Manos sobre el rostro, ojos vidriosos y un nudo más que palpable en la garganta durante la entrevista era la amarga imagen de un Niels Albert (BKCP – Powerplus) hundido, después de haber dejado pasar una vez más la oportunidad de hacerse con un Superprestige que, pese a su espectacular palmarés, le sigue siendo esquivo tras seis temporadas en la élite mundial. Ni los cuatro puntos de renta con los que contaba ni la tercera plaza de un Sven Nys (Crelan – AA Drink) que rayó a un nivel muchos más discreto al que nos había acostumbrado en las últimas semanas, fueron suficiente ventaja para el ‘crosser’ de Bonheiden, totalmente fundido física y mentalmente desde que contrajo el virus que le privó de pelear por el campeonato nacional.

Nys, por su parte, sonreía una vez más henchido de satisfacción, aunque sin mostrar en su lenguaje no verbal síntomas claros de emoción y arrobamiento más allá de quien está orgulloso del trabajo bien hecho. Se trataba simplemente de un día en la oficina de quien ha convertido el éxito en rutina, más si cabe en un torneo que se replica, a partir de hoy, hasta 13 veces en sus inmensas vitrinas. Quien sí figuraba exultante tanto sobre la bici como sobre el cajón era Tom Meeusen (Telenet – Fidea), vencedor y convencedor hoy sobre las praderas flamencas, en las que obtuvo el que quizá sea el triunfo más incontestable de su trayectoria, pudiendo presumir de su excelente destreza acompañada en este caso por unas fortísimas piernas ante las que ningún remedio que intentó poner un sobrio Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games) tuvo efecto.

Tristeza, satisfacción y felicidad. Tres emociones para cada escalón / Foto: @raff_adp

Ambos hicieron sus deberes desde el comienzo, con una salida de muy buen nivel que les colocaba en los primeros puestos de un grupo liderado en aquel momento por Lars van der Haar (Rabobank Development Team). El neerlandés volvía a buscar la victoria mediante con una estrategia que le ha propiciado más fracasos que éxitos, sobre todo en jornadas como ésta, en el que las piernas no mostraban el gas de sus grandes días. Bajo su estela, el grupo se mantenía estirado, pero mayormente agrupado y con brechas abiertas únicamente por errores técnicos que se tardaban en cerrar. No obstante, uno de esos cortes unidos a una salida lamentable puso en jaque por primera vez a Albert. Desaparecido en medio del pelotón, veía como se formaba un grupo de una decena de ciclistas en cabeza, obviamente con Nys presente, mientras él estaba enclaustrado en el fondo de la tabla por Sven Vanthourenhout (Crelan – AA Drink).

Una primera crisis solventada por Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus), su eterno compañero de agonías durante toda la tarde, que le llevó hasta los puestos cabeceros al mismo tiempo Van der Haar, Pauwels, Van Amerongen y Meeusen, gracias al punto extra puesto por éste último conseguían efectuar la primera selección importante del día. Por detrás, los eslabones más débiles no tardaban en ceder y aquellos que resistían tornaron sus ojos hacia Nys, obligado a la persecución si quería remontar su desventaja con Albert, nuevamente muy retrasado por un error que le dejaba en sobre la vigésima plaza. Segundo resto que le mandaban y segunda aparición del campeón alemán para ayudarle a solventar una papeleta que se le estaba poniendo más cuesta arriba de lo debido.

Mientras tanto, por delante empezaban a ver opciones de que una caminata conjunta, más si cabe con el fortísimo viento que azotaba Middelkerke, les pudiese llevar a buen puerto. De modo que Pauwels no tardó en tomar los mandos para desvelar las cartas con las que jugaban los rivales. Van Amerongen se cayó de la lucha, Van der Haar dejó entrever que sus escorzos iniciales eran simplemente un farol y Meeusen no pestañeó ante el primer órdago del de Ekeren. Tras jugar con la cuerda durante unos instantes, el campeón neerlandés tenía que someterse a la evidente superioirdad de sus rivales y se quedaba en tierra de nadie incrustado entre el dúo de cabeza y el dúo que ya habían formado actual y antiguo portador del ‘driekleur’, perseguido sin cesar por un Albert que ponía corazón, pero no piernas.

Tanto Meeusen como Pauwels firmaron entonces un pacto de no agresión con la clara intención de hacer medrar el hueco lo máximo posible. Ambos tiraban con energía y decisión, haciendo valer sus piernas y su concentración, respectivamente, en las zonas más propicias para sus puntos fuertes en el día de hoy. Sin embargo, ‘Tommeke’ hoy estaba pletórico y no tardó en romper el acuerdo con una aceleración que tomó forma en una loma que subía magistralmente subido sobre su montura, poniendo entre ambos una distancia muy peligrosa para el rojiblanco. Aunque aguantaba, la cuerda imaginaria entre ambos estaba muy tensa y podía partir en cualquier momento. Y obviamente lo hizo, en la especialidad de casa Meeusen. Un par de ‘bunny-hops’ de auténtico lujo terminó por soltar en enganche de Pauwels y liberar al pupilo de Hans van Kastener, absolutamente desencadenado. A partir de entonces, el ganador en Nommay imponía su ley marcial y se dirigía sin que nadie pudiera evitarlo hacia su cuarto triunfo de la campaña.

Ni Pauwels, ni Van der Haar… ni siquiera Nys estaba en condiciones de alcanzarle. Lejos del comportarse como el caníbal de las últimas semanas de demostraciones, su rodar era impreciso y pesado y le mantenía en una situación muy tensa respecto a Albert. Él rodaba cuarto, junto al quinto, mientras que el corredor de Bonheiden iba en un grupo en el que peleaba por el séptimo lugar contra Diether Vanthourenhout (Sunweb – Napoleon Games) y ayudado por el eterno Walsleben, de modo que en esa situación era probable que Nys no pudiera consumar su remontada. Ahora bien, los campeones lo son por guardarse siempre un as bajo la manga y más si ese se llama Sven y se apellida Nys. Sacando el cambio de ritmo que siempre guarda para los últimos instantes, se deshacía de la rémora en la que se había convertido Vantornout y atrapaba a Van de Haar, quien no obstante quiso aguantar y disputar el podio a su homólogo belga.

Ahora quien estaba contra las cuerdas era Albert. Necesitaba atrapar a Van Amerongen si no quería quedarse sin opciones ante un más que probable podio de Nys. Él también actúo como campeón y recortó asombrosamente la renta del neerlandés a prácticamente la nada en unos pocos giros. Pero, tras un hora de absoluta agonía, terminó por explotar. Van Amerongen había especulado y guardado energías suficientes para dar un paso más que acababa con las esperanzas de Albert. Al mismo tiempo que éste se veía distanciado del ciclista de AA Drink, Nys daba cuenta definitivamente de un Van der Haar agotado que no pudo responder. Meeusen eufórico levantaba el brazo, dando la entrada a un Nys tenso que miraba por el rabillo del ojo la actuación y un Albert desolado al ver la pantalla y el anuncio oficioso por megafonía: Sven Nys, campeón del Superprestige.

Clasificación final:

1. Tom Meeusen (Telenet – Fidea)
2. Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games)
3. Sven Nys (Crelan – AA Drink)
4. Lars van der Haar (Rabobank Development Team)
5. Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games)
6. Thijs van Amerongen (AA Drink)
7. Niels Albert (BKCP – Powerplus)
8. Diether Vanthourenhout (Sunweb – Napoleon Games)
9. Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus)
10. Jim Aernouts (Sunweb – Napoleon Games)

Clasificación del Superprestige (definitiva):

1. Sven Nys (Crelan – AA Drink): 101 puntos
2. Niels Albert (BKCP – Powerplus): 101 puntos
3. Tom Meeusen (Telenet – Fidea): 84 puntos
4. Klaas Vantornout (Sunweb – Napoleon Games): 83 puntos
5. Philipp Walsleben (BKCP – Powerplus): 77 puntos
6. Lars van der Haar (Rabobank Development Team): 75 puntos
7. Kevin Pauwels (Sunweb – Napoleon Games): 57 puntos
8. Rob Peeters (VastGoedService – Golden Palace): 53 puntos
9. Thijs van Amerongen (AA Drink): 49 puntos
10. Bart Aernouts (AA Drink): 33 puntos