Dieciséis temporadas como ciclista profesional cuentan las páginas del libro de ruta de Haimar Zubeldia Aguirre (Usurbil, 1977) que comprende tan solo en grandes vueltas 22 participaciones. Toda una trayectoria que abarca 447 días de competición en carreras de tres semanas divididas en nada menos que doce actos de presencia en el Tour de Francia (contando que abandonó solamente en el 2004 por enfermedad en el 13º día con final en Plateau de Beille), nueve en la Vuelta a España (no terminó precisamente el año pasado en la gélida 14ª etapa con final en el Coll de Gallina donde el paso por el Port de Envalira hizo bajarse a más de uno de la bicicleta por el brusco cambio de temperatura), a lo que hay que añadir además a la que es hasta la fecha su única participación en un Giro d´Italia, en 2005.

Dos quintos puestos en 2003 y 2007, un sexto en 2012 o un octavo en 2006 en la ronda gala, segundo en el Criterium du Dauphiné 2000 o tercero en la Volta a Catalunya de 2009, son las credenciales de un corredor que el 1 de abril cumplirá 37 años y que cuenta con la plena confianza en la estructura del novedoso Trek Factory Racing con el que como mínimo su relación se mantendrá dos temporadas más. Inicia con ellos una nueva aventura: “me encuentro muy animado, con muchas ganas en este nuevo proyecto que acaba de empezar. La mitad son compañeros nuevos, pero hay muy bien ambiente“.

Atmósfera que favorece el crecimiento y resultados del grupo: “La gente está muy implicada y ha trabajado muy bien durante el invierno, hemos arrancado la temporada de la mejor manera posible, ganando tres etapas en San Luis“, dos con Julián Arredondo y otra más con Giacomo Nizzolo -actualmente lesionado por rotura de clavícula-. Su enorme experiencia le hace intuir que será un gran año, “me ha tocado vivir la cara contraria, cambios de equipo no tan sencillos que te dan una medida de lo difícil que es empezar tan bien en la relación y ambiente entre compañeros y resultados, eso hace que las cosas vayan más fluidas”, para continuar insistiendo en el calado del mensaje, “no es nada fácil encontrar ese tono cordial y nosotros lo hemos conseguido desde cero. Se nota mucho ese buen feeling y lo bien que hace al equipo, lo hemos comentado muchas veces los más veteranos y tenemos una ilusión especial esta temporada”.

Haimar Zubeldia tras el prólogo de la Vuelta a Andalucía´14. Foto (c) cobblesandhills.com

Haimar Zubeldia se erige como uno de los adalides del Trek Factory Racing. Foto © cobblesandhills.com

Desestima la idea del yo y reivindica el papel fundamental de los más expertos como sostén de los egos. “Nosotros, los veteranos, también corremos pero es también parte de nuestro trabajo tutelar por los que llegan o los más jóvenes. Cuando pasé a profesionales recibí ese trato y ahora me toca aportar mi granito y me gusta sentir que influyo en mis compañeros, lo siento casi como una obligación y veo que puedo aportar dentro de mi propia experiencia”. Admite que su función pasa por ser un corredor adaptable a las necesidades del equipo en cada momento: “Yo ya sé para qué estoy en este equipo y hasta dónde puedo llegar. Siempre estoy ahí bien sea para apoyar a un líder como para tomar el mando cuando sea necesario, si me dan la oportunidad. Tenemos grandes corredores en este equipo y en las citas importantes tenemos que estar al lado de ellos”.

En el equipo en el que todo gira alrededor de la figura de Fabian Cancellara y las clásicas adoquinadas, el Tour de Francia se puede convertir según el propio Zubeldia en otro foco a tener en cuenta, “Fränk y Andy (por los hermanos Schleck) están muy bien, han vuelto de nuevo juntos y eso se notará seguro”. Explica el por qué sostiene renovadas esperanzas en el luxemburgués, “el año pasado Andy no estuvo del todo bien por la ausencia de su hermano, tenía la moral por los suelos, ellos tienen una relación muy especial, muy estrecha”, prosigue convencido, “pero les veo mejor, más relajados y creo que están trabajando bien y espero que esté cerca del nivel que dio hace tres temporadas, sé que puede estar con los mejores, goza de juventud aún (29 años cumplirá el 10 de junio) y cuando ha estado en su nivel ha estado en los más alto y si lo ha tenido más de una vez por qué no volver a alcanzarlo. Le veo muy centrado, además ahora va a ser padre también”, insiste el guipuzcoano, que ratifica que Andy ha madurado estos últimos meses; “le va a tranquilizar y eso le va a ayudar a mantener la cabeza fría en momentos de nerviosismo.”

Su temporada

Basa su calendario en el Tour de Francia con una preparación que empezó hace cuatro meses; “he buscado el buen clima en diciembre, me gusta mucho el calor y he pasado unas semanas en Canarias teniendo unas magníficas sensaciones entrenando. No he tenido ningún percance ni enfermedad, tampoco he perdido ningún día de entrenamiento”, siendo para él lo más importante y que a la postre marca la diferencia. Con respecto a lo temprano de sus apariciones en escena, sexto en la segunda etapa en el Tour de San Luis o 10º en el prólogo de la Vuelta a Andalucía, esperaba estar más arriba, “ha sido circunstancial, son tres carreras (también disputó el Tour de Dubai) por etapas que he corrido y ese punto de forma y fuerza se notan, pero esperaba estar un poco mejor, al final estar todos los días con los mejores era mi deseo pero esto acaba de empezar”.

Después de competir sin descanso desde enero, volverá a casa tres semanas para afrontar dos citas marcadas en rojo, “en estos días haré trabajo específico para ir afinando la forma para la Volta a Catalunya y la Vuelta al País Vasco“. Destacando la particularidad de cada una: “la Volta este año me gusta, me ha gustado siempre pero este año está realmente bien. Los finales en alto en Valter 2000 y La Molina me van mejor, son puertos largos y me encanta”, prosigue descubriendo País Vasco, “es una carrera que no permite dormirte, tienes que estar todos los días delante, suele ser muy dura y además hay que sumarle que hace un tiempo muy cambiante, pasa de sol a bajas temperaturas y viento en un abrir y cerrar de ojos, el frío me afecta bastante”, pero es la carrera de casa, su carrera y donde quisiera estar al cien por cien, “la crono del último día en Markina me encanta”, concluye.

Por último, finaliza para enfatizar que descansaría posteriormente una semana para de nuevo reembarcarse a las carreras en las clásicas y más tarde a citas cercanas al objetivo primordial en 2014. “Tengo previsto después de las clásicas hacer el Tour de California y Criterium du Dauphiné para llegar al Tour de Francia en la mejor condición y ayudar a Andy en lo que necesite”. Después estima alcanzar un segundo pico de forma “buscando sobre todo la posibilidad de entrar en la lista para la Vuelta a España y previamente la Clásica de San Sebastián, pero no sé aún que puede pasar hasta entonces”.