y mucha fuerza encarnada en ciclistas.
Nos sirvió para situarnos un poco, y para comprobar que nuestra caballo de carreras, Aude Bianic, es très forte. Me gusta que sea mi compañera, es brava y ágil. Pudo entrar en las posiciones delanteras, la 16º creo recordar, pero demostrando que va a pelear esta temporada. La vencedora fue la gran Emma Johansson (Orica-AIS) delante de Ashleigh Moolman (Hitec) y Sofie De Vuyst (Futuromshop). En cuanto a mi, me dio un respiro de tranquilidad entrando en el grupo delantero y recalcándome el trabajo que toca hacer ahora.
Después ya salió el sol, y los siguientes días rodando en bici se disfrutaron un montón. El sitio donde estábamos era muy bonito, parecido a un castillo, y por las mañanas había un señor que tocaba el acordeón. Parecía magia… Allí la gente era muy respetuosa y amable, tranquila… Y es que los paisajes verdes inspiraban a ello. Además, junto a los flamencos descubrimos una nueva afición, que al principio, ignorantes de nosotros, ¨desprestigiamos”: las damas. Realmente tienen una técnica muy premeditada. Nada de mover ficha sin pensar, puede que sea tu último movimiento antes de vivir agonizando. Pues sí, tomándomelo a risa al principio, el campeón belga me retó, ¡y lo que me enseñó! Después corroboramos nuestro espíritu deportista y el señor se entusiasmaba al ver el empeño que le poníamos a cada partida. Son genios, deberían verlos jugando 5 o 6 horas en una partida. No se les escapa un detalle, lo tienen todo en su cabeza.
Bueno, el caso es que nos pudimos acercar a Huy, que estábamos cerquita para subir sus paredes y preparar motores. Es guay cuando traspasas la tele y te ves ahí. Aunque más guay es cuando habías soñado, te habías imaginando muchas veces lo que serían esas clásicas del norte, con esas famas de infierno, y de repente te ves ahí, corriendo como no creías que eras capaz. Las carreras del finde tuvieron de todo. En la del sábado, una nacional belga, nos sirvió para conocernos mejor como equipo, para intentar, para arriesgar y hacer lástima con Aude. ¡Lástima! Pero grande… Venció una conocida nuestra Joe Hoggan, este año en Bigla.
El domingo en la carrera UCI Tielt-Winge se fue rápido, qué novedad… Experimenté mi primera montonera (y joder, yendo adelante) , donde no sabía dónde estaba mi bici. Estuvo bien ese instante de intriga. Caímos bastante del equipo, pero con peor suerte Melanie se recupera de las secuelas de una dura caída. ¡Courage!
También volvieron a botar las bicis en el pavé. No sé… Disfruto mucho en ese momento de la carrera que sé que va a ser complicado, pero parece que a mi MMR le gusta cabalgar, como un juego. Vino a incomodarnos el viento, que lo hacía y mucho cuando formaban esos abanicos en los que se metían tres y no había ni cunetas para encunetarte… Y bueno, fue una carrera gato-ratón, persiguiendo a las fugadas que habían pasado adelante, llegándolas a tener muy cerca, pero finalmente no lo suficiente. La vencedora fue Elizabeth Armitstead (Boels Dolmans) superando a Emma Johansson (Orica-AIS) y Audrey Cordon (Hitec Products). En esa carrera pudimos saludar a Irene San Sebastián, estudiando en Gante ese año, pero a tope con la bici (Bizkaia-Durango) y parece que está disfrutando mucho de la experiencia.
El viaje en su conjunto fue completo: para intentar entendernos o por lo menos comunicar, discutir sobre la suerte o el sino, o simplemente aprovechar los impulsos de los baches picarnos o fijar nuevos retos…
Y éste solo ha sido nuestro comienzo, de una laaarga y bonita historia.