Cuando alguien en su primer año como profesional se presenta en sociedad con una medalla de bronce en el nacional belga decidido al uphill sprint por detrás de Philippe Gilbert -en su 2011 de ensueño- y Gianni Meersman es que ese alguien tiene algo especial. Jelle Wallays (Staden, 1989) con alma de clasicómano brillando entre profesionales, en las cotas, muy alejado de su hábitat natural, los adoquines, que le habían visto cuajar algunas de sus mejores actuaciones en categorías formativas. Omloop Het Nieuwsblad, Paris-Roubaix y De Ronde van Vlaanderen fueron algunas de las carreras que vieron su nombre en el Top10, pero fue fuera de ellos donde consiguió, Paris-Tours, su mejor victoria como beloften con la que agradecía la confianza que Topsport Vlaanderen había depositado en él haciéndole un contrato como stagaire.

Jelle Wallays

©ClaudeBrissez

Desde entonces no son pocas las esperanzas que hay depositadas en él, aunque lo cierto es que nunca ha acabado de explotar. Serán las caídas, contratiempos como las molestias en la rodilla que le apartaron de las carreras la temporada pasada a la que siguió la muerte de su tío y entrenador a principios de marzo o las esperanzas que su equipo depositó en Wally de cara a las cotas, pero le sigue faltando cuajar una buena actuación en las clásicas.

Y eso que Topsport Vlaanderen es uno de los equipos fijos en todas las clásicas belgas. Hasta el momento su brillo ha llegado en las carreras por etapas logrando Top10s en carreras como el Tour of Britain’11 (8º), el Tour de Wallonie’12 (9º), los Driedaagse van West-Vlaanderen’13 (7º) y el Tour of Denmark’13 (8º) a los que añadió una victoria parcial en la World Ports Classics la temporada pasada, resultados que denotan cuán completo es Jelle Wallays.

A decir verdad, esta temporada ha comenzado realmente bien, mostrándose sólido en el Omloop Het Nieuwsblad llegando en el grupo que se jugó la carrera en los últimos 15km, y a pesar de que en los compases finales todos iban bastante maduros, todavía tuvo el coraje de intentar jugar un papel importante en el contraataque tras el movimiento de Terpstra, Vanmarcke y Boasson Hagen, pero la reacció fue tardía. Hay cosas que sólo con la edad se aprenden, porque con unas características físicas (1’84m y 77kg) en las que unos brazos poderosos son el contrapunto del resto de su tren superior y unas piernas algo finas, todavía queda trabajo para equipararse con los dominadores de la disciplina.

Como buen flandrien motivación y tozudez no le faltan, ya que este año puede decantar la balanza de su futuro tras unos años en que había muchas esperanzas puestas en él puede ser decisivo. Si supera con nota la temporada de clásicas tendrá a buen seguro un lugar en un equipo WorldTour siguiendo el camino de tantos otros Topsport Vlaanderen repartidos por el pelotón. Calendario no le faltará, no en vano a todas las carreras belgas y neerlandesas que el conjunto flamenco acostumbra a acudir se añade Paris-Roubaix.